En Reino Unido, sí se venden coches

Desempleo en el Reino Unido se escribe con L

 

En esta hipocondría de información económica en la que nos mecemos -yo cada vez más mareado, lo admito- tenemos desde gurús cenizos que han perdido su puesto (leáse David Rosenberg en Bank of America-Merrill Lynch), pasando por bancos de inversión que han adoptado la estrategia de que sus distintos jefes de análisis digan una cosa y su contraria para así siempre acertar como institución (léase Morgan Stanley) y hasta chistes malos (¿saben aquél del analista de Goldman que pronosticó que el barril de petróleo subiría a 200 dólares?).  En esta marea en la que nos hablan de recuperaciones en forma de L, U, W y demás extravagancias, algo que sí tiene sentido es hablar de tendencias. Y la tendencia de la tasa de desempleo en el Reino Unido es interesante.  En enero se perdieron 741.000 trabajos y gradualmente la cifra pasó a 500.000 en abril y a 345.000 en mayo (total 2,89 millones). La desaceleración es real y aunque la tasa superará el 10%, y tardaremos en salir del agujero, es innegable -como en cualquier enfermedad– que cuando la fiebre baja es buena noticia…

¿ Y qué está pasando con las ventas de coches en el Reino Unido ?

Abajo los analistas y arriba la información anecdótica (y digital, faltaría más): los concesionarios en el Reino Unido de GM y Chrisler andan bastante apurados, lógicamente, por no mencionar los precios de segunda mano de los Hummer. Pero la mayoría de los gerentes de concesionarios empiezan a informar de repuntes en las ventas (¿se acuerdan de mi artículo de la semana pasada sobre similares estadísticas por parte de los brokers inmobiliarios?). Sigamos, un gerente de un concesionario Lexus de la zona este de Londres decía haber tenido el segundo mejor sábado de ventas de su historia la semana pasada; uno de los mayores centros de ventas BMW en esos mismos siete días tuvo a los empleados haciendo horas extras por la misma razón. ¿Podrían subir más las ventas? Pues hombre, a Gordon Brown no se le ha ocurrido todavía la “genial idea” de conceder subvenciones al automóvil distintas en función de donde vivas, que si no…

¿ Y el sector financiero ?

 

El sector financiero no vende coches ni fármacos. El déficit fiscal conduce (suele conducir) a que los tipos suban, y ya lo estamos viendo en la pendiente de la curva de tipos de interés. Pero que los tipos suban es mala noticia para todos, para los precios de las casas, para las hipotecas, para el deudor y por supuesto para los bancos. Y por si fuera poco la tasa de desempleo ya supera el peor de los estreses que se usó para los test bancarios de hace dos meses.  Brotes verdes aparte, que haberlos “haylos”, como las meigas, nadie quiere acordarse del desapalancamiento necesario en el sector financiero, en los particulares y en los gobiernos. Pan para hoy y hambre para mañana.