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Golpe al ‘trading de alta frecuencia’
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Kike Vázquez

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Golpe al ‘trading de alta frecuencia’

El pasado 17 de junio del ‘high frequency trading’ sufrió un duro revés. La SEC autorizó un nuevo mercado de valores cuyo principal reclamo es la lentitud

Foto: Operadores en Nueva York. (Reuters)
Operadores en Nueva York. (Reuters)

¿Algún lector teme el ‘trading de alta frecuencia’? Entonces esta noticia quizá pueda resultarle de interés. El pasado 17 de junio IEX Group Inc consiguió autorización por parte del regulador norteamericano, la SEC, para operar como un mercado de valores para todos los públicos. Esto es, lo equivalente al NYSE o al Nasdaq. Esto no tendría mayor importancia si no fuese porque la principal ventaja competitiva del nuevo mercado de IEX es que ralentiza artificialmente en 350 microsegundos las órdenes de los inversores (o 350 millonésimas partes de un segundo, si pestañean se lo han perdido). Puede parecer algo sin importancia, pero ha desatado una de las batallas más encarnizadas que se recuerdan en Wall Street.

Para entender la controversia, veamos primero de forma muy breve los antecedentes. En el 2013 IEX empezó a operar como un mercado de valores privado, también conocido como ‘dark pool’. Hablamos de un mercado paralelo, ajeno a la regulación tradicional, cuya principal ventaja es que las órdenes de compraventa pueden ser anónimas. Esto es un gran aliciente para los inversores institucionales, quienes temen que otros operadores descubran sus cartas, o que el ‘High Frequency Trading’ o ‘HFT’ se adelante y les haga perder dinero. Lejos de ser irrelevante, hay meses en los que los ‘dark pools’ mueven más volumen que mercados como el NYSE.

Lejos de ser irrelevante, hay meses en los que los ‘dark pools’ mueven más volumen que mercados como el NYSE

Aunque, si cuantioso es el volumen de estos mercados ‘oscuros’, aun mayor lo es el creado por el monstruo del que escapan, y es que el HFT mueve más de la mitad del volumen actual. De hecho el HFT tiene altas probabilidades de ganar la batalla: su operativa es legal, generan altas comisiones a las bolsas tradicionales (no solo de compraventa, también por la venta de información adelantada, por situar sus servidores en el propio edificio y así no perder latencia…) e incluso algunos ‘dark pools’ se han dedicado a vender información de la operativa de los inversores institucionales a los traders de alta frecuencia (yendo en contra del sentido de su propia existencia). Todo el mundo parecía sucumbir al nuevo monstruo de la rapidez… salvo IEX.

IEX se muestra a sí misma como una especie de ángel de la guarda de los inversores para luchar contra el HFT, algo que ha calado en el gran público por el libro de Michael Lewis ‘Flash Boys’. Así, su operativa como ‘dark pool’ se les quedaba pequeña, en parte porque no podían llegar al gran público, y en parte porque veían limitado su crecimiento, ya que los escándalos ocurridos en estos mercados hicieron a los reguladores marcar ciertas líneas rojas a su operativa. Por ello IEX decidió dar el salto y solicitó ser admitido como una bolsa de valores pública, y así competir con el NYSE o el Nasdaq.

El período de consultas ha sido el más polémico existente hasta la fecha, nunca tanta gente ha opinado sobre el tema, llevando a la SEC incluso a pedir una prórroga en su veredicto. Finalmente en agosto comenzará a operar Investors Exchange (IEX). El nuevo mercado golpea de lleno la operativa de los HFT, ya que ralentizará artificialmente las órdenes de compraventa en 350 microsegundos, y en otros 350 microsegundos el envío de la confirmación. Ningún operador tradicional se atrevería a hacer tal cosa, pero la cuota de mercado de IEX es de un 2% aproximadamente, por lo que no solo no perderán clientes sino que con seguridad los ganarán.

La realidad es que hay mucho dinero en juego. Ahora los beneficios del HFT se cuentan por miles de millones y generan millones en comisiones

La polémica no es puramente conceptual. Ya que aunque algunos argumentan que no es legal que alguien decida motu proprio retrasar las órdenes de los inversores, ya que puede ir en la contra de estos, la realidad es que hay mucho dinero en juego. Ese es el verdadero debate. Actualmente los beneficios del HFT se cuentan por miles de millones, asimismo también generan millones en comisiones y, por si fuese poco, si el modelo IEX cala entre los inversores, podría provocar una estampida hacia su mercado, perjudicando a sus competidores. Son la única bolsa moderna del mundo que cuenta con esta característica.

Es más, no solo los inversores institucionales pierden actualmente, también el inversor minorista. Y es que, si muchos brokers consiguen ofrecer los precios que ofrecen, es gracias a que las órdenes son vendidas en realidad a un trader de alta frecuenca, quien intermedia la operación llevándose el margen a su bolsillo. El broker gana, el HFT también, y el perjudicado es el minorista, quien no se entera de nada.

La mayoría de nosotros ponemos órdenes ‘a mercado’, y cuando se ejecutan no reparamos en si se han realizado un céntimo arriba o abajo, entendemos que simplemente está bien así. Pues no, no siempre. Eso por no hablar de que indirectamente también 'somos institucionales' a través de fondos de inversión, planes de pensiones... En realidad todos pagamos un 'impuesto de lentitud' que recaudan unos pocos privilegiados. ¿Se imaginan por tanto el negocio potencial de IEX?

Vivimos en un mundo en donde los peces grandes se han creado sus propio charco para operar, y así escapar de los grandes depredadores

Pero no todo es blanco o negro, claro. Uno de los mayores críticos es Citadel. Siendo parte interesada en el tema (a favor del HFT), tienen un argumento muy a tener en cuenta en contra del nuevo mercado de IEX. Si tan buenos son para los inversores minoristas, ¿por qué consiguen peores precios que los operadores tradicionales? Además alertan de las posibles distorsiones que se pueden crear con mercados ‘a varias velocidades’. Aunque son cuestiones menores en relación al gran debate del HFT, si IEX quiere triunfar sin duda deberá responder a sus críticos.

La guerra está servida. Vivimos en un mundo en donde los peces grandes se han creado sus propio charco para operar, y así escapar de los grandes depredadores. Pero esos grandes charcos para grandes peces también han sido contaminados, por lo que alguien, IEX, ha decidido convertirse en un mercado oficial y ‘rescatar’ a los inversores, creando un negocio con ello. ¿Quién ganará? Eso es pronto para saberlo, pero sin duda es un debate que cualquier inversor en bolsa debe conocer. Incluidos los minoristas. Nuestra cartera está en juego, aunque aun no nos hayamos enterado.

¿Algún lector teme el ‘trading de alta frecuencia’? Entonces esta noticia quizá pueda resultarle de interés. El pasado 17 de junio IEX Group Inc consiguió autorización por parte del regulador norteamericano, la SEC, para operar como un mercado de valores para todos los públicos. Esto es, lo equivalente al NYSE o al Nasdaq. Esto no tendría mayor importancia si no fuese porque la principal ventaja competitiva del nuevo mercado de IEX es que ralentiza artificialmente en 350 microsegundos las órdenes de los inversores (o 350 millonésimas partes de un segundo, si pestañean se lo han perdido). Puede parecer algo sin importancia, pero ha desatado una de las batallas más encarnizadas que se recuerdan en Wall Street.

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