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Ni el Madrid ganará la Liga ni la bolsa subirá
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Javier Molina

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Ni el Madrid ganará la Liga ni la bolsa subirá

Si nos centramos en el S&P 500, la euforia ganadora se instala entre la mayoría de inversores. Son ya 93 los días seguidos que el índice no ha sufrido una caída del 1% en su cotización

Foto: El galés Gareth Bale, durante el partido con el Valencia. (Reuters)
El galés Gareth Bale, durante el partido con el Valencia. (Reuters)

Es curioso ver cómo las emociones en campos tan distintos como el deporte y las inversiones son, en esencia, muy similares y condicionan nuestra forma de ver el futuro. De este modo, y si tomamos el Real Madrid en fútbol, parece asumido por muchos que será el próximo vencedor de la Liga. Lo dicen mi vecino, la vidente Rossana Lara y hasta el CIES Observatory Football. El efecto Zidane, la BBC o el héroe Ramos siempre dispuesto a lograr lo imposible en el tiempo de descuento serán parte de los motivos para alcanzar el éxito. Hasta el buscador de Microsoft, que utiliza 'big data' y otras tecnologías, concluye que el ganador será el Madrid. Para la historia quedarán esos 30 partidos ganados y 10 empatados en una racha total récord de 40 encuentros invictos, donde ganaron la Copa de Europa, la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes. Ante esos datos y unos contrincantes no demasiado boyantes, nadie puede escapar del optimismo generalizado de ver al Madrid campeón.

Si nos centramos en el S&P 500, esa misma euforia ganadora se instala entre la mayoría de inversores. Son ya 93 los días seguidos que el índice no ha sufrido una caída del 1% en su cotización (solo ha pasado seis veces desde 1980) y 48 los días que no se han producido variaciones en el día (entre máximos y mínimos) del 1%, lo que supone estar ante el mercado 'más tranquilo' de la historia.

Si el Dow Jones marca hoy lunes otro máximo histórico, igualará el número de días consecutivos (12) de nuevos récords día tras día, desde 1987. Además, se ha cumplido ya un año sin tener una caída del 10% y siete meses desde el último descenso del 5%. Los niveles de volatilidad siguen en mínimos, mientras que las posiciones bajistas en la misma, muy cerca de máximos históricos.

Y mientras estamos ante un escenario asimétrico de rentabilidad y riesgo, los nuevos máximos están llamando cada vez más a nuevos inversores a participar de la fiesta. No hay alternativa donde colocar el dinero y, pese a la existencia de esas teorías de la relatividad que hemos visto alguna vez, lo cierto es que nos encontramos con un mayor número de ahorradores tomando riesgos sin conocer las implicaciones que ello supone. Por tener una cifra, solo en el ETF del S&P 500 (fondo cotizado que replica el comportamiento del índice) en el último año han entrado más de 20.000 millones de dólares, siendo el global de entradas mucho mayor. Parece que muchos no acaban de entender que no se trata de comprar caro para vender barato, sino todo lo contrario.

Y pese a que la historia demuestra que, conseguidos nuevos máximos, el mercado puede seguir subiendo, no estaría de más que el inversor se plantease qué compra, por qué lo compra y qué precio paga por ello. Al fin y al cabo, ser un bajista o un alcista es un concepto que no define la estrategia que un inversor tiene en mercado. Simplemente indica la forma en que se gestiona el riesgo, cómo calcula la rentabilidad futura esperada y cómo decide invertir (o no) sus ahorros disponibles.

Lo interesante de todo esto es que, de nuevo, son las emociones las que nos llevan a cometer los mismos errores una y otra vez. Mientras que el aficionado merengue sueña con ganar la Liga, el inversor en bolsa aplica alzas futuras a sus ahorros para ver cuánto puede ganar. El regreso, tras superar las lesiones, de jugadores clave como Bale, Modric o Pepe inyectará más moral al club blanco, como lo hacen Janet Yellen o Mario Draghi a las bolsas, y la fantasía podrá continuar. Y aunque posiblemente me equivoque y el cuento de la lechera sea solo eso, no estaría de más analizar siempre la rentabilidad desde un punto de vista del riesgo. Al fin y al cabo, si el Madrid no gana la Liga, se le olvidará en unos días, pero si pierde en bolsa, la cosa será claramente distinta.

Es curioso ver cómo las emociones en campos tan distintos como el deporte y las inversiones son, en esencia, muy similares y condicionan nuestra forma de ver el futuro. De este modo, y si tomamos el Real Madrid en fútbol, parece asumido por muchos que será el próximo vencedor de la Liga. Lo dicen mi vecino, la vidente Rossana Lara y hasta el CIES Observatory Football. El efecto Zidane, la BBC o el héroe Ramos siempre dispuesto a lograr lo imposible en el tiempo de descuento serán parte de los motivos para alcanzar el éxito. Hasta el buscador de Microsoft, que utiliza 'big data' y otras tecnologías, concluye que el ganador será el Madrid. Para la historia quedarán esos 30 partidos ganados y 10 empatados en una racha total récord de 40 encuentros invictos, donde ganaron la Copa de Europa, la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes. Ante esos datos y unos contrincantes no demasiado boyantes, nadie puede escapar del optimismo generalizado de ver al Madrid campeón.

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