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El MAB, "la curva de Telefónica" y el capital riesgo (II)
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Constantino Gómez

Financiación Alternativa

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El MAB, "la curva de Telefónica" y el capital riesgo (II)

Ya se entonó hace días el “Pobre de mí” y  se acabó la gran fiesta de San Fermín y ya no hay motivo para insistir sobre

Ya se entonó hace días el “Pobre de mí” y  se acabó la gran fiesta de San Fermín y ya no hay motivo para insistir sobre la curva de Telefónica así es que continuaré en el desarrollo de la importancia del MAB para el capital riesgo en España dando un punto de vista estructural y otro de “rabioso mercado”.

 

La situación en la que vivimos inmersos ha llevado a que surjan preguntas sobre el modelo económico que hemos tenido en España y que ha permitido su espectacular crecimiento en los últimos años. No es nuestra especialidad la política económica pero sí tenemos claro que dada la enorme dependencia, histórica, de nuestro entramado empresarial de la financiación bancaria se deben buscar fuentes alternativas de financiación. De otra forma nos vamos a ver cantando el “pobre de mi” por otras razones.

De ahí la importancia del MAB hoy,  como fuente de financiación para la mediana empresa  y ruta de salida para los fondos de capital riesgo.

Como demuestra Determinants of VC funding. Evidence across countries (Jess & Well), el factor que estructuralmente más explica el desarrollo de la industria de capital riesgo es un mercado saludable de admisiones a cotización (y en menor medida, que haya una base de ahorro institucional en fondos de pensiones y aseguradores, pero ese no es el motivo de la columna de hoy). Y nuestra opinión es que el MAB contribuirá al crecimiento del capital riesgo en España. Para los inversores en bolsa española, que lo que buscan son oportunidades de crecimiento, el MAB tiene todo el sentido, ya que hoy en día, el universo en el que pueden invertir es insuficiente si lo comparamos con el número de industrias y sectores que componen nuestro PIB.  Si la demanda no es el problema, el MAB debería ser un medio para que el capital riesgo español pueda expandirse y que por fin el tamaño de la industria se acerque a los niveles del resto de Europa.

Existen  factores más coyunturales que también explican la importancia del MAB. De las estadísticas que publica la Asociación de Capital Riesgo de España se desprende que a lo largo de los últimos diez años los gestores de capital riesgo españoles  han realizado inversiones en compañías privadas por valor de, aproximadamente, 20,000 millones de euros de los cuales se han desinvertido menos de 8.000 millones. Es decir que, a coste de inversión,  quedan cerca de 12.000 millones por desinvertir en los próximos años en varios miles de compañías españolas no cotizadas.

La coyuntura a la que se enfrentan estas compañías hace que los periodos de permanencia de los fondos de capital riesgo en su accionariado sean más largos y por lo tanto se amplia el abanico de fuentes de financiación a las que pueden acceder para acometer sus planes de expansión. Por otro, lado las gestoras de capital riesgo querrán lanzar nuevos fondos con los que realizar nuevas inversiones, difícil cuando sus propios inversores no están recibiendo retornos.

El MAB dará solución a ambos problemas: financiación para las empresas (la salida a bolsa es un mero evento de acceso a financiación)  y venta  parcial de las compañías por parte de los fondos de capital riesgo que permita dar retorno a sus inversores.

Todo ello contribuirá al cambio del modelo económico y su adaptación a las nuevas condiciones de acceso a financiación que viviremos en los próximos años. Y como ya hemos dicho, de otra forma nos vamos a ver cantando el “pobre de mi” por otras razones.

*Constantino Gómez es socio de Arcano.

Ya se entonó hace días el “Pobre de mí” y  se acabó la gran fiesta de San Fermín y ya no hay motivo para insistir sobre la curva de Telefónica así es que continuaré en el desarrollo de la importancia del MAB para el capital riesgo en España dando un punto de vista estructural y otro de “rabioso mercado”.