El crecimiento chino tiene los pies de barro

El Banco Mundial ha subido de nuevo su previsión de crecimiento de este año para China al 7,2%, a tres meses escasos de haberla establecido en el 6,5%. Goldman Sachs, Morgan Stanley y UBS también han retocado sus perspectivas al alza gracias en gran parte a los $575.000 millones gastados por el gobierno chino para reflotar su economía. Parece que todo el mundo piensa que la tercera economía mundial nos va a sacar a todos de la recesión.

 

Bueno, casi todo el mundo. Albert Edwards, estratega global de Societé Generale, tiene sus propias teorías al respecto. Conocido por ser poco amigo de las ideas consenso y muy escéptico con las perspectivas optimistas de muchos de sus colegas, el estratega es particularmente crítico de la fiebre pro-china que asola el mundo últimamente: “El actual entusiasmo me recuerda al que había hace unos años sobre el crecimiento en Estados Unidos, sin darse cuenta que éste tenía los pies de barro. Con China la desilusión puede ser aún peor”.

Le resulta increíble la facilidad con que los “nuevos paradigmas” se crean: “Si la economía China lo está haciendo tan bien, ¿cómo es posible que los beneficios de sus compañías estén cayendo un 30% en lo que va de año?

Edwards no se cree los números. El 6,1% de crecimiento del primer trimestre debería estar alrededor del 3,5% pero las autoridades “maquillan” los números. Solo hay que mirar a la producción energética para vez que los datos no cuadran.

El estratega no niega que el paquete de ayudas haya tenido efectos positivos, pero es muy receloso sobre la posibilidad de que China pueda despegar si el resto del mundo no lo hace. El proceso de desapalancamiento de la economía norteamericana sigue su curso y esto es demasiado importante para una economía exportadora como para ignorarlo.

Cuando el entusiasmo se apodera de los mercados y los inversores se aferran a la historia de moda, es muy difícil decir que “el emperador está desnudo”. Habrá que escuchar atentamente a Edwards, por si acaso…