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El oro lo tiene todo en contra de nuevo
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Carlos Doblado

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El oro lo tiene todo en contra de nuevo

Si hoy el metal cae para romper un soporte como era de los 1.180 puntos, en cierre semanal y mensual, entonces es que estamos lejos del suelo todavía

La historia del oro es la típica historia en el que la gente muere de éxito. Recuerdo que una inquietud me perseguía durante la escalada al caminar por la ciudad: se multiplicaban las tiendas de “compro oro”. ¿Cómo olvidar el florecimiento que tuvieron en España las pequeñas inmobiliarias en los primeros de siglo? Aparecían como setas. No teníamos calle sin una o dos de ellas… Sin ser tan exagerado, algo parecido me parecía que sucedía con los negocios de “compro oro”. A sacar conclusiones de esto había yo aprendido en 2000, cuando mi mundo se convirtió en “Internet” por todas partes. Me fue muy útil esa experiencia para decidir devolver los incentivos fiscales de mi cuenta vivienda en 2006… Haber invertido en renta variable y no en casitas como la mayoría de las personas que me rodeaban -incluso dos de las tres personas que formábamos el núcleo duro de Bolságora se compraron una 2008-, ha resultado muy fructífero. Es verdad que Internet ha cambiado la historia de muchos.

Pero la historia del oro es la historia del hombre, una historia del mercado, la historia de siempre, la del miedo y la codicia. Hoy viernes estamos viendo una de miedo, y aunque eso nos acerca a la oportunidad siento decir que no parece razonable trabajar sobre esa idea por el momento.

El oro y la plata, que vienen del pinchazo de sus propias “burbujas”, padecen como pocos activos un dólar fuerte. Si el dólar se fortalece, con las maniobras del BOJ respecto al yen como excusa, el oro y la plata caen. Su proceso de altos vuelos terminó el día en que dejó de hacerlo el Dollar Index.

Y si hoy el oro cae para romper un soporte tan brutal como era de los 1.180 puntos, en cierre semanal y mensual como podríamos ver al cierre, entonces estamos lejos del suelo todavía. Es algo que ya había anticipado la plata hace semanas perdiendo la zona situada en los 18 dólares. Plata y oro vivieron una larga lateralidad entre finales de 2011 y primeros de 2013, que se resolvió a la baja y provocó varios meses de fulminante presión para sus precios. La ruptura bajista que estamos viendo del movimiento lateral vivido entre los 1.180 y los 1.400 dólares, de manual también, debiera tener consecuencias muy parecidas si aceptamos que los patrones existen y que ambos se parecen muchísimo. Así me lo parece al menos, y presumiblemente no vamos a tener un dólar débil que le permita refugiarse. No espero un suelo antes de los psicológicos 1.000 dólares.

La historia del oro es la típica historia en el que la gente muere de éxito. Recuerdo que una inquietud me perseguía durante la escalada al caminar por la ciudad: se multiplicaban las tiendas de “compro oro”. ¿Cómo olvidar el florecimiento que tuvieron en España las pequeñas inmobiliarias en los primeros de siglo? Aparecían como setas. No teníamos calle sin una o dos de ellas… Sin ser tan exagerado, algo parecido me parecía que sucedía con los negocios de “compro oro”. A sacar conclusiones de esto había yo aprendido en 2000, cuando mi mundo se convirtió en “Internet” por todas partes. Me fue muy útil esa experiencia para decidir devolver los incentivos fiscales de mi cuenta vivienda en 2006… Haber invertido en renta variable y no en casitas como la mayoría de las personas que me rodeaban -incluso dos de las tres personas que formábamos el núcleo duro de Bolságora se compraron una 2008-, ha resultado muy fructífero. Es verdad que Internet ha cambiado la historia de muchos.

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