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Más luz y taquígrafos en el BCE
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José Luis Pérez Estévez

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Más luz y taquígrafos en el BCE

¿Alguien se imagina a Trichet dando explicaciones ante el Parlamento Europeo por las medidas llevadas a cabo para reflotar la banca? Suena a ciencia ficción pero

¿Alguien se imagina a Trichet dando explicaciones ante el Parlamento Europeo por las medidas llevadas a cabo para reflotar la banca? Suena a ciencia ficción pero no debería sorprender que la máxima autoridad monetaria responda ante los representantes electos, en lugar de dar la impresión de estar por encima del bien y del mal. Acercaría sin duda a los ciudadanos a la política monetaria en unos momentos en los que se les están pidiendo tantos sacrificios.

 

El pasado jueves Ben Bernanke tuvo que vérselas ante la Cámara de Representes estadounidense para explicar su papel en la compra de Merril Lynch por parte de Bank of America. El presidente de la Reserva Federal defendió su actuación argumentando que él nunca amenazó con despedir al Consejero Delegado del BoA pero recordó que "si alguien toma una decisión que puede obligar al gobierno a rescatar la entidad que dirige, creo que debería tener serias consecuencias para sus gestores".

Bernanke se enfrenta el próximo enero a la reelección. Nombrado por el presidente Bush, el número uno de la FED ha sido criticado por legisladores de ambos partidos por su, para algunos, política demasiado intervencionista y personalista, que ha dejado en ocasiones de máxima urgencia a las otras agencias reguladoras al margen de la toma de decisiones.

La reforma propuesta por Obama para modificar el entramado regulatorio en su país daría más poder a la FED para combatir el riesgo sistémico. Los pasos que se den en este sentido serán seguidos muy de cerca por otros bancos centrales. Al margen de los distintos mandatos legislativos, que responden a experiencias históricas, la capacidad ejecutiva y la libertad de maniobra de que dispongan las autoridades monetarias serán clave para responder a nuevos retos en el futuro.

Muchas veces la forma puede ser tan importante como el fondo. Quizás, paradójicamente, uno de los factores más importantes para entender la mayor agilidad que tiene la FED para enfrentarse a las crisis sea su obligación periódica de enfrentarse a las preguntas de los legisladores. Al margen del tema concreto que se debata, el hecho de que exista tal posibilidad y que el responsable monetario tenga que argumentar sus decisiones ante la ciudadanía, a través de sus representantes, contribuye a que el elector se sienta más protegido. Sería un paso importante para acercar la política económica si además de pedir sacrificios también se dieran explicaciones.

¿Alguien se imagina a Trichet dando explicaciones ante el Parlamento Europeo por las medidas llevadas a cabo para reflotar la banca? Suena a ciencia ficción pero no debería sorprender que la máxima autoridad monetaria responda ante los representantes electos, en lugar de dar la impresión de estar por encima del bien y del mal. Acercaría sin duda a los ciudadanos a la política monetaria en unos momentos en los que se les están pidiendo tantos sacrificios.