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El Euro que conocemos está llegando a su fin
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Kike Vázquez

Perlas de Kike

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El Euro que conocemos está llegando a su fin

Hay miedo, y es miedo de verdad. Al tocar suelo de nuevo nos hemos dado cuenta de que la casa sigue sin barrer, demasiada suciedad y

Hay miedo, y es miedo de verdad. Al tocar suelo de nuevo nos hemos dado cuenta de que la casa sigue sin barrer, demasiada suciedad y muy pocos instrumentos para limpiar. A diferencia de 2008 ahora los gobiernos tienen menos opciones y los balances de los bancos centrales están más contaminados, tanto que es posible que la siguiente bala de Bernanke no sea tan efectiva como las anteriores y que el BCE tenga problemas. Pero empecemos por el principio, porque nuestro “canary in a coal mine” es Grecia. La situación se deteriora, los problemas crecen, tanto que ya se habla de un próximo “hard default” e incluso se especulaba con una quiebra en los días venideros. ¿Qué está ocurriendo?

 

La “Troika” (FMI, CE, BCE) tiene una reunión esta semana en donde analizará la evolución del país heleno para ver si desembolsan o no el próximo tramo de ayuda. Sin el “sí” Grecia está quebrada. Pues bien, el ministro de finanzas, Michalis Chrysochoidis, ha dicho que el déficit público será más alto de lo previsto, aunque cree que eso no supondrá obstáculo para recibir el próximo tramo del rescate. Si por momentos se dijo que las negociaciones estaban rotas, ahora se constata que es imposible que Grecia cumpla tal y como están las cosas, algo que se intuía con gran certeza pero que se puede plasmar ahora en los datos oficiales. Nadie se cree que esta historia tenga final feliz y así se refleja en todo lo que vemos.

 

Según Spiegel en el Ministerio de Finanzas alemán tienen sobre la mesa dos escenarios, uno en el que Grecia quiebra, otro en el que el país heleno además sale del euro. Creen que se podría producir un “credit crunch” en donde las líneas de liquidez del nuevo mecanismo de rescate de la Eurozona serían claves, mencionando a España e Italia.

 

Por supuesto no hablamos solo de lo que dice un medio, el mercado hace tiempo que espera la quiebra griega, simplemente hay que observar la deuda pública a un año dando un rendimiento del 98% para darse cuenta, ¡un 98%! Y eso sin mirar la probabilidad de default de sus CDS que supera el 90%.

 

 

Hablando claro, Grecia va a quebrar, antes o después, pero quebrará. Claro que los canarios en las minas se usaban (“canary in a coal mine”) para detectar fallas en la oxigenación, pero el problema no era el canario, eran los gases que lo mataban. Igualmente aquí no estamos hablando de un default soberano, estamos hablando del euro, de su construcción, de su futuro… La quiebra de uno de los miembros no es sino una señal de alarma para los demás.

 

 

UBS abría el viernes uno de sus últimos informes con este párrafo que pueden ver, la idea está bastante clara, el Euro tal y como lo conocemos no puede sobrevivir porque no funciona. Sus integrantes habrían resultado económicamente más favorecidos si no hubiesen entrado, afirman, debido a que no estamos en un área óptima: nos movemos en distintas direcciones haciendo inviable la política monetaria única y no somos lo suficientemente dinámicos para corregirlo. ¿Se romperá? Legalmente según UBS es altamente improbable: “As things stand, secession is highly costly and very difficult, and expulsion is imposible”. Y además las consecuencias económicas serían devastadoras.

 

Si un Estado “débil” deja el euro veríamos su quiebra, corridas bancarias, quiebras empresariales, caída en el comercio internacional, altercados… Un coste económico estimado “conservador” según el banco sería de 9.500 a 11.500 euros por persona el primer año y entre 3.000 y 4.000 en años sucesivos. Y más de lo mismo si hablamos de un Estado “fuerte”, tendrían problemas aquellas empresas que tienen deudas internas y reciben sus ingresos de países extranjeros, así como también los exportadores por la fuerte apreciación de su divisa (ruptura y “flight to safety”). Eso no suena bien para un país como Alemania, en donde la exportación es el motor y los bancos son unos de los principales acreedores de la Eurozona. Lo cuantifican entre 6.000 y 8.000 euros por persona por el shock inicial y 3.500 – 4.500 después. Sustituyendo los ejemplos por Grecia y Alemania tendríamos un coste inicial de más de 100 mil millones y 300 mil millones respectivamente.

 

Quizá el Euro haya sido negativo en algunos aspectos, pero dejarlo sería para la mayoría mucho peor que permanecer, como podemos comprobar según el informe de UBS. La situación debe ser absolutamente insostenible para que se dé el caso contrario. El problema es que, si bien para países como España, Italia o Irlanda resulta menos costoso quedarse dentro y realizar los ajustes necesarios (puede resultar doloroso pero menos que la alternativa), existen serias dudas para Grecia e incluso para Portugal. El problema no solo es ahora con la deuda, el problema es si podrán recuperar la competitividad para revertir sus balances. Ese es el debate.

 

 

El sistema financiero

 

Y mientras nuestros líderes divagan, el sistema financiero sufre. Los bancos son las arterias y venas de la Eurozona, en un primer momento llevan los recursos de los acreedores a los deudores y seguidamente funcionan en sentido contrario devolviendo los pagos. Si por algún motivo el mecanismo falla son los primeros en caer, especialmente en una crisis como esta. No es de extrañar que todo el mundo esté preocupado por ellos, empezando por el FMI, que insiste, Lagarde al frente, por una urgente recapitalización. Los rumores manejan una cifra de 200.000 millones que ha sido desmentida.

 

Si bien por numerosas fuentes se dice que no es necesaria tal medida, hay algo inquietante. Los bancos y Estados están muy interrelacionados, empezando por las grandes cantidades de deuda que tienen los primeros sobre los segundos. Esa deuda se considera de “riesgo cero”, por lo que las quitas soberanas serían un duro golpe. Así lo manifiesta Goldman Sachs en este informe, si no hay quitas todo va bien, pero si las hay… estiman un coste de entre 30 y 92 mil millones. O el CEO de Deutsche Bank"It is an open secret that numerous European banks would not survive having to revalue sovereign debt held on the banking book at market levels."

 

Cuando miramos el capital para compensar el balance al completo, incluidos activos de “riesgo cero” la foto no es muy halagüeña. Por ejemplo el “tangible common equity ratio”. Echen un vistazo:

 

 

Así vemos que pasamos de cifras más o menos seguras a capitales por debajo del 1% en Dexia, entidad que posee una gran cantidad de deuda griega y en donde su CEO casualmente acaba de abandonar el puesto.

 

Los spreads del interbancario están aumentando gravemente, y no parece que el mercado sea favorable a recapitalizar entidades, hasta el momento ha refinanciado y gracias. ¿Quién lo hará?

 

 

 

Así que, mientras nuestros líderes siguen sin decirnos a dónde vamos los problemas siguen creciendo, y son cada vez más grandes. Por eso hay miedo, miedo de verdad. Parece que se apuesta por la unión, pero el paso es demasiado lento, la incertidumbre demasiado elevada, por lo que los cimientos del euro se retuercen haciendo tambalear a Grecia, a los bancos y a quien se ponga por delante.

 

Según Goldman el “as en la manga” es el BCE, es la única entidad que puede calmar las aguas hasta que los proyectos con soluciones se vuelvan reales. ¿Podrá sin comprometer su balance? Bien, para el banco de inversión eso ya no importa: “the argument that the ECB should not increase the SMP further as this may risk its financial health ignores the fact that the ECB is already heavily involved”. ("¿No comprar deuda? ¡Pero si ya está hasta el cuello!") De perdidos al rio… 

Hay miedo, y es miedo de verdad. Al tocar suelo de nuevo nos hemos dado cuenta de que la casa sigue sin barrer, demasiada suciedad y muy pocos instrumentos para limpiar. A diferencia de 2008 ahora los gobiernos tienen menos opciones y los balances de los bancos centrales están más contaminados, tanto que es posible que la siguiente bala de Bernanke no sea tan efectiva como las anteriores y que el BCE tenga problemas. Pero empecemos por el principio, porque nuestro “canary in a coal mine” es Grecia. La situación se deteriora, los problemas crecen, tanto que ya se habla de un próximo “hard default” e incluso se especulaba con una quiebra en los días venideros. ¿Qué está ocurriendo?