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Si saltas del pelotón bursátil, mejor en compañía y dando relevos
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Vicente Varó

No Brain, No Gain

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Si saltas del pelotón bursátil, mejor en compañía y dando relevos

Imagino que en el Tour de Francia uno va mucho más cómodo en el seno del pelotón, refugiado, junto a otros ciclistas, sin hacer más esfuerzo

Imagino que en el Tour de Francia uno va mucho más cómodo en el seno del pelotón, refugiado, junto a otros ciclistas, sin hacer más esfuerzo que cuando el director lo ordena. Sin embargo, todos los días varios participantes intentan saltar en busca de la victoria, de la gloria. Con los mercados ocurre lo mismo.

Uno podría quedarse siempre en el pelotón, por ejemplo invirtiendo directamente en los índices bursátiles, a través de fondos cotizados. Sin embargo, la realidad es que todos no estamos hechos para ir en el pelotón. Siempre hay corredores ambiciosos que quieren escribir su propia historia financiera y batir a los índices.

¿Cómo hacerlo? Lo primero que tiene que tener en cuenta alguien que salta del pelotón es que en solitario es mucho más difícil sacarle distancia al grupo. Al final, no deja de ser una lucha de uno contra muchos. Por eso, lo mejor es buscar un compañero de fuga, alguien que aporte relevos y que, junto contigo, genere un ritmo más interesante. Y si es más de uno, mejor. En los últimos kilómetros ya te jugarás la etapa.

Desde mi punto de vista, aplicar esto a las finanzas supone compartir conocimientos e información con otros inversores. Esto parece de cajón, pero hay muchos actores del mercado que opinan lo contrario: cuanto menos compartas, mejor para ti. Y no se dan cuenta de que esto no funcional. Ahí están los datos y la experiencia para demostrarlo: la enorme mayoría de los inversores, incluidos los profesionales, suelen hacerlo peor que los índices a largo plazo.

Yo prefiero la lógica de la abundancia. Al final, estás compartiendo intereses con esos otros inversores. ¿Por qué no unir esfuerzos? No hacerlo es absurdo. En el ciclismo sería como si se escapan diez ciclistas en una etapa y todos corren unos metros separados del otro. Las posibilidades de ganar la etapa en cuanto el pelotón se ponga a tirar serán mínimas.

Y, desde luego, si tienes un director que te dé consejos por el pinganillo, mejor que mejor. Puede que haya muchos momentos en los que te sientas tentado a atacar (incrementar riesgo, en las carteras) demasiado pronto o todo lo contrario, o te puedan vencer las emociones de lo que ya llevas ganado, y ahí escuchar otras opiniones de alguien que lo ve desde fuera reduce el factor emocional. En el caso de la inversión éste perfil correspondería a un buen asesor.

¿Entonces tenemos todos que saltar del pelotón y lanzarnos a batir a los índices? Desde luego eso en el ciclismo no tendría sentido. Lo primero que debemos hacer cómo inversores es ser conscientes de nuestras posibilidades reales: saber si nuestro lugar, por nuestro perfil de riesgo, está en ir a cola del grupo o en la cabeza a la espera del primer ataque para saltar también.

Imagino que en el Tour de Francia uno va mucho más cómodo en el seno del pelotón, refugiado, junto a otros ciclistas, sin hacer más esfuerzo que cuando el director lo ordena. Sin embargo, todos los días varios participantes intentan saltar en busca de la victoria, de la gloria. Con los mercados ocurre lo mismo.