Europa enseña sus músculos

El mantenimiento de expectativas de crecimiento de los países desarrollados publicado ayer tarde por el FMI fue probablemente el catalizador que permitió que los índices europeos lograsen revertir la espiral bajista de corto plazo en la que se habían metido durante la primera parte de la sesión. Este giro ha permitido que se hayan formado figuras de suelo en varios de los índices directores europeos lo que abre la posibilidad de que el proceso correctivo de los últimos días haya terminado, algo que deberá ser ratificado rápidamente para que quede totalmente asentado.

En este gráfico se analiza la evolución del Eurostoxx50 contado en base diaria. La reacción alcista comentada permitió que el índice lograse formar un ‘hammer’. Esta figura adquiere especial relevancia en este caso porque surge después del intento de ruptura de los máximos de enero que, tras ser superados hace una semana, deben demostrar que pasan a ejercer de soporte (‘pullback’). De no ser así, el riesgo de trampa alcista se incrementaría.

A pesar del mensaje positivo que emite esta figura, es necesario que sea confirmada. Para ello, es necesario que la reacción de ayer tarde tenga continuidad alcista de manera que el índice sea capaz de construir una vela alcista cuyo cierre se sitúe por encima del máximo de la vela bajista del lunes.

Por otro lado y siguiendo con el descuento de ondas al que se viene haciendo referencia últimamente, la figura de suelo de ayer abre la posibilidad de que la onda 4 del tramo alcista que se inició el pasado 14 de marzo pueda haber terminado. Para ello es clave que el mínimo de ayer (3.146) no sea perforado.

Por lo tanto, las posiciones largas que se han recomendado abrir a lo largo de las últimas semanas así como las que se hayan podido añadir ayer alrededor del 3.170 deben mantenerse. Sin embargo, se deben modificar los stops. El primero de ellos que obligaría a reducir a la mitad toda la posición larga debe situarse por debajo de 3.146 en cierre. El resto debe seguir situándose por debajo de 3.096 en términos de cierre.

En este gráfico se analiza la evolución del Ibex contado en base diaria. A diferencia de la media europea, el selectivo español no fue capaz de formar un ‘hammer’ después de la ruptura de la primera zona de soporte situada entre 10.475 y 10.550. Sin embargo, se detuvo justo en el 38,2% de la onda 3 a la que se hizo referencia en el post de ayer lo que abre la posibilidad de que la onda 4 del tramo alcista de grado menor iniciado el pasado 14 de marzo pueda haber terminado ya.

Para ello, es necesario que se recupere a la mayor brevedad el nivel de los 10.550 y, sobre todo, el máximo de la vela bajista desplegada en la sesión de ayer (10.626). De lo contrario y, sobre todo, si se pierde el 10.385, se abrirá la posibilidad de que la corrección de los últimos días profundice más pudiendo incluso llegar a la zona comprendida entre los 10.100 y los 10.200 puntos en donde se encuentra el 61,8% de la onda 3 desplegada desde el 24 de marzo y el máximo de la onda 1 (máximo del 19 de marzo).

Por lo tanto, las posiciones largas que se vienen arrastrando desde hace dos semanas así como los largos que se hayan podido abrir en la sesión de ayer deben ir ligados a un nuevos nivel de stop el cual debería situarse en el 10.300 en términos de cierre. Por el contrario, un cierre por encima de 10.626 sería motivo suficiente para incrementar de nuevo la posición completa.