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Ni España es insolvente ni el Reino Unido nos ataca
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Daniel Lacalle

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Daniel Lacalle

Ni España es insolvente ni el Reino Unido nos ataca

“Dissent is the highest form of patriotism”; Howard Zinn. Mucho revuelo se ha generado en España por un artículo de opinión de The

Dissent is the highest form of patriotism”; Howard Zinn.

Mucho revuelo se ha generado en España por un artículo de opinión de The Daily Telegraph: Spain is officially insolvent 

¿De verdad creemos que un artículo va a cambiar algo?

El artículo, seamos claros, no dice nada nuevo o que no diga Citigroup, ExaneJP Morgan o varios analistas nacionales.

Yo vivo en Londres y trabajo en la City y como español me solivianta ver cómo hacemos trampas al solitario, cambiamos los datos, esperamos que nadie se entere y aguantamos la respiración otro mes. No, la falta de confianza no es cuestión de prensa, sino de nuestro historial.

Sobre el Daily Telegraph merece resaltar que el nivel de crítica que muestra con el gobierno de David Cameron y otros es muy similar. Un periódico que ha destapado casos de corrupción en primera página que en nuestro país no darían ni para columnas interiores porque las cantidades robadas nos parecerían “ridículas”. También he visto titulares en otros medios como Subprime Britain (City AM), pero en cuanto nos tocan nuestro país, ah no. No vale.

Lo que tenemos que hacer es demostrar con datos nuestra credibilidad. No exigir lealtades ciegas y decir que “ellos están peor” o “todos cambian sus datos” -que además es falso-.

 

Así, me permito aclarar algunos conceptos del artículo sobre España sin entrar en el voluntarismo. España no es insolvente, pero si seguimos gastando esperando que nos solucionen los problemas fuera, podemos correr el riesgo de serlo.

Por qué España NO es insolvente

España tiene el 50% de su deuda privada concentrada en 28 empresas del Ibex 35. Todas cotizadas, multinacionales. Esas empresas gastaron enormes cantidades en activos –mucho en el extranjero- con deuda. Pero esos activos se pueden vender. Ya lo están haciendo, a buenos precios además, y bajando la deuda a niveles de 2006. Además, esas mismas empresas y bancos se están financiando a tipos bajos, incluso en los peores meses de la crisis. Todos pueden hacer ampliaciones de capital si lo precisaran. Aparte de esos casos concentrados, la mayoría de nuestras empresas mantiene una situación financiera cómoda.

Es cierto que el índice de cobertura de intereses -capacidad de atender el servicio de la deuda- de las empresas y bancos cotizados españoles es muy bajo, como indica el FMI, pero esa media la distorsiona el hecho de que nuestro índice bursátil contiene muchas eléctricas y constructoras, que tradicionalmente tienen índices muy ajustados. Esas empresas, por supuesto con grandes dificultades, también están haciendo sus deberes.

El problema de la banca en España se concentra en el desastre que fue el modelo político de las cajas. Es cierto que el coste de su rescate es enorme y que deberían haber quebrado ordenadamente, pero también es cierto que España solo ha dispuesto de un 40% del dinero concedido por Europa para su rescate, con lo cual queda colchón, incluso si consideramos el 20% de los 160.000 millones de préstamos zombi como impagables. Nuestros grandes bancos, por otro lado, mantienen ratios de capitalización superiores a muchos bancos franceses o alemanes.

La burbuja de gasto político es un enorme problema. Lo reconoce toda Europa. 493.000 millones de gasto y 110.000 millones de déficit son inaceptables para una economía cíclica y orientada a servicios en la que ha pinchado una burbuja que suponía el 15% del PIB –la inmobiliaria y la de fantasma-infraestructuras de obra civil-. El estado central hasta marzo de 2013 ha gastado 43.334 millones, casi el doble de lo que ingresa. Cierto. Pero todos sabemos que si el estado reconoce una economía de “crisis” y quisiera, podía cercenar 10.000 millones en subvenciones, 35.000 millones en “actividades económicas” –la caja negra del gasto de CCAA y estado, “mis abalorios” como yo la llamo-, administraciones duplicadas, cerrar embajadas regionales, eliminar miles de asesores, etcétera. 

El Reino Unido y las comparaciones inútiles

Entrar en el “y tú más” para recordarle a los ingleses que la política de imprimir, devaluar y provocar inflación de Reino Unido no funciona es simplemente ridículo. Lo dicen ellos cada día (“Never mind the triple-dip recession, the double dip may have been an illusion too”). En España eso nos encantaría. Curioso.

 

Recordarles el coste de la ayuda a sus bancos (512.000 millones de libras según National Audit Office) no es necesario. Lo repite la prensa día tras día, y fue precisamente la BBC, pública, la que alertó del agujero de Northern Rock. ¿Se imaginan ustedes a TVE alertando sobre la debacle de las cajas hace cinco años cuando éramos el “mejor sistema financiero y mejor regulado”?

No hace falta decir que la política de aumentar deuda, déficit, propulsar la burbuja ladrillera y el gasto es suicida. Aquí en Londres lo critican constantemente. Pero un déficit como el británico se explica parcialmente por el peso de su sector financiero y la solida balanza financiera lo soporta. Aun así, los recortes son urgentes. El nuestro es gasto corriente y el deterioro es muy superior en magnitud y calidad (de +5% a -10% en dos años y seguir cavando es atroz).

Lo curioso es que los que repiten día tras día que hay que copiar al Reino Unido son nuestros líderes de cheque en blanco y tijera de inaugurar puentes. Dicen que hay que imprimir “como los ingleses”. Pero de copiar el dinamismo, libertad de comercio, atractivo inversor, nada. 

Lo que nos negamos a copiar del Reino Unido es:

- El impuesto de sociedades más bajo de cualquier economía occidental (21% a partir de 2014), según PWC. No hay impuestos a los dividendos, las grandes inversiones no pagan por ganancias de capital y se dan enormes beneficios fiscales a la inversión en I+D y en empresas británicas. Un entorno impositivo que no es depredador para el capital y permite que las pymes crezcan y lleguen a gran empresa en porcentaje varias veces superior al español.

- Lo más importante y diferenciador, que muchos olvidan, una cuenta financiera robusta y creciente (vean el grafico de @_perpe_ )

 

- Se abre una empresa en una semana por el coste de un par de Happy Meals. Ser autónomo no cuesta prácticamente nada. Se paga a los proveedores a 30 días.

- Una reducción del número de funcionarios del 22% desde 2005.

- Reguladores independientes, no controlados por partidos y gobiernos.

- Una legislación laboral flexible de verdad que permite que, a pesar de la recesión y más de cien mil inmigrantes netos anuales, el paro sea de 2,5 millones (7,9%).

- Atrae capital inversor extranjero -más de un billón de euros-, abriendo puertas a que se compren sus empresas y a financiación privada. 

 

- Credibilidad institucional y responsabilidad crediticia. Todo el mundo sabe a quién echarle la culpa del déficit. No se reparten 17 tartas de deuda sin responsabilidad sobre sus consecuencias. 

 

Decir que la deuda del Reino Unido está peor pero cotiza a tipos bajos exclusivamente porque devalúa y monetiza -una política inútil, digámoslo de nuevo- es simplemente mentir. Y es mentir decir que así se evitarían recortes si lo hiciéramos nosotros. Si la panacea fuera crear inflación e imprimir, el país más rico del mundo sería Venezuela o Argentina y el más pobre Alemania.

Sin credibilidad institucional, industrial, responsabilidad crediticia, seguridad jurídica y un entorno inversor adecuado, todas las intervenciones que quieran son irrelevantes.

¿Reino Unido contra la Unión Europea? ¿O al revés?

Todo este lío del articulo viene por la crisis de la eurozona y cómo se percibe desde Londres.

Estar en Europa le cuesta a Reino Unido 13.600 millones de euros al año. Desde Londres, se ve a la Unión Europea como un accidente a cámara lenta, con horror, pero sin poder dejar de mirar. Y el debate es lógico (lean aquí).

Las constantes cumbres para solucionar problemas de deuda, ineficiencia y burocracia con más deuda, burocracia e intervención no hacen atractivo el modelo que se está imponiendo. No vale decir “lo tomas o lo dejas”. Pagar por un club donde te sirven mala comida, el portero es impertinente y te cambian las reglas cada mes no es la solución.

¿Que Reino Unido defiende la City? Pues claro. Y Francia a sus granjeros subvencionados y nadie les critica. La City genera más ingresos que Escocia para el país, como para no defenderla.

Tras casi diez años en este país, no he conocido a un solo británico que apoye la Unión Europea. Pero eso no es un ataque a sus países. Es una preocupación por el rumbo intervencionista que está tomando. “Más Europa” no tiene por qué ser pérdida de soberanía, menos libertad, más planificación y menos democracia.

Una Europa diseñada desde el modelo del Estado “sobre todo y para todo”, de economía “dirigida” a la francesa, donde todo se decide por comité, chirría con la cultura de comercio y libertad no solo de Reino Unido, sino de Finlandia y Holanda.

Muchos ven el desastre que se impone, y lógicamente no quieren ni ese problema para ellos ni se lo desean a los países que cayeron en la trampa. Lo decía Margaret Thatcher en 1990, “The single currency will be fatal to the poorer countries because it will devastate their inefficient economies”. 

Para mi es esencial que Reino Unido permanezca en la Unión Europea. Para evitar que se convierta en un Titanic planificador centralista, y sea lo que siempre debió ser, una unión para facilitar el crecimiento, no diseñarlo en un comité. Apertura y libertad. Buen fin de semana.

 PD: Mil gracias a @_perpe_ y PWC por sus gráficos

Dissent is the highest form of patriotism”; Howard Zinn.

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