Perlas de Kike
Por
Las arriesgadas apuestas de un “hedge fund” llamado Austria
Maastricht, qué gran invento. Ahí fue donde empezó todo. Los Gobiernos, llenos de buenas intenciones, decidieron establecer unos criterios para garantizar la supervivencia de la moneda
Maastricht, qué gran invento. Ahí fue donde empezó todo. Los Gobiernos, llenos de buenas intenciones, decidieron establecer unos criterios para garantizar la supervivencia de la moneda única. No solo no funcionó como esperaban, además sirvió como pistoletazo de salida en una carrera de hacerse trampas al solitario; véase cómo Grecia ocultó su déficit público gracias a unos swaps con Goldman Sachs, o cómo Italia gastó hoy lo que deberá pagar mañana con una artimaña parecida por parte de sus autoridades locales. Todos los Gobiernos usan swaps, pero solo algunos acaban en el disparadero por sus malas prácticas. Ahora es el turno de Austria.
Maastricht, qué gran invento. Ahí fue donde empezó todo. Los Gobiernos, llenos de buenas intenciones, decidieron establecer unos criterios para garantizar la supervivencia de la moneda única. No solo no funcionó como esperaban, además sirvió como pistoletazo de salida en una carrera de hacerse trampas al solitario; véase cómo Grecia ocultó su déficit público gracias a unos swaps con Goldman Sachs, o cómo Italia gastó hoy lo que deberá pagar mañana con una artimaña parecida por parte de sus autoridades locales. Todos los Gobiernos usan swaps, pero solo algunos acaban en el disparadero por sus malas prácticas. Ahora es el turno de Austria.