Agosto empieza reventando resistencias

Los índices europeos han hecho oídos sordos a las múltiples señales técnicas que ponían en tela de juicio su capacidad de ruptura de resistencias claves. En la primera sesión del mes de agosto y gracias a los mensajes de corte expansivo de todos los bancos centrales a nivel mundial (desde los EEUU hasta China pasando por Europa) y a los datos de actividad de los sectores productivos y de servicios (índices de gerentes de compra en China, Europa y USA), los índices han superado con claridad sus niveles de resistencia. El riesgo ahora es ver si estas rupturas se mantienen ya que, de lo contrario, aparecerían potenciales trampas alcistas muy cerca de importantes niveles de resistencia en los índices principales directores como el S&P500.

En este gráfico se analiza la evolución del IBEX contado CON DIVIDENDOS en base diaria. El motivo por el que se sube este gráfico en lugar del gráfico habitual es porque se aprecia con mucha más claridad el posible HOMBRO-CABEZA-HOMBRO-INVERTIDO que podría estar construyéndose desde la segunda mitad de 2011.

A diferencia del gráfico habitual en el que la línea clavicular es compleja de situar de manera clara, en este gráfico se aprecia con muchísima claridad el punto en el que se encuentra esta línea; en el 16.856. Este es el máximo que se alcanzó a finales de octubre de 2011 y que se está intentando superar, sin éxito por ahora, desde que se inició el año 2013.

En el gráfico ampliado se aprecia que este índice superó con absoluta claridad el nivel de resistencia comentado. Además, esta ruptura surge tras la ruptura de la parte alta del canal bajista (de color negro) que se puede construir desde finales de enero (en hueco alcista), lo que le confiere mayor impulsividad. Estas señales deberían confirmarse ahora con la ruptura del máximo del último intento de ruptura de la resistencia (línea horizontal verde de puntos situada en el 17.062) y, sobre todo, con la capacidad que demuestre de mantener la ruptura del 16.856 en términos de cierre.

Por lo tanto y a pesar de la verticalidad del movimiento y de que las medias móviles no presentan una configuración adecuada, se debe comprar. Lo ideal sería aprovechar cualquier vuelta al 16.856 (8.450 en el índice habitual) o levemente por debajo del mismo para realizar las compras. Estos largos deben mantenerse en tanto en cuanto el índice no pierda el nivel mencionado en términos de cierre.

En este gráfico se analiza la evolución del Dax contado en base diaria, uno de los índices directores europeos que no lograban ratificar las señales alcistas de estos últimos días que se percibían en los índices periféricos y en el Eurostoxx50.

En la sesión de ayer y tras abrir con un hueco alcista por encima del nivel de los 8.305 puntos, el índice desplegó un movimiento alcista muy potente que ha situado el cierre claramente por encima del mencionado nivel y casi también por encima del máximo del último intento de ruptura de esta resistencia (8.415). Este movimiento aleja el riesgo de correcciones hasta la zona de soporte a la que se viene haciendo referencia últimamente y vuelve a abrir la posibilidad de que se alcancen, como mínimo, los máximos de mayo (8.550’s).

Sin embargo, hay que ser consciente de un riesgo que, por ahora, no es muy relevante. En línea con lo que se viene comentando sobre este índice, este comportamiento se ajustaría, desde un punto de vista de Ondas de Elliott, con la onda 5 del movimiento alcista que se inició el pasado 24 de junio. De estar en lo cierto, lo normal sería que esta onda superase el máximo anterior (techo de la onda 3 en el 8.415) y se dirigiese, como mínimo, hacia la primera proyección de Fibonacci situada en el 8.560 (la siguiente proyección apunta a los 8.765 en donde se encuentra también la parte alta del canal que se puede construir desde septiembre de 2011).

Por lo tanto, se debe aprovechar cualquier vuelta al entorno del 8.370 para comprar (50% de retroceso del rango de la sesión de ayer). El stop debe situarse por debajo del mínimo de ayer (8.316) en términos de cierre. En principio, el objetivo de subida debe situarse por encima de los 8.500 puntos en donde habrá que determinar si aparecen señales de techo que indiquen agotamiento o no.