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El MAB, la comunicación y el efecto “0 a 100”
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Pablo Zamorano

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El MAB, la comunicación y el efecto “0 a 100”

Dos años después de salir a cotizar en Alternext, la bolsa francesa para pequeñas y medianas empresas, la compañía de marketing Antevenio multiplicó por 2,5 su

Dos años después de salir a cotizar en Alternext, la bolsa francesa para pequeñas y medianas empresas, la compañía de marketing Antevenio multiplicó por 2,5 su cifra de negocio y por 3,5 su resultado de explotación. En el caso de The Knot, el operador especializado en la organización de bodas que cotiza en el Nasdaq americano, ocurrió un caso similar y sus ventas aumentaron más de un 300%  en dos años tras su estreno en el parqué. De esta forma, estas empresas y otras muchas no sólo han encontrado una nueva fuente de financiación en la bolsa (potenciando su crecimiento), sino también un buen “escaparate” en el cual pueden incrementar la notoriedad y prestigio de su marca y productos (con el consiguiente aumento de las ventas).

En España, las pymes pueden ya acceder a la bolsa a través del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) cumpliendo con una serie de requisitos e iniciando un proceso –el de la salida a bolsa- en el que la comunicación debe jugar un papel destacado cuando no fundamental.

Y es que no es fácil, y más en los tiempos que corren, pedir a los inversores que pongan su dinero en una compañía de la que aún no conocen nada, que todavía no ha pasado por el “filtro” del mercado, y de la que existen –si es que existen- muy pocas valoraciones de expertos.  Es preciso hacer un esfuerzo por comunicar quién eres y por qué quieres salir a bolsa, qué tienes de diferente y de atractivo, qué has hecho hasta el momento y qué es lo que vas a hacer de ahora en el futuro. Se trata de generar conocimiento pero también confianza en torno a la compañía. De posicionarla como una buena oportunidad de inversión.

Por eso es fundamental  el período de tiempo que transcurre entre la aprobación del folleto de salida a bolsa por parte del comité del MAB y la admisión a cotización. El momento de la verdad -15 o 20 días normalmente- en los que la compañía -junto al Asesor Registrado y el banco de inversión- “se vende” a futuros inversores (institucionales y/o minoristas según los casos) en reuniones, roadshows, a través de los medios de comunicación, etc.

Una fase de la salida a bolsa en la que la empresa candidata (acostumbrada generalmente por su tamaño a tener una baja exposición a los medios) pasa en milésimas de segundo de 0 a 100 en lo que se refiere a notoriedad, visibilidad, e imagen de marca y de producto. De ahí que antes de arrancar sea preciso regular bien el volante y los espejos, y abrocharse el cinturón. O dicho de otro modo, estar alineados con los asesores financieros de la operación, preparar bien los mensajes y fijar una estrategia y plan de acción concretos.

De lo contrario, la vorágine de los días previos a la salida a bolsa puede acabar por sobrepasarnos: mensajes confusos, datos no demasiado claros, descoordinación, multiplicidad de portavoces, falta de una atención adecuada a los medios…  Y al final, el inversor con dudas: “Entonces, ¿quién es X y por qué quiere salir a bolsa?, ¿invierto ahora o no invierto?, ¿es una oportunidad o sólo se trata de una empresa más que necesita dinero?”

Por eso, el proceso de comunicación tiene que ser estratégico para las empresas que quieren salir a cotizar en el MAB, y comenzar mucho antes que los quince días o incluso el mes previo a la admisión a cotización. Primero para darse a conocer y posicionarse (si es que no lo está todavía) en el mercado, logrando una mayor visibilidad per se para el negocio y para abordar –desde una mejor posición- la salida a bolsa; y segundo, para poder aprovechar al máximo el efecto “0 a 100” en unos días donde “vender” la compañía a futuros inversores es el principal objetivo.

Y es que no hay que olvidar que cotizar en el MAB no debería ser una meta para las empresas, sino el comienzo de una nueva e importante etapa, en la que la comunicación debería seguir constituyéndose como un pilar estratégico. Cuanto más se prepare ese momento, más fácil será alcanzar el éxito.

Dos años después de salir a cotizar en Alternext, la bolsa francesa para pequeñas y medianas empresas, la compañía de marketing Antevenio multiplicó por 2,5 su cifra de negocio y por 3,5 su resultado de explotación. En el caso de The Knot, el operador especializado en la organización de bodas que cotiza en el Nasdaq americano, ocurrió un caso similar y sus ventas aumentaron más de un 300%  en dos años tras su estreno en el parqué. De esta forma, estas empresas y otras muchas no sólo han encontrado una nueva fuente de financiación en la bolsa (potenciando su crecimiento), sino también un buen “escaparate” en el cual pueden incrementar la notoriedad y prestigio de su marca y productos (con el consiguiente aumento de las ventas).

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