Es noticia
Que no le confundan de nuevo: ni abismo bursátil, ni subida eterna
  1. Mercados
  2. Bolságora
Carlos Doblado

Bolságora

Por

Que no le confundan de nuevo: ni abismo bursátil, ni subida eterna

Este negocio de la tendencia consiste -un año tras otro- en no hacer nada salvo en momentos puntuales

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Muchas veces me han dicho que no me mojo. Por supuesto, no es mi trabajo. En los últimos años incluso he tenido que escuchar que soy un siempre-alcista, lo que me genera aún mayor sorpresa porque en la década pasada me llamaban siempre-bajista. La gente nos confunde con chamanes y curanderos. Luego les ocurre lo que les ocurre en esta jungla.

Buffett afirma haber aprendido mucho sobre inversión viendo béisbol, pues a diferencia de en ese deporte la victoria en los mercados se lograría dejando pasar muchas bolas sin batearlas. Pero claro, tampoco hay que dejar de batear las realmente buenas. Desde febrero de 2016, cuando le serví un balón histórico en bandeja, ha habido un par de momentos más para intentarlo, pero en general este negocio de la tendencia consiste -un año tras otro- en no hacer nada salvo en momentos puntuales. Humildemente, es lo que pretende hacer en Ágora EAFI.

La gente cree que un experto tiene que tener respuestas para todo y sobre todo en cualquier momento, cuando esencialmente éste se diferencia de los demás por tener muy claro siempre que ignora la mayoría de las cosas. Parece que especuladores e inversores financieros no hubieran escuchado nunca que no hay mejor terapia que prevenir. Y para prevenir conviene tener reglas y seguirlas, bateando siempre las buenas bolas aunque eso te convierta en el único mono que se sale del consenso. Es muy incómodo, lo sé perfectamente. Yo no suelo hacerme preguntas, especialmente desde que conseguí entender que la mejor forma que tenía de servir a mi lector y a mi cliente era no escuchándoles cuando de 'market timing' se trata. Hago mi trabajo cuando toca, y a partir de ahí la responsabilidad ha dejado de ser mía. No estoy aquí para mojarme, estoy aquí para que las ecuaciones riesgo/beneficio estén equilibradas y eso pasa de higos a brevas. Esto es así, y no lo he inventado yo.

Para prevenir conviene tener reglas y seguirlas, bateando siempre las buenas bolas aunque eso te convierta en el único mono que sale del consenso

Que el mercado es alcista es una obviedad. Duele a los ojos que lo ven ya a estas alturas, y también a los corazones que lo padecen. Esta semana Investors Intelligence ha publicado su dato de alcistas más elevado desde 1987. Pedirme por tanto ideas compradoras un año después de que el mercado norteamericano hiciese suelo es pedirme que opere muchísimo después de lo que era conveniente hacerlo. Ha habido dos o tres momentos -el primero en medio de un extraordinario pesimismo en términos de encuestas- y he respondido a ellos con operativas sobre índices que pueden verse en nuestra tabla de seguimiento de recomendaciones. Para completar la baraja, acciones. Pedirme que dé ideas vendedoras -cortos- es pedirme algo que prometí no hacer ya en 2009 durante los siguientes lustros porque conozco la historia.

Estoy completamente de acuerdo con los que afirman que no es el momento de pensar en comprar. Salvo para operaciones de poco calado o curiosidades estoy completamente de acuerdo, tiempo hubo para ello. Es momento de mantener y de ir pensando en soltar algo de lastre si subimos un 4/5% adicional en el corto plazo, porque en tal caso se alcanzarían de forma vertical y generalizada un buen grupo de techos de canal alcista. Pero ojo que mi opinión no ha cambiado: conviene no confundir corrección con cambio de tendencia. Los que esperaban el fin del mundo en los primeros meses del año pasado van a seguir teniendo que soportar la frustración si no son hábiles; pues tras la corrección, sea más o menos larga en tiempo y/o profundidad, vendrán nuevos máximos.

Muchas veces me han dicho que no me mojo. Por supuesto, no es mi trabajo. En los últimos años incluso he tenido que escuchar que soy un siempre-alcista, lo que me genera aún mayor sorpresa porque en la década pasada me llamaban siempre-bajista. La gente nos confunde con chamanes y curanderos. Luego les ocurre lo que les ocurre en esta jungla.