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Lo que hoy importa es Holanda y no los tipos de interés en EEUU
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Javier Molina

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Lo que hoy importa es Holanda y no los tipos de interés en EEUU

Las elecciones en Holanda son una especie de barómetro sobre el populismo real que podemos encontrarnos en Europa. Un auge del mismo podría provocar ciertos riesgos

Foto: El ultraderechista del PPV holandés, Geert Wilders. (Reuters)
El ultraderechista del PPV holandés, Geert Wilders. (Reuters)

La Reserva Federal lo sabe. Los mercados de acciones, de bonos y el inmobiliario están disparados y un paso en falso sería fatal para los mercados. Basta con mirar al gráfico de siempre, el de la riqueza financiera respecto a los ingresos disponibles, para darse cuenta de dónde están los precios, inflación ajustada, a día de hoy. Y aunque sepamos que la concentración de esa riqueza no es uniforme, pues solo un 10% de la población se está beneficiando de forma importante tras ocho años de revalorizaciones, lo cierto es que se ha superado ya en 2017 la zona de máximos alcanzados en la burbuja de internet y en la financiera de 2008.

Por esa razón, la Fed nos viene preparando desde hace ya unas semanas para el alza de los tipos de interés de hoy miércoles. El alza acumulada de todos los índices norteamericanos desde las elecciones de noviembre se acerca al 15%, y la Reserva Federal no quiere sorpresas ni sustos innecesarios. Por eso mismo, y por la experiencia de anteriores ocasiones, el alza no puede ser ni mayor de lo esperado ni realizada a mayor velocidad que lo comunicado. Los mercados de futuros así lo muestran, dando lecturas de probabilidad de casi el 100% para un ajuste de 0,25 puntos y quedando la referencia de los 'Fed funds' en el rango 0,75%-1%. Así mismo, las posibilidades llegan hasta el 60% respecto a tener tres o más alzas en 2017. Todo ello con permiso del petróleo, dicho sea de paso.

En apenas 15 días, se ha pasado de un tipo para el bono a 10 años del 2,31% hasta referencias por encima del 2,6%, niveles no vistos desde el verano de 2014. Toda la curva se ha visto afectada de forma similar en los diferentes plazos y presenta ahora esta estructura de tipos (línea negra).

Pero no supone, de momento, riesgo sustancial para la actual expansión económica que se está produciendo. Fíjense en que, en los últimos 60 años, el rango mínimo de los 'Fed funds' que coincidieron con una recesión estaba en el 3%. Hoy nos quedaremos en el 0,75%-1%, muy lejos de esas referencias. Y si se produce una corrección en el mercado de acciones, las razones no hay que buscarlas en los tipos sino en los excesos de un mercado que lleva meses sin corregir de forma significativa. Más de 100 días sin caer un 1% y 10 semanas con un VIX por debajo de 12 son cifras que hablan por sí solas. Un CAPE10 cerca de 30 veces y niveles máximos de complacencia (lo puede ver en el siguiente gráfico) terminan por definir la imagen de dónde nos encontramos. Así que no le daremos la culpa al alza de tipos cuando veamos fuertes correcciones.

Si aceptamos que esta subida de tipos no influirán en el mercado de acciones por estar ya descontado, ¿cómo afecta al resto de activos? Empezando por el mercado de bonos, el impacto ha sido inmediato y claro. Todos los vencimientos han experimentado la caída de precios y el alza de rentabilidades. Pese a que no estoy de acuerdo, en su totalidad, con la idea de que hay que huir de los bonos (en próximas tribunas desarrollaré esta idea), los precios obviamente han corregido y lo ha visto reflejado en sus fondos de inversión con componente de renta fija. Aquí tiene una herramienta sencilla para ver cómo cambian sus bonos concretos ante variaciones de los tipos de interés. Tiene unos ejemplos con activos gubernamentales a 5, 10, 40 y 50 años. En la última columna puede introducir su bono particular.

De esta forma si tomamos el 10 años americano, que renta hoy al 2,62% y le aplicamos un alza de tipos del 0,3%, vemos como el precio cae un 3%. Puede hacer pruebas con esta calculadora de rentabilidades y precios para simular posibles cambios.

Pese a las correcciones de estos últimos días, las materias primas llevan ya varios meses obteniendo rentabilidades muy positivas. A mayor crecimiento económico y mayor inflación, mayor es la demanda de las mismas para seguir produciendo. Lo mismo sucede con el dólar. Se ha ido apreciando hasta quedar ahora en una zona de cierta estabilidad.

Así las cosas, una vez descontada el alza de tipos por parte de los principales activos financieros, no sería extraño ver una pequeña corrección una vez confirmada la noticia. Pero lo importante no es todo esto que les he contado. Al menos no de momento. La verdadera cita del día de hoy reside en Holanda y en lo que podremos esperar para Francia.

Las elección en Holanda son una especie de barómetro sobre el populismo real que podemos encontrarnos en Europa. Un auge del mismo podría provocar ciertos riesgos para un mercado que no cuenta con ello y se podría dar la impresión de que Le Pen triunfará después en Francia. Y el riesgo no es menor. O al menos debe saber que existe para poder operar en consecuencia.

Si uno observa los últimos sondeos y tras la pérdida de algo de fuerza del PPV (partido de Wilders), podríamos decir que el euro deberá tener un tirón al alza y las primas de riesgo deberían reducirse.

Pero si esos sondeos fallan, como así ha sido en los últimos eventos importantes que hemos tenido, y los resultados son mejor de lo esperado por los mercados, las primas de riesgo de Holanda y Francia no lo van a pasar bien. El riesgo que debe asumir ahora un comprador de un bono francés es, bajo mi punto de vista, totalmente ajeno a esa probabilidad. Es decir, no se compensa en términos de rentabilidad. Y justo en ese riesgo de crédito radica el problema que nadie parece contemplar.

Simplemente quiero hacerle notar que, pese a que el PPV no podrá gobernar dadas las características del sistema y las consecuencias a nivel político serán más limitadas (no se sale de la UE), lo realmente preocupante es el impacto en el sentimiento con respecto a lo que puede suceder en Francia y Alemania. Por supuesto que me dirá que ni al Brexit ni a Trump le sucedieron caídas de los índices y que, por tanto, ni Wilders ni Le Pen provocarán caídas de las bolsas. Y mucho menos, por coincidir con el alza de tipos en Estados Unidos. Y seguro que tendrá toda la razón. A estas alturas ya no me apuesto nada. Pero al menos hoy, eche un vistazo a su cartera y al entorno donde nos movemos para desde esa perspectiva, ser consciente del momento en el que nos encontramos. Solo así podrá ser consecuente con las decisiones que tome y ver si le compensa la rentabilidad a obtener con el riesgo que debe asumir.

La Reserva Federal lo sabe. Los mercados de acciones, de bonos y el inmobiliario están disparados y un paso en falso sería fatal para los mercados. Basta con mirar al gráfico de siempre, el de la riqueza financiera respecto a los ingresos disponibles, para darse cuenta de dónde están los precios, inflación ajustada, a día de hoy. Y aunque sepamos que la concentración de esa riqueza no es uniforme, pues solo un 10% de la población se está beneficiando de forma importante tras ocho años de revalorizaciones, lo cierto es que se ha superado ya en 2017 la zona de máximos alcanzados en la burbuja de internet y en la financiera de 2008.

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