¿A quién le hacemos caso?

El comportamiento de los índices durante estos últimos días genera mucha incertidumbre a la hora de tomar decisiones. Los principales valores de los distintos índices bursátiles a los dos lados del charco están viéndose impactados por noticias muy específicas de sí mismos (principalmente por la publicación de resultados y de eventos empresariales) y no tanto por un movimiento conjunto de los mercados.

Dado el peso que estos valores tienen en los índices, se están produciendo situaciones difíciles de gestionar. Hay índices que superan resistencias mientras que otros dan síntomas de debilidad. Este es el principal motivo por el que índices más generalistas, como el Eurostoxx50, no termine de definirse ni al alza ni a la baja, lo que impide la toma de un posicionamiento definido.

En este gráfico se analiza la evolución del Ibex contado en base diaria. Se trata de uno de los pocos índices europeos que ha logrado superar resistencias en la sesión de ayer abriendo con ello la posibilidad de que siga moviéndose al alza en el plazo más inmediato.

En la sesión de ayer, el selectivo español no logró abrir con un hueco al alza respecto del máximo del día anterior. Sin embargo, retrocedió hasta prácticamente alcanzar la zona de soporte que ofrece la media de 200 sesiones que recuperó hace un par de días (8.135) y reaccionó al alza hasta lograr superar con mucha más claridad la zona de resistencia de los 8.150 que había superado el día previo. Este comportamiento da más solidez a la posibilidad comentada en el post de ayer en el que se dejaba entrever una aceleración en el ritmo de subida iniciado hace un par de semanas en el entorno de los 7.800 puntos.

De hecho, siempre que no perfore el mínimo de anteayer (8.095), especialmente en términos de cierre, el camino hacia la parte alta del canal bajista (de color negro) iniciado a finales de enero situado levemente por encima de los 8.400 está abierto. Se debe ser consciente, sin embargo, que es poco probable que se pueda superar esa zona objetivo con claridad ya que la estructura de medias móviles (muy juntas y mal colocadas) exigiría de un ‘pullback’ a la zona de resistencia recientemente superada antes de poder plantearse un movimiento alcista de mayor envergadura.

Por lo tanto, en la sesión de ayer se debió aprovechar la vuelta atrás del índice para comprar. El stop debe situarse por debajo del 8.095 en términos de cierre. Ligeramente por encima de los 8.400, se debería hacer caja y esperar la aparición de alguna figura o estructura de agotamiento para intentar la apertura de posiciones cortas.

En este gráfico se analiza la evolución del Dax contado en base diaria, el ‘yang’ de los índices europeos. En la sesión de ayer, se perforó el mínimo de la sesión posterior a la ruptura de la resistencia de los 8.305 (mínimo del 19 de julio situado en el 8.284), aunque no en términos de cierre. Sin embargo, el cierre se situó por debajo del 8.305 lo que pone en tela de juicio la superación de este importante nivel (trampa alcista?).

Por otro lado y siguiendo en la línea de pensamiento de ondas de Elliott, el comportamiento de ayer indica que la onda 3 el movimiento alcista iniciado a finales de junio podría haberse completado, lo que daría paso a la onda 4. Puesto que la onda 2 fue muy correctiva, la onda 4 debería ser plana. Esto implica que no debería corregir más del 38,2% de la onda 3, a diferencia de la corrección del 61,8% de la onda 2 respecto de la onda 1, lo que abre espacio para retroceder hasta el entorno del 8.160. En este nivel se encuentra, además, la media de 50 sesiones y la parte alta del hueco alcista abierto entre el 10 y el 11 de julio.

Por lo tanto, en la sesión de ayer se debió cerrar la posición larga que se recomendó abrir en el selectivo alemán. Se debe esperar ahora a una caída hasta, al menos, la zona comprendida entre el 8.180 y el 8.130 para comprar. El stop debería situarse por debajo del 8.130 en términos de cierre o con una apertura en hueco bajista por debajo de este nivel.