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Iberdrola y sus compras estratégicas
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José Luis Pérez Estévez

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Iberdrola y sus compras estratégicas

Si algo prueba los resultados de Iberdrola es que es una gran empresa española y que su equipo directivo sabe como afrontar tiempos difíciles. Lo que

Si algo prueba los resultados de Iberdrola es que es una gran empresa española y que su equipo directivo sabe como afrontar tiempos difíciles. Lo que también demuestran es que las compras “estratégicas” de ejercicios pasados son el problema que impide que el valor repunte. Iberdrola se ha comportado en línea con el sector (-13.4%) pero mucho peor que valores similares como EDP, Enel o RWE.

 

Si atendemos a los resultados, la incorporación de Energy East y Scottish Power generan une erosión en el retorno de la empresa de casi un 1% semestral. Mientras los resultados de Iberdrola “nacional” han mostrado la solidez  de los activos en un entorno de bajada de precios (-35%) y de demanda (-5%), cayendo el EBITDA sólo un 8%, son los resultados de las empresas compradas, a precios nada baratos, los que no dan los rendimientos apetecidos. Así, a pesar de la consolidación de nuevos negocios, el EBITDA se sitúa en €3.43bn, ligeramente por debajo del consenso de analistas (€3.44bn), mientras que el beneficio neto se situaba por encima del consenso gracias a una menor carga impositiva.

El equipo directivo de Iberdrola ha conseguido salvar el gran obstáculo que suponía el riesgo de una rebaja de la calificación crediticia con otra (la tercera) ampliación de capital. Ahora tiene que demostrar que el descuento de conglomerado que el mercado aplica a la suma de partes no es justificado. Eso sólo se consigue publicando resultados en las empresas filiales que reflejen retornos superiores a los múltiplos pagados por dichas adquisiciones.  Considerando la caída generalizada en los múltiplos de activos eléctricos, es complicado, pero no imposible.

Con una deuda de €29.3bn, ahora Iberdrola tiene que empezar a desprenderse de activos no estratégicos, como su participación en EDP e incluso dar aire al “free float” de Iberdrola Renovables reduciendo su participación. Pero hasta que el mercado no vea que los retornos de las adquisiciones estratégicas igualan o superan al negocio matriz, Iberdrola va a sufrir lo mismo que otros grandes conglomerados eléctricos, como Gaz de France o E.On, y va a ser difícil justificar las valoraciones objetivo de los analistas. 

Si algo prueba los resultados de Iberdrola es que es una gran empresa española y que su equipo directivo sabe como afrontar tiempos difíciles. Lo que también demuestran es que las compras “estratégicas” de ejercicios pasados son el problema que impide que el valor repunte. Iberdrola se ha comportado en línea con el sector (-13.4%) pero mucho peor que valores similares como EDP, Enel o RWE.