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Tiene solo 19 años, pero puede salvar el océano
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Kike Vázquez

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Tiene solo 19 años, pero puede salvar el océano

Boyan Slat es el nombre de un estudiante holandés que un día se planteó algo muy sencillo, ¿por qué no podemos limpiar toda esa basura que

Boyan Slat es el nombre de un estudiante holandés que un día se planteó algo muy sencillo, ¿por qué no podemos limpiar toda esa basura que infesta el mar? Contamina, causa daños en el tráfico marítimo, mata animales e incluso transmite a los peces sustancias nocivas que posteriormente ingerimos los humanos. Entonces, ¿por qué no limpiarlo? ¡Pobre ingenuo! Pensará la mayoría, calculando mentalmente el fin de su efímero idealismo. Puede que sí, puede que estemos ante una utopía, pero por lo de pronto Boyan Slat ha creado una de las soluciones más plausibles hasta el día de hoy para descontaminar el océano.

Con 16 años Boyan estaba practicando una de sus actividades favoritas, el buceo, en las costas de Grecia. Allí se dio cuenta de algo perturbador: existía tal cantidad de residuos en el mar que era más fácil ver una bolsa de plástico que un pez. Así que se hizo la pregunta que encabeza este artículo, ¿por qué simplemente no limpiamos el océano? Lejos de ser una pregunta fugaz marcó su futuro, y aprovechó la oportunidad que le brindó su colegio para realizar un trabajo de varios meses sobre la contaminación de los plásticos y la problemática asociada a su limpieza. Volvió a Grecia y allí realizó la investigación.

Tal fue su empeño que al poco tiempo pronunciaba la frase “Hubo una Edad de Piedra, una Edad del Bronce y ahora estamos en el medio de la Edad… del Plástico”, no como un nuevo leitmotiv sino como apertura a una charla TED independiente organizada en su originaria Delft, una ciudad a medio camino entre La Haya y Róterdam. Ese adolescente idealista al que le gustaba bucear quería plantear al mundo una solución a la contaminación plástica del mar, fruto de la investigación llevada a cabo en los meses anteriores. ¿Puede alguien tan joven descubrir lo que otros no han descubierto en años? ¿Puede un simple estudiante de un colegio cambiar el mundo?

La idea imperante hasta el momento parecía ceñirse a usar buques con grandes redes que limpian a su paso lo que encuentran, tanto residuos plásticos como inocentes peces, resultando ser un método caro, agresivo con el medio y principalmente inefectivo, ya que al ritmo actual nos llevaría miles de años retirar del océano los restos existentes. ¿Existe algún método más barato, más amigable con el medioambiente y más eficaz en sus resultados? Eso es lo que Boyan cree, y esa fue la solución que presentó al TEDxDelft.

Su premisa básica es dejar de ver el movimiento provocado por las corrientes marinas como un obstáculo, y comenzar a verlo como un aliado, ¿por qué gastar recursos y energía yendo a buscar basura por el océano cuando el océano puede moverse a nuestro favor? Así, las corrientes marinas crean 5 vórtices en el océano que se conocen como ‘giros’ (dos en el Atlántico, uno en el Índico y dos en el Pacífico), y es ahí en donde se acumulan la mayor parte de los residuos del conjunto oceánico. Tal es el caso de la conocida como ‘Gran mancha de basura del Pacífico’ con un tamaño estimado de 1.400.000 km2, unas 3 veces España, e incluso según algunas estimaciones con una superficie muy superior a dicha cifra.

Su idea consiste en usar barreras flotantes para concentrar la basura aprovechando las corrientes de los giros oceánicos, consiguiendo además que, al mismo tiempo que el plástico se queda en dichas barreras, los peces y los organismos marinos puedan seguir su curso por tener la capacidad de pasar por debajo, ya que el sistema flota, es poco profundo y no usa redes. Es como si aprovechando la corriente de un rio situásemos una barrera en su superficie para frenar toda la maleza que flota, consiguiendo acumular la basura y que los peces y materia marina pasen por debajo. ¿Sencillo, no?

Los estudios que han realizado afirman que el sistemapuede capturar alrededor del 80% de los plásticos de los giros, siendo mucho más efectivo que las redes tradicionales. Y, una vez frenada estabasura plástica por medio de las barreras, pasaría a plataformas, las cuales se situarían en el extremo de las barreras que tendrían forma de ‘V’, allí el plástico se descontaminaría y almacenaría para su posterior venta. Esto es, en el ejemplo simplificado anterior imaginemos que no ponemos una barrera de lado a lado del rio, sino una en forma de ‘V’, y en su extremo una bolsa en donde automáticamente se almacenala basura.

Vale, muy bien, una idea bonita para presentar en una charla TED pero, ¿es viable? ¿Es real? Cuando Boyan vio un problema en las playas de Grecia no se quedó allí, así como tampoco se quedó con los brazos cruzados tras conseguir unos minutos de gloria en la TEDxDelft. En la actualidad más de 100 personas están trabajando para convertir en realidad el proyecto, y en los últimos días se ha publicado un ‘estudio de viabilidad’ de 528 páginasdel bautizado como‘The Ocean Cleanup’, siendo avalado por decenas de expertos (aunque la palabra experto cada vez me gusta menos).

¿El objetivo? Conseguir 2 millones de dólares por medio de crowdfunding(en solo unos días ya han alcanzado el 24%)para construir un sistema piloto real y comprobar por fin si la idea de Boyan es tan buena como mucha gente cree. Calculan que limpiar el giro norte del Océano Pacífico duraría entre 5 y10 años y costaría en torno a 317 millones de euros, si bien, gran parte de este coste se amortizará por las ventas del plástico recolectado, convirtiéndose en un proyecto rentable si consiguen vender la basura a 4,53 euros el kilogramo. Quizá sea muy optimista vender basura a dicho precio, pero en cualquier caso el coste total es muy inferior a, por ejemplo, los costes anuales directos por daños en cargueros y pesca solo en Asia: 1,27 mil millones de dólares.

Y eso sin tener en cuenta el daño medioambiental, sin tener en cuenta los cánceres que sufrimos por comer peces que han ingerido plásticos, eso sin tener en cuenta lo lógico que parece que el hombre deje de destruir el planeta… No sé si Boyan se arrepentirá algún día de haber dejado temporalmente su ingeniería aeroespacial para dedicarse íntegramente a este proyecto, no sé si será una solución factible, lo que sí sé es que necesitamos más personas que no se conformen con lo que ven, personas que piensen y traten de hacer de este mundo un lugar mejor. Solamentepor eso, e independientemente de lo que pase...gracias Boyan.

Boyan Slat es el nombre de un estudiante holandés que un día se planteó algo muy sencillo, ¿por qué no podemos limpiar toda esa basura que infesta el mar? Contamina, causa daños en el tráfico marítimo, mata animales e incluso transmite a los peces sustancias nocivas que posteriormente ingerimos los humanos. Entonces, ¿por qué no limpiarlo? ¡Pobre ingenuo! Pensará la mayoría, calculando mentalmente el fin de su efímero idealismo. Puede que sí, puede que estemos ante una utopía, pero por lo de pronto Boyan Slat ha creado una de las soluciones más plausibles hasta el día de hoy para descontaminar el océano.