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"Peak Oil": realidad, mito y riesgo
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Daniel Lacalle

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Daniel Lacalle

"Peak Oil": realidad, mito y riesgo

A estas alturas todavía hay gente que cuestiona las tesis que alertan sobre el riesgo del declino de las reservas de petróleo. Cada vez que el

A estas alturas todavía hay gente que cuestiona las tesis que alertan sobre el riesgo del declino de las reservas de petróleo. Cada vez que el petróleo cae $5/barril aparecen los negacionistas y las culpas sobre el precio se centran en los hedge funds. Que aburrimiento. Es fácil ser negacionista, ya que los países productores hablan constantemente de sus interminables reservas, sin dar datos auditados, por supuesto. Además, las grandes petroleras, que son fundamentalmente enormes concesionarias con grandes responsabilidades políticas, tienden a ser diplomáticas. 

 

Podemos utilizar muchos datos, pero intentaré ser breve.

Primero, la realidad del “Peak Oil”:

Solo 14 de los 54 países que producen petróleo en el mundo han sido capaces de mantener su producción desde 2004. El 60% de la producción mundial de petróleo declina entre el 4 y el 5% anual, a pesar de invertir globalmente entre $220 y $250 mil millones al año en exploración y producción. Además, el consumo interno de los países productores crece un 8% anual medio, con lo que la capacidad neta exportable decrece más de lo que indican las reservas.

De los países que aun pueden mantener su producción, solo dos, Rusia y Arabia Saudí, tienen capacidad a corto plazo para mitigar el efecto de problemas en los demás, pero el declino de sus campos también se acelera, lo que incrementa la prima de riesgo que el petróleo debería tener.

Los costes de extracción no caen, debido a la complejidad geológica de extraer nueva producción y mantener la actual. Entre 2009 y 2009, con la industria de servicios petroleros a un 77% de capacidad y una crisis económica global, los costes medios no han bajado, con “breakeven” entre $50 y $60/barril.

Segundo, los mitos del “Peak Oil”:

Es una teoría propagada por los “especuladores” para subir el precio. Este punto me fascina, porque parece que nadie entiende que los agentes financieros estamos encantados de ponernos cortos en un activo sobrepreciado (véanse las posiciones cortas en futuros de gas natural, CO2 o carbón, por ejemplo). Además, según datos del regulador Norteamericano CFTC, las posiciones netas largas en petróleo a día de hoy están a los mismos niveles que en 2005.

El “Peak Oil” implica que el precio subirá eternamente. No es cierto. El precio de un activo en declino depende también de la demanda, y cuanto más declina el activo, mas volátil es el precio. Hoy se producen 85 millones de barriles al día solamente porque hay demanda y el precio justifica las inversiones. Cuando la demanda cae, también cae el precio, pero a su vez desaparece la producción marginal (recuperación terciaria, etc.), con lo que la capacidad excedentaria se esfuma. Aproximadamente una caída del 1% de PIB mundial recorta entre $8 y $10/barril. Pero la volatilidad aumenta por la enorme dispersión entre costes, días en transito y riesgo geopolítico ya que en general, el petróleo más caro se produce en los países de menor riesgo.

El Peak Oil no tiene en cuenta las renovables y el coche eléctrico. Como inversor en energías alternativas, les puedo decir que el impacto es mínimo. Primero porque las energías alternativas supondrán, en el mejor de los casos, el 20% de la energía consumida en 2030. Segundo porque éstas también son relativamente costosas, y los combustibles fósiles siguen siendo competitivos. No olvidemos que en dólares constantes el petróleo hoy cotiza al equivalente a $65/barril de 2008, por lo cual sigue siendo muy competitivo y más fácil de transportar.

Finalmente, el riesgo del “Peak Oil”

Usar el “Peak Oil” para invertir en bolsa. Mayor declino, como hemos comentado, genera mayor volatilidad y grandes superciclos alcistas y bajistas. Esta situación hace que el coste de capital medio de las empresas suba, que los márgenes se contraigan, y sea más difícil acceder a financiación. Por lo tanto, los valores acaban cotizando a múltiplos inferiores a los históricos. El “largo plazo” de hace diez años es ahora nueve-diez meses con suerte. Es por ello que no es recomendable utilizar la curva de futuro para invertir, ya que solo tiene en cuenta los ingresos, y es mejor utilizar el retorno sobre el coste medio de capital y el potencial exploratorio a $50-60/barril. Que el mundo está plagado de “cadáveres” de inversores a $140/barril.

A estas alturas todavía hay gente que cuestiona las tesis que alertan sobre el riesgo del declino de las reservas de petróleo. Cada vez que el petróleo cae $5/barril aparecen los negacionistas y las culpas sobre el precio se centran en los hedge funds. Que aburrimiento. Es fácil ser negacionista, ya que los países productores hablan constantemente de sus interminables reservas, sin dar datos auditados, por supuesto. Además, las grandes petroleras, que son fundamentalmente enormes concesionarias con grandes responsabilidades políticas, tienden a ser diplomáticas.