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Comprar barato y vender caro, el dicho que nunca se cumple
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Javier Molina

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Comprar barato y vender caro, el dicho que nunca se cumple

El mejor momento para ponerse largo es cuando existe el mayor pesimismo y, por el contario, cuando se está en máximos de optimismo habría que ponerse corto

Foto: Dos traders en la bolsa de Nueva York. (Reuters)
Dos traders en la bolsa de Nueva York. (Reuters)

La semana pasada se publicaron los últimos datos del cuestionario del Investor Intelligence (IIS) sobre el grado de optimismo existente en mercado. Existen multitud de indicadores que pueden utilizarse para ver de qué lado está el sentimiento inversor, pero el IIS tiene una serie de peculiaridades que lo hacen ser de los más seguidos y respetados. Creado en 1963, se publica semanalmente desde esa fecha y recoge la opinión sobre la evolución futura de las bolsas de un grupo de expertos, con el objetivo de obtener el nivel de alcistas y bajistas existentes a corto plazo. Pese a que inicialmente el creador del indicador lo creó para intentar ver de qué lado estaban colocados esos inversores (y así poder aprovechar esa información), del estudio de los datos en el tiempo concluyó que, por norma, aquellos estaban equivocados en los puntos clave de giro del mercado.

De ese modo, al igual que sucedía con inversores y especuladores normales, los teóricamente más experimentados conocedores del mercado se equivocaban de la misma forma y, por tanto, los resultados obtenidos de esas encuestas podían funcionar como indicador de signo contrario. El mejor momento para ponerse largo es cuando existe el mayor pesimismo y, por el contario, cuando se está en máximos de optimismo habría que ponerse corto. Las emociones y la actividad en el mercado parece que atacan por igual, tanto a los más hábiles como a los menos avispados. Y en la gran variedad de perfiles existente entre los de los que responden a ese cuestionario está el valor del índice pues, en el fondo, es una forma de sintetizar todo ese espectro de visión de mercado en unos números fácilmente interpretables.

En este primer gráfico podemos ver la evolución del número de alcistas y bajistas. Actualmente el 62,7% de los encuestados opinan que el mercado subirá a corto y son sólo un 16,7% los que piensan que el mercado caerá.

Una forma de verlo más claramente en mediante la ratio de alcistas respecto a bajistas. La lectura de febrero se coloca en 3,75 mostrando un claro optimismo respecto a lo que ha pasado en el último año.

Es curioso ver como hace justo un año con el S&P500 en 1830, la ratio no llegaba a 1 (más bajistas que alcistas) y hoy con el índice en 2.300, es cuando se alcanzan valores mucho más elevados. Está claro que lo de comprar barato no aplica y ese indicador en particular, indicaba que el pesimismo dominaba a esos inversores y no veían que era el momento de comprar. Hoy, sin embargo, con un ratio en 3,75 y todos los índices norte americanos en máximos históricos, hay que entrar sea como sea.

Al mismo tiempo, si atendemos a los flujos de entradas en renta variable, sumando los fondos mutuos y los ETFs, obtenemos un curioso detalle de entradas y salidas. Mientras que los primeros no han dejado de perder activos, los segundos que contienen básicamente gestión pasiva, no han dejado de crecer.

Y el resultado de la salida y entrada de ambos, la vemos en este gráfico.

El problema de esta entrada en fondos indexados radica en la no contemplación del precio que se paga. Es decir, cuando se entra en un ETF no importa lo que haga el activo en cuestión ni el precio que se pague por él pues la valoración, en definitiva, no existe.

Así las cosas y como bien me decía un lector la semana pasada, el mercado puede seguir subiendo pese a la complacencia existente. No vemos en el S&P500 un movimiento intradía del 1% desde mediados de diciembre, lo que supone el periodo de menor variación de toda la serie histórica. Con ese panorama, no es de extrañar que se sigan viendo entradas de flujos en renta variable (y en bonos) mientras sigue en aumento la esperanza de más alzas como hemos visto en los datos del IIS. Como ya sucedió en el pasado, se tiende a comprar caro y a vender barato pero seguro que esta vez, sí es diferente y yo seguiré estando equivocado.

La semana pasada se publicaron los últimos datos del cuestionario del Investor Intelligence (IIS) sobre el grado de optimismo existente en mercado. Existen multitud de indicadores que pueden utilizarse para ver de qué lado está el sentimiento inversor, pero el IIS tiene una serie de peculiaridades que lo hacen ser de los más seguidos y respetados. Creado en 1963, se publica semanalmente desde esa fecha y recoge la opinión sobre la evolución futura de las bolsas de un grupo de expertos, con el objetivo de obtener el nivel de alcistas y bajistas existentes a corto plazo. Pese a que inicialmente el creador del indicador lo creó para intentar ver de qué lado estaban colocados esos inversores (y así poder aprovechar esa información), del estudio de los datos en el tiempo concluyó que, por norma, aquellos estaban equivocados en los puntos clave de giro del mercado.

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