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Kike Vázquez

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El golpe de Erdogan

Haya sido un golpe de estado o uno de falsa bandera, el resultado para Turquía es el mismo. Erdogan, su presidente, acaparará todo el poder que esté a su alcance

Foto: El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. (Reuters)
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. (Reuters)

¿Ha sufrido Turquía un golpe de estado liderado por el ejército y por el clérigo Fetulá Gülen? ¿O quizá un autogolpe de falsa bandera para elevar la popularidad del presidente? Ejemplos de lo primero no faltan: Turquía es uno de los países en donde más abundan los golpes de estado ejecutados por el ejército, con 5 eventos desde la fundación como República en el año 1923. Pero tampoco de lo segundo: numerosos aspirantes a dictadores se han hecho las víctimas a lo largo de la historia para hacerse con el poder absoluto. ¿Qué creer?

Mi primera impresión, ante las confusas noticias que comenzaron a llegarnos al caer la noche del viernes, fue que detrás estaba el kemalismo. Esto es, un movimiento muy presente en el ejército, que defiende una Turquía nacionalista, democrática y laica, como así lo hizo su lider Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la República. Los antecedentes hacían pensar en ello; la islamización llevada a cabo por Erdogan, y la imposición de altos cargos afines en el ejército también.

De hecho, el kemalismo, que goza de simpatía en parte de la población, podría haber sido usado por alguna fuerza foránea. Suena a conspiración, pero el hecho es que la lucha contra los terroristas del ISIS se está convirtiendo en una prioridad tanto en Europa, como en Estados Unidos, e incluso Rusia. Y los rumores afirman que Erdogan, a pesar de liderar un país que pertenece a la OTAN y a pesar de apoyar verbalmente la contienda, no parece demasiado involucrado.

Acusan al marido de la tercera hija del presidente y ministro de Energía y Recursos Naturales, de hacer lucrativos negocios con el crudo robado en Irak y Siria

Una cosa es decir, y otra bien distinta hacer. Erdogan dice luchar contra el ISIS con bombardeos, pero en la práctica parece mucho más preocupado de contener el movimiento kurdo, principal combatiente local del Daesh. ¿Por qué? Porque entre un 15 y un 25% de la población turca es de etnia kurda, y los movimientos independentistas (junto a zonas de Siria o Irak) están muy desarrollados. Un hipotético Estado del Kurdistán recabaría muchos apoyos si la lucha contra el ISIS prosperase.

Por otra parte tenemos los negocios. Turquía ha recibido numerosas acusaciones provenientes de Rusia de ser el ‘oleoducto’ de los terroristas. Acusan a Berat Albayrak, marido de la tercera hija del presidente y actual ministro de Energía y Recursos Naturales, de hacer lucrativos negocios con el petróleo robado en Irak y Siria. Existen otras importantes acusaciones, pero esta goza de cierta credibilidad en medios occidentales.

Sea como fuere, parece que Erdogan ya no es tan buen aliado para las grandes potencias como lo fue en el pasado. A eso hay que añadir la deriva ‘islamista’ y totalitaria del gobierno en los últimos años. Por ello, nutrir al kemalismo para permitirle llevar a cabo un golpe de estado, no parecía descabellado ese viernes. De hecho, la confusión, la ausencia de comunicados internacionales, daban alas a las hipótesis más pintorescas.

El posicionamiento de EEUU fue clave para determinar el final del golpe de Estado que se produjo el viernes, fue ahí cuando realmente terminó la revuelta

Fue entonces cuando Erdogan salió en la televisión a través de una videollamada con su teléfono móvil, alentó a sus seguidores a salir a la calle y estos reaccionaron poblándolas. Poco después Obama, en un escueto comunicado, dio su apoyo ‘al gobierno democrático’. El posicionamiento de EEUU fue clave para determinar el final de este capítulo, fue ahí cuando realmente terminó la revuelta.

¿Golpe o autogolpe? Así como en un principio, en mi opinión, la situación geopolítica tenía todos los ingredientes para un golpe de estado, el desarrollo y los eventos posteriores han creado enormes dudas al respecto. No es para menos. ¿Qué golpistas son esos que no van directamente a controlar todos los medios de comunicación? ¿Qué golpistas son esos que no emiten un comunicado claro sobre sus propósitos y objetivos (y no una simple frase sucinta sin contenido)? ¿Qué golpistas son esos que no tienen un líder, ni una imagen, ni siquiera un comunicador o intermediario? ¿Cómo nadie iba a defender el golpe si no sabía a quién se unía?

De hecho, si lo más probable era un ataque del kemalismo, ahora el gobierno acusa a un clérigo defensor del islam y antiguo compañero de partido de Erdogán (hasta que sus intereses se cruzaron y el primero empezó a destapar las corruptelas del segundo). Nadie en su sano juicio saldría a defender un golpe que no conoce, pues podría defender cualquier tipo de ideología, y si los ciudadanos no lo defienden está condenado al fracaso. En cualquier caso, estamos ante una intentona chapucera, y por eso ha levantado todo tipo de sospechas.

Si lo más probable era un ataque del kemalismo, ahora el gobierno acusa a un clérigo defensor del islam y antiguo compañero de partido de Erdogán

Si bien, lo más preocupante viene ahora. A las pocas horas el gobierno electo publicó un listado de miles de personas que presuntamente habían participado en el motín. O en Turquía están los mejores servicios de inteligencia del mundo, o la lista es claramente política. Incluso el comisario de la Unión Europea, Johannes Hahn, ha manifestado que “la lista estaba preparada para ser usada en un determinado momento. Estoy muy preocupado. Es exactamente lo que temíamos”. La purga ya suma 20.000 personas.

Esto unido a la voluntad manifesta de volver a implantar la pena de muerte, algo que significaría un punto y final a sus deseos de entrar en la Unión Europa (aunque claro, ya no iban a entrar), ponen los pelos de punta. Si ya anteriormente ciertas políticas eran poco comprendidas en occidente: como la educación religiosa, la limitación de las libertades, una constitución hecha para hacerse con el poder perpetuo… ahora Turquía parece que dará un paso aun más allá. Y eso importa, ya que aunque su peso en el PIB mundial sigue siendo muy pequeño, su peso comercial es cada vez más relevante y su peso geopolítico en la zona es, hasta la fecha, determinante.

Que todo haya ocurrido cuando el AKP perdió la mayoría absoluta y los kurdos entraron en el parlamento da que pensar, especialmente por lo importante para el futuro del país de la reforma constitucional. Pero al final da igual, que cada cual piense lo que quiera. Quién es el autor de los altercados del viernes es irrelevante. Haya sido un golpe de estado o uno de falsa bandera, el resultado para Turquía es el mismo: Recep Tayyip Erdogan exprimer ministro y actual presidente, seguirá acaparando todo el poder que esté a su alcance, caminando hacia el totalitarismo islamista. Hayan sido unos u otros, estamos igualmente ante 'el golpe de Erdogan'.

¿Ha sufrido Turquía un golpe de estado liderado por el ejército y por el clérigo Fetulá Gülen? ¿O quizá un autogolpe de falsa bandera para elevar la popularidad del presidente? Ejemplos de lo primero no faltan: Turquía es uno de los países en donde más abundan los golpes de estado ejecutados por el ejército, con 5 eventos desde la fundación como República en el año 1923. Pero tampoco de lo segundo: numerosos aspirantes a dictadores se han hecho las víctimas a lo largo de la historia para hacerse con el poder absoluto. ¿Qué creer?

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