Es noticia
Arde Troya, pero Wall Street sigue sin romperse los cuernos
  1. Mercados
  2. Bolságora
Carlos Doblado

Bolságora

Por

Arde Troya, pero Wall Street sigue sin romperse los cuernos

El castigo que han vivido muchas áreas del mercado es realmente consistente. Primero fueron los emergentes, luego Europa y Japón. Incluso zonas del mercado norteamericano, aunque no las clave

Foto: Imagen de la bolsa española esta semana. (EFE)
Imagen de la bolsa española esta semana. (EFE)

Comprendo que es doloroso ver reventados al IBEX35, e incluso al EuroStoxx50, sin que hayan caído las zonas clave en el mercado norteamericano. Pero yo no he inventado las reglas. Les exponía hace unas semanas en esta tribuna lo que, por ejemplo, había sucedido en 1994. El movimiento lateral del S&P en torno al 10% se llevó por delante casi un 30% del IBEX35. 1992 fue aún peor, con una corrección cercana al 35% mientras el S&P500 no llegaba a dejarse un 8%.

Invertir en EEUU parte de su capital es algo indispensable para cualquier inversor. Es la cosa más fácil del mundo si cubres la divisa -se lo he propuesto con la superación de la zona 1,095 como operativa de trading-. El dólar no ha sido buen lugar desde hace más de 200 años, y hoy en día existen modos sencillísimos de obtener las ventajas de invertir en Wall Street sin tener que padecer el poco amor que en realidad profesan los norteamericanos por su divisa.

El período 2010/2012, sin ir tan lejos, es otro ejemplo de lo que puede pasar en el mercado pese a no haber sido anulado el proceso alcista global. Quizá el más escandaloso. El varapalo recibido por nuestro índice y el resto de PIGS de la mano de la crisis de deuda periférica sigue en nuestra retina. El IBEX35 se dejó más de un 40% ajustando el dividendo mientras el S&P500 se movía en lateral con una corrección intermedia del 18%. En estos días, nuestro índice se ha dejado más del doble que el S&P500 desde el pasado marzo. Y como puede verse en el gráfico adjunto este último sigue en lateral. Molestará, no gustará, pero los viejos del lugar sabemos que dar por muerto a un toro sin que a Nueva York se le rompan los cuernos no es razonable.

El proceso de castigo que han vivido muchas áreas del mercado es realmente consistente. Primero fueron los emergentes, luego Europa y Japón. Incluso zonas del mercado norteamericano, como expresan convenientemente el Russell2000 y el Dow Jones Transportes, han corregido para presentar condiciones de mercado bajista. Y sin los más emblemáticos índices de la renta variable norteamericana, Dow Jones Industrial, Nasdaq Compuesto y por supuesto el S&P500, han mantenido y mantienen sus soportes en pie.

Por tanto, quien afirma que el mercado es bajista lo hace con Wall Street respetando muchos de sus mínimos crecientes en gráficos semanales y mensuales. Y oiga, libre es la gente de hacer como cierto aficionado a los gráficos y su disparate sobre sentimiento inversor, del que le daba pruebas hace semanas. Hay gente que, simplemente, analiza para justificar algo que viene de arriba. Y esto es tan maravilloso que hasta una moneda tirada al aire puede acertar un montón de veces. Evidentemente no puedes vivir de espaldas a la realidad, nuestra cartera española, por ejemplo, tiene una exposición algo superior al 20% en este momento -por eso contiene la pérdida y se deja sólo un 6% en 2015 frente al 16% del IBEX35 con dividendo incluido-, pero si hablamos del mercado no puede ignorarse cómo se encuentra la referencia. Y en 'Ágora' le hablamos del mercado, que es muy grande.

Un sentimiento bajista radical

Al otro lado del charco, en este momento, se vive en entorno de altísimo pesimismo atendiendo a las lecturas que presentan las herramientas que manejan los profesionales -sí, las mismas que no estaban extremadas por el lado comprador antes de la recaída, digan lo que digan los que necesitan contentar al jefe-. Son niveles de negatividad que no se habían visto desde el suelo de 2009.

Lo muestra la media de 10 sesiones del ratio put/call, extremada por dos veces y presentando divergencia -como en anteriores suelos de ciclo-. Mientras el S&P marca ligeros mínimos decrecientes cuestionando pero sin romper, el oscilador no marca máximos sino que diverge.

Algo similar muestra también el archifamoso índice del miedo, el VIX, muy por debajo de los 50 puntos alcanzados en agosto.

Muestra sentimiento bajista muy extremo el diferencial bull/bear de la encuesta de Investors Intelligence sobre los asesores profesionales norteamericanos. Ligeramente por debajo de los mínimos que se marcaron en 2010 y 2011, que son las últimas dos grandes correcciones del mercado norteamericano, muestra un nivel no visto desde el suelo de marzo de 2009.

¿Compro o sigo con el miedo en el cuerpo?

Sobre zona de soporte clave, el S&P500 ha dejado una vela semanal -de onda alta- y se ha formado una pauta en las tres últimas sesiones de tipo lucero del alba. Son patrones potencialmente alcista. Un inversor agresivo compra con stop bajo las mismas. Ojo, un inversor agresivo. Hemos sufrido y mucho esta semana por culpa de velas en Japón muy parecidas. Y a mí me salido caro confiar en ellas.

Para tener algo consistente, direccional, hay que dar uso a la misma lógica que nos impide considerar tendencialmente bajista al mercado en el proceso de medio plazo. Durante las últimas semanas los precios se han desplazado, zigzagueantes, sobre zona de soporte, y por tanto la tendencia es lateral a muy corto plazo, ajustando el proceso vendedor previo. Debe romperse ese lateral al alza para que el cambio que intentan plantear los precios sea consistente. Debe caer la primera resistencia horizontal de la serie de máximos decrecientes que se define desde el máximo de finales de 2015. Si así sucede, tendríamos un doble suelo -s1s2- sobre base de canal alcista, y en medio de un abrumador pesimismo.

Y sí, eso permitiría soñar con mantener a los osos a raya tras año y medio de lateralidad en Wall Street. Recuerden, llevamos décadas sin ver un doble cruce de la muerte que acabe en mercado bajista si éste está en tendencia alcista de medio/largo plazo. Tres casos hubo en el mercado alcista de los 80 y 90, que se solucionaron con laterales más o menos parecidos al actual. Para los que sepan que hubo dos casos que se resolvieron a la baja, en 1969 y 1977, diré que se produjeron dentro de un proceso lateral de medio/largo plazo. Y de esa situación, vivida durante la primera década de este siglo, se supone que salimos al alza en 2013 en busca de una reversión a la media que me ayudó a ser de los pocos que habló de suelo en 2009. Tras un proceso de corrección extrema bajo su regresión a la media, Wal Street lleva más de 200 años sin vivir correcciones de primer nivel -tipo 2000 o 2008, que no hay que confundir con las del tipo 1987 o 2011, que tendríamos que ver si rompemos a la baja- sin irse primero claramente por encima de la citada regresión. Y como he dicho siempre para negar que el mercado esté más cerca del infierno que del cielo, eso no se ha dado en el actual ciclo alcista.

Comprendo que es doloroso ver reventados al IBEX35, e incluso al EuroStoxx50, sin que hayan caído las zonas clave en el mercado norteamericano. Pero yo no he inventado las reglas. Les exponía hace unas semanas en esta tribuna lo que, por ejemplo, había sucedido en 1994. El movimiento lateral del S&P en torno al 10% se llevó por delante casi un 30% del IBEX35. 1992 fue aún peor, con una corrección cercana al 35% mientras el S&P500 no llegaba a dejarse un 8%.

Ibex 35 Wall Street Japón