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¿Quiénes han financiado al nuevo presidente de los Estados Unidos?
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Marc Garrigasait

El Abrazo del Koala

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¿Quiénes han financiado al nuevo presidente de los Estados Unidos?

No hay mejor forma de entender la futura política de Obama o de Romney que analizando quiénes han sido los contribuyentes de su campaña. Quien ha

No hay mejor forma de entender la futura política de Obama o de Romney que analizando quiénes han sido los contribuyentes de su campaña. Quien ha pagado toda la infraestructura, los sueldos, las campañas publicitarias, el transporte y el alquiler de instalaciones en la largísima campaña electoral, seguro que tendrá mucha influencia en la política del próximo Presidente. En el momento de escribir este artículo no se conocían aún los resultados de las elecciones norteamericanas.

Existen dos tipos de aportadores en las campañas: las empresas/organizaciones y los particulares. A 25 de octubre, Obama había recaudado 632.177.423 dólares frente a los 389.088.268 dólares de Mitt Romney.

Mitt Romney tiene detrás a los bancos de Wall Street y a algunos personajes de dudosa reputación como Sheldon Adelson o Harold Simmons.

Estas son las cinco mayores empresas/organizaciones en cuanto a sus aportaciones a ambos candidatos:

Barack Obama (D)

1    University of California_________ 1.092.906 dólares

2    Microsoft Corp._______________ 761.343 dólares

3    Google Inc.__________________ 737.055 dólares

4    US Government_______________ 627.628 dólares

5    Harvard University____________ 602.992 dólares

Mitt Romney (R):

1    Goldman Sachs_______________ 994.139 dólares

2    Bank of America______________ 921.839 dólares

3    Morgan Stanley_______________ 827.255 dólares

4    JPMorgan Chase & Co__________ 792.147 dólares

5    Credit Suisse Group____________ 618.941 dólares

Obama tiene detrás a las empresas tecnológicas y del “conocimiento”. Tiene al “Silicon Valley”, la zona mundial más generadora de nuevas empresas y tecnología del planeta, y también a las mejores universidades como son Harvard o la Universidad de California.

Los bancos, aseguradoras y compañías de inversiones inmobiliarias habían aportado hasta el 25 de octubre nada menos que unos 52 millones de dólares a Mitt Romney. Obama en cambio ha recibido 18,7 millones de dólares.

Pero no os engañéis, los poderosos bancos no necesitan sus donaciones políticas para influir. Su enorme influencia en el día a día de cualquier ciudadano o institución les confiere una enorme capacidad de influencia. Claro que la dura Ley Volcker, que el ex presidente de la Reserva Federal en los años 80 y actual asesor del equipo de Obama, Paul Volker, lleva preparando hace años para limitar el peso bancario en la economía con la obligada separación de la banca de inversión y comercial, solo podrá aprobarse si gana Obama. 

Dudo que Romney aprobase una ley exigente con el sector bancario y financiero. Os recuerdo mi post sobre el excelente documental “Inside Jobs” en el que George Soros usaba de forma brillante el ejemplo de un buque sin compartimentos estancos en el que la inundación de uno solo de ellos puede hundir el buque.

A parte del sector bancario y tecnológico, el resto de sectores no son tan distintos en términos de aportaciones a ambos candidatos. Por ejemplo, las farmacéuticas han repartido, casi de manera equitativa, unos 16,9 millones de dólares a Obama y unos 15,3 millones de dólares a Romney.

El sector energético, como suele ser habitual, contribuye con mas dinero a la campaña de los republicanos (Romney) que a los demócratas (Obama). Esta vez es de 8,6 millones de dólares frente a 2,1 millones de dólares.

En cuanto a los mayores contribuyentes individuales, vuelve a ocurrir que los financiadores de Romney son de dudosa reputación y suelen pensar más en supropio beneficio que en el de la sociedad.

El mayor financiador individual de Romney es Sheldon Adelson, el rey de los casinos y propietario de Las Vegas Sands y del futuro Eurovegas en Madrid, con 34,2 millones de dólares. El segundo es Harold Simmons con un grupo empresarial en Dallas de reciclaje que ha estado repetidamente acusado por la justicia norteamericana por casos de contaminación ambiental.

El mayor contribuyente individual de la campaña de Obama es Jeffrey Katzenberg, el CEO de Dreamworks, la productora de películas animadas, con 2,5 millones de euros. El segundo es Irving Jacobs, el fundador y propietario de la empresa de tecnología Qualcomm, con 2,1 millones de dólares. El tercero es Jon Stryker, de 54 años, un filántropo de Michigan.

Obama ha recibido muchas mas donaciones, 927 frente a solo 393 donantes a Romney. La media de las aportaciones a Obama ha sido de 78 dólares y la de Romney de 359 dólares.

En este enlace podéis encontrar la recaudación de todos los candidatos, los 17 iniciales, desglosada por trimestres. Y en esta página oficial de la Federal Election Commision están publicadas todas las finanzas de las elecciones 2012 en Estados Unidos, incluidas aportaciones de menos de 100 dólares realizadas por organizaciones o asociaciones o particulares.

Es tan transparente el proceso que se informa del uso de estos fondos por parte de todos los candidatos. Aquí podéis encontrarlo. El mayor gasto con más del 50%, son las campañas en medios de comunicación y el segundo, los gastos administrativos.

Muchos de vosotros encontrareis mal este sistema de financiación a partidos o candidatos. Para mi es mucho mejor que el nuestro, donde todo es oculto y donde los partidos se financian de comisiones ilegales y de préstamos bancarios que luego no se devuelven. 

¿No sería mejor que nuestros políticos no tengan que inventarse obras y proyectos que nos provocan a los ciudadanos pérdidas millonarias solo con la motivación de conseguir una comisión para financiar a su partido? Las elecciones pasan, pero las obras y proyectos deficitarios quedan para siempre. Al final, ¿no es mejor conocer públicamente quiénes financian a cada partido para entender mejor sus políticas? 

De hecho, no olvidéis que en Estados Unidos muchos contribuyentes individuales aportan fondos para “mejorar su país”, no solo para influir en sus intereses personales o de empresa.

No sé quién habrá ganado las elecciones, pero parece obvio que los contribuyentes de las campañas de Romney piensan mucho más en el interés propio (los bancos de Wall Street, Sheldon Adelson o  Simmons) y muy poco o nada en el de los ciudadanos. Y esto no significa que Romney no pueda ser mejor presidente para los ciudadanos que Obama, pero de entrada deberá contentar a quién le ha financiado sin poder pensar en el bien para los ciudadanos.

Aunque para mí, la clave de estas elecciones no será tanto si habrá ganado Obama o Romney, sino si el próximo presidente de los Estados Unidos tendrá, además, el Senado y, especialmente, el Congreso con mayoría relativa a su favor. No habrá peor noticia que se repita la situación de esta última legislatura con Obama de Presidente y sin poder aprobar ninguna ley importante por el bloqueo republicano en las cámaras.

No hay mejor forma de entender la futura política de Obama o de Romney que analizando quiénes han sido los contribuyentes de su campaña. Quien ha pagado toda la infraestructura, los sueldos, las campañas publicitarias, el transporte y el alquiler de instalaciones en la largísima campaña electoral, seguro que tendrá mucha influencia en la política del próximo Presidente. En el momento de escribir este artículo no se conocían aún los resultados de las elecciones norteamericanas.