¿Terminó la onda 3 de los índices?

Los índices europeos no lograron frenar las ventas que se han producido como consecuencia de la vuelta que se produjo en los índices USA en la segunda mitad de la sesión del pasado viernes. Esta caída ha provocado que se haya roto la serie de máximos crecientes que se inició el pasado 24 de marzo, lo que eleva la posibilidad de que la onda 3 del movimiento alcista iniciado el 14 de marzo pueda haber terminado.

En este gráfico se analiza la evolución del Eurostoxx50 contado en base diaria. Tal y como se ha comentado al principio, la media europea perdió el mínimo del viernes (3.205). La ruptura de este nivel es la primera señal de que la fase de aceleración explosiva iniciada el 24 de marzo (onda 3) podría haber llegar a su fin.

Si este fuera el caso, existiría la posibilidad de que se hubiese iniciado la onda 4 la cual, a tenor de cómo se desarrolló la onda 2, debería ser lateral; esto significa que no debería perder más del 50% de todo lo recorrido en la onda 3 lo que daría un objetivo máximo de caída en los 3.142 puntos, no lejos de la parte baja del hueco alcista (3.133) que el índice dejó abierto entre el 27 y el 28 de marzo.

En este caso, se perforaría el máximo creciente principal anterior situado entre el 3.169 y el 3.177 lo que elevaría la probabilidad de que todo lo negociado por encima de esta resistencia a lo largo de la semana pasada podría no ser más que una trampa alcista. Pero mientras no se cierre el mencionado hueco, una ruptura de esta zona no debería preocupar en exceso.

La otra alternativa es que la onda 3 no haya terminado aún para lo cual sería necesario que la zona comprendida entre los 3.169 y los 3.177 no se pierda en términos de cierre. Pero, en cualquiera de los dos escenarios, la tendencia alcista sigue instalada.

Por lo tanto, se debe aprovechar que el índice retrocede hasta la zona de resistencia previa (3.169 a 3.177) para incrementar las posiciones largas que se han recomendado abrir a lo largo de las dos últimas semanas. El stop debe seguir siendo similar al comentado en el post de ayer; esto es, se debe reducir a la mitad la posición larga completa en caso de cierre por debajo de 3.133. El resto solo se debe vender en caso de cierre por debajo de 3.096.

En este gráfico se analiza la evolución del Ibex contado en base diaria. Al igual que la media europea, el selectivo español perforó el mínimo del viernes rompiendo con ello una racha de 9 sesiones de mínimos crecientes consecutivos. Este comportamiento indica que podría haberse fijado un techo temporal que se correspondería con el posible final de la onda de aceleración (onda 3) del tramo alcista iniciado el 14 de marzo. Sin embargo hay que resaltar que la estructura gráfica es menos negativa que la percibida en el Eurostoxx ya que el cierre de la sesión logró situarse por encima del mínimo del viernes.

A pesar de todo, el riesgo bajista más inmediato pasa por el comportamiento que tenga el índice en la zona comprendida entre 10.552 y 10.525. Esta es la zona en donde quedó fijado el máximo del pasado mes de enero y que se superó el jueves de la semana pasada. La ruptura de este soporte en apertura o en cierre elevaría el riesgo de trampa alcista, lo que abriría la posibilidad de que se pudiese desplegar un proceso correctivo de cierta envergadura. Sin embargo y a tenor del comportamiento de la onda 2 del movimiento de subida iniciado el pasado 14 de marzo (perdió más de un 61,8% de la onda 1), si ha empezado ya la onda 4, no debería perder más del 38,2% de toda la onda 3; esto es, no caer por debajo de 10.385.

Por lo tanto, a diferencia de lo comentado en el post de ayer, las posiciones largas que se recomendaron abrir a lo largo de las dos últimas semanas deben incrementarse si el índice logra alcanzar el entorno de los 10.385 (ya no entre 10.475 y 10.550). El stop, sin embargo, debe seguir situándose en el mismo sitio; esto es, por debajo de 10.199 en términos de cierre.