Febrero empieza casi tan duro como enero

Resistió en cierto modo el mercado español la corriente de ventas europea, pero lo hizo basándose en activos muy castigados y viendo cómo los más duros perdían momento. La capacidad de rebote que parece desprenderse del área por la que transita el IBEX35, o de la divergencia cuantitativa que presentan los precios, depende de que la presión del entorno no siga aumentando de nuevo.

De entrada, febrero ha empezado casi igual de mal que enero en lo que al conjunto se refiere. Sólo una superación de los altos de la semana previa pueden cambiar realmente la situación técnica en relación a la recaída de los dos últimos meses.

Pese a las velas propuestas el jueves, el mercado europeo se vio presionado por Wall Street y puso al DAX30 al borde de una ruptura de soporte en corto plazo. La situación de rebote que esperábamos sobre base de canal bajista de muy corto plazo no ha presentado en el caso europeo nada que haya permito creer en algo más allá de ello. Ni lo hará salvo en caso de inmediata reacción y ruptura de máximo previo. Las zonas rojas vuelven a estar bajo presión.

Recaída para el mercado norteamericano, con el Nasdaq liderando a los bajistas. Y eso, lejos de ser positivo es lo peor que puede pasarle a un mercado que ha venido teniendo en éste a su gran paladín. La clara ruptura de los 4.000 puntos de su versión plantearía una formación de vuelta más amplia que la ya propuesta con la ruptura de los mínimos marcados durante el último trimestre de 2015 para marcar deterioro en corto plazo. El buen momento mostrado por el Dow Jones Industrial y la incapacidad del VIX para saltar al alza serían divergencias que pueden aún mantener serenos a los compradores pese a este duro arranque que también propone febrero.