A tu lado me siento… rentable

“Hay gente que se dedica a estudiar los alrededores de Bosas y Mercados Españoles para ver dónde pueden instalarse para estar lo más cerca posible del sistema y que su operativa llegue antes al mercado”.

Me llamó tremendamente la atención esta anécdota que contó la semana pasada Jorge Yzaguirre, director de renta variable de BME, en un curso de verano sobre tecnología y finanzas organizado por AFI que también comenté en este post.

Esta “gente” no es cualquiera, se trata de los brokers especializados en las órdenes flash, cuyos programas son conocidos como high frecuency trading, que lanzan órdenes al mercado en milisegundos. Según contó Yzaguirre, estos brokers se han dado cuenta de que, cuanto más cerca están de las máquinas centrales de las bolsas, más veloces pueden llegar su orden al sistema.

Incluso, según contó, algunos de ellos solicitan al mercado que les deje instalar programas dentro del propio edificio, algo que la sociedad rectora de las bolsas no ha aceptado, para darle todavía mayor velocidad a su operativa de compra y venta de acciones.

Resulta cuando menos curioso cómo cambia la vida. Antes, todos los brokers estaban dentro de las bolsas, pero poco a poco fueron dejando los parqués para trasladarse a sus oficinas y ejecutar la mayoría de sus operaciones desde allí.

Los viejos parqués quedaron tan desiertos, que algunos de ellos prácticamente sólo son un espacio para el encuentro de jubilados bolseros, un gigantesco plató para las conexiones bursátiles de las televisiones y una especie de museo, donde también se celebran conferencias.

En tal transición se entiende que sucediera como con Bolsas y Mercados Españoles, que trasladó “la bestia”, la sala de máquinas del SIBE, desde las cercanías de la Plaza de la Lealtad hasta la carretera de La Coruña, a unos cuantos kilómetros del centro financiero de Madrid.

Llama también la atención otra paradoja: cuanto más veloces queremos ser, en este mundo precipitado, más cerca necesitamos estar de aquello que pretendemos. Cuantos menos milisegundos queremos tardar, más milicentímetros cerca de su objeivo final precisan estar estos operadores.

Es una evidencia más de que la tecnología nos acerca, también físicamente, a los demás y no nos hace más asociales, como muchos tecnófobos creen, si no que crean más conexiones, más interrelaciones. Ya sé que para muchos de los que leeis estas líneas es obvio, pero no para todos.

Por cierto, en las jornadas también participó Rodrigo Buenaventura, director de mercado secundarios de la CNMV, que comentó un detalle que yo no conocía y me sorprendió: de todas las órdenes que se meten en el mercado, ¿saben cuántas llegan a cerrarse? Menos del 1%. Y en esto también juegan un papel destacado las flash orders, claro.

Demasiado ruido en el mercado.