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Los osos derriban trincheras en una semana de gran dolor
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Carlos Doblado

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Los osos derriban trincheras en una semana de gran dolor

Ha sido muy contraproducente desde un punto de vista técnico. No se trata sólo de la violencia ni de las pérdidas, se trata de la ruptura en cierre semanal, de diques de contención de importancia

Foto: Toro metálico situado a la entrada de Wall Street. (Reuters)
Toro metálico situado a la entrada de Wall Street. (Reuters)

Tras la última reunión del BCE, comenté en esta tribuna que mi escenario de reconstrucción alcista estaba siendo abiertamente cuestionado en Europa. También le decía que eso no es algo inusual, puesto del mercado es cosa de locos y más bien fea, poco parecida a los libros al bonito mundo que nos han querido vender los expertos desde siempre. Ya sabe, la mayoría de la gente está centrada en proteger su negociado.

Comentaba entonces que el deterioro europeo no era extensible a Wall Street todavía. Y uso el pasado de un modo deliberado, pues esta semana ha sido no sólo dolorosa para los inversores sino muy contraproducente desde un punto de vista técnico. No se trata sólo de la violencia ni de las pérdidas, se trata de la ruptura en cierre semanal -mediante gap de apertura y velón negro- de diques de contención de importancia que vetaban la posibilidad de que se retomase el intento de los bajistas de tomar el control del mercado que ya tuvimos el pasado agosto. De hecho, la estructura del S&P500 confirmada entones, de manual, nunca ha sido rota al alza y, por tanto, nunca ha sido plenamente desactivada.

Los soportes de corto plazo que mantenía en pie buena parte de Wall Street, la más célebre al menos, han sido perforados a la baja durante esta semana. De este modo, las carencias que índices como el Russell2000 y el Dow Jones Transportes ponían de manifiesto durante la recuperación de septiembre -en la que le invite a participar desde los mínimos fundamentalmente por cuestiones de sentimiento inversor- ganan credibilidad como acontecimientos que plantean un posible cambio en la tendencia que Ágora intenta trabajar, y que desde luego no es la del corto plazo. ¡Un analista técnico que no habla del corto plazo! ¡Anatema! Bueno, es que "dialoga" usted con la voz de una EAFI. Nosotros no vendemos suscripciones, cursos o ilusión, ni nos interesan como a otros los incentivos que favorezcan una mayor frecuencia en su operativa.

Produciendo la convergencia de las medias Dow

Las inercias de la semana, más allá de su endemoniada intensidad, juegan muy en favor de los bajistas. El Dow Jones Transportes ha perforado zonas de soporte que van más allá del corto/medio plazo, planteándose ya la posibilidad de que estemos en un mercado bajista de orden superior. Hablamos de circunstancias chartistas que no cambian de una semana para otra, ni siquiera de un mes para otro. La clásica divergencia Dow que han presentado durante meses los precios parece estar ganando la partida a diferencia de los que sucedió en 2012.

Con todo, no puedo hablar aún de un mercado bajista. No es que no quiera, es que no puedo. Puedo seguir reconociendo las carencias del mercado, y también que me he equivocado esperando nuevos máximos pese a la falta de breath, pero no puedo afirmar que tenemos un mercado bajista sin que se rompan los soportes que delimitan tal cosa; y para eso el Industrial deberá confirmar al Transportes rompiendo los mínimos de agosto del pasado ejercicio. No estoy aquí para adivinar sino para describir la realidad considerando las consecuencias que de ésta descripción pueda derivarse. Y sí, sé que está lejos, pero este juego no lo he inventado yo y por eso acudo siempre a la idea del acordeón, a la de la toma de decisiones graduales desde el corto plazo para modular los estragos que pueden hacer los movimientos en el ínterin de una tendencia lateral a una bajista.

Cuando las barbas del vecino veas pelar...

Más allá del Dow Jones Transportes, varios índices pueden empezar a completar el cuadro bajista en el corto plazo: el Russell2000, el EuroStoxx50 y nuestro IBEX35, que en su versión total return se ha quedado sobre los 22.000 que son zona de grandioso soporte. Sí, ya sé que el contado de nuestro principal índice ya ha perforado la zona equivalente a la baja, así que aprovecho para invitarle a la lectura de los argumentos que considero hacen mejores a estos gráficos poco habituales en los análisis que son las referencias total return cuando las hay. Puede leerlo en www.carlosdoblado.com. Los 22.000 puntos del IBEX35 TR no sólo son los mínimos de 2014 sino también de los altos del rally de 2009. Y sí, también el nivel bajo el cual hay que considerar la posibilidad de una gran pauta de cabeza y hombros (hch) que, sobra decirlo, podría confirmar el EuroStoxx50 próximamente si la corrección que parece anunciarnos el arranque de 2008 se extiende algo más y perforamos los mínimos de agosto.

Lo cierto es que no parece que el mercado americano esté como para rebotes sensibles ni vaya a dificultar la labor de los bajistas, pues el S&P500 parece tener que acercarse a los mínimos del pasado agosto tras lo acontecido esta semana en forma y fondo. Al los problemas que generan ésta y otras rupturas bajistas de soportes de corto plazo, se suma un oro que ha roto al alza, la ruptura alcista de los precios de los bonos y un euro/dólar que empieza a fortalecerse desde zonas de gran soporte estructural, desde niveles óptimos para el cambio de una inercia que en los últimos tiempos ha jugado en favor de Wall Street. El decepcionante comportamiento del mercado pese a un dato de desempleo espectacular como sucediera ayer, transmite mejor que casi cualquier otra cosa la depresión en la que pueden haberse sumido los alcistas.

Esta semana sobre el estruendo que ha generado el arranque de 2016. No voy a engañarle, huele bastante mal. En Ágora hemos bajado la exposición un 30 por ciento durante las últimas dos semanas a través de cierre de posiciones y apertura de coberturas, y en caso de rebote muy probablemente seguiremos reduciendo. Todo el mundo lo compara ya con 2008, incluso el grandísimo Soros se atreve con ello desde su visión historicista. Yo, humildemente, pienso que en lo que a las bolsas de renta variable se refiere podemos ver sonoras correcciones adicionales si caen los mínimos del pasado verano de forma generalizada, pero ni espero algo similar al 60 por ciento de caída que generó en algunos índices 2008, ni me planteo el final del mercado alcista que renacía, cual Fénix, en marzo de 2009. Y acudo para ello a la simple historia, a los hechos, ni a los gráficos ni a una visión de la misma. No se puede subir siempre, y el acordeón debe contraerse porque tenemos reglas para no hacernos preguntas, pero como he afirmado muchas veces retenga el panorama de fondo para que los árboles no le impidan ver el bosque si, como yo, trabaja su dinero activamente -por si el mundo cambia alguna vez y para que el tránsito sea menos volátil- pero lo hace pensando en dónde quiere estar a quince años vista.

Tras la última reunión del BCE, comenté en esta tribuna que mi escenario de reconstrucción alcista estaba siendo abiertamente cuestionado en Europa. También le decía que eso no es algo inusual, puesto del mercado es cosa de locos y más bien fea, poco parecida a los libros al bonito mundo que nos han querido vender los expertos desde siempre. Ya sabe, la mayoría de la gente está centrada en proteger su negociado.

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