Hágase banquero

Leer y escuchar anuncios del FROB diciendo que todo está saneado y que el crédito está a la vuelta de la esquina (cuando las cifras y la realidad muestran  lo contrario); conocer las peleas por entrar e influir en la Sareb (dados sus sueldos precrisis y los negocios a realizar); mantener los 200.000 euros de sueldo en las fundaciones de las bancas nacionalizadas; tener conocimiento de la multiplicación de comisiones (ahora se han inventado la de comisión por apunte como si no fuera inherente al servicio de caja); sufrir las interminables colas por la reducción de personal cuando no el cierre de servicios y oficinas; intentar explicar a mi madre de 94 años que han salvado sus depósitos (menuda caradura y sinvergonzonería de nuestros bancarios); y primar a los clientes de la  banca privada nacionalizada con el dinero de todos, me llevan a la conclusión de que si queremos parar esta marcha acelerada hacia el pasado, es necesario desbancarizar nuestra economía.

Como a pesar de los pesares la mafia dirigente y política que, teniendo los medios para hacerlo, sigue esperando que escampe y se produzca el milagro, necesitamos poner manos a la obra. Para ello les voy a narrar algún caso-episodio cercano para que si les pasa a ustedes obren en consecuencia y, si tienen la suerte conservar algunos ahorros, piensen en las siguientes alternativas, tan o más seguras que prestar el dinero a la banca para que nos lo salven:

a) Persona A casada con nómina de funcionario al que le quedan 6.000 euros de hipoteca por amortizar y necesita urgentemente 7.000 para un imprevisto. Efectuada la petición al banco A donde tiene domiciliada la nómina y después de varias semanas de espera, consigue que le digan la cuota fija a pagar. Comprobada esta, resulta un interés del 12% y, para más inri, se lo venden como un favor, dada la situación. Al sumar las dos cuotas fijas y ante la no admisión de carencia en el segundo préstamo, la alternativa resultante es: 1- no comer,  2- el banco se queda con el piso y ella endeudada ad eternum.

A su vez, a un familiar suyo B le vence un plazo fijo en el banco B que del 4% anterior lo intentan renovar al 1,5% por aquello de la recomendación del Banco de España ya que no es inversor ¿institucional?

Dada esta brusca bajada, y con la confianza que tiene este familiar B con el director, le explica la petición de ayuda de A y el director B, que quiere retenerlo, le ofrece como solución un préstamo ICO (por si fuera además autónomo) y de paso traspasar la nómina de A.

Como último recurso el director B le ofrece el préstamo personal al 10% a A y le eleva el tipo del 1,50% al 1,75% a 13 meses a B.

Ante la usura y la represión financiera, los dos familiares acuerdan un préstamo al 6% con dos años de carencia hasta que finalice el préstamo hipotecario.

b) Caso de los farmacéuticos valencianos, donde los retrasos de la Generalitat a pesar del superávit presupuestario no cobran, al igual que la mayoría de los proveedores de servicios de la misma.

Han aterrizado por esos lares fondos, llámenlos ustedes, buitres, carroñeros, de capital riesgo o distressed debt (que suena chic), ofreciéndoles comprar las facturas al 10% de interés trimestral.

Le voy a proponer a mi farmacéutico comprarle las facturas al 7% anual o bien pagarle la totalidad del coste de las medicinas con el 5% de descuento anual, que no trimestral, al reembolsar cuando cobre de la Generalitat.

c) Si usted tiene tiempo libre, algo de ahorros y labia para convencer a su familia, dese una vuelta por las oficinas bancarias y pregunte por esos pisos-chollos que aún lo son, pero que, a poco que la economía mejore, dejaran de serlo. Para estos pisos de la banda 50.000-70.000 euros, determinados bancos le ofrecen financiación menos cara pues se los quieren quitar de encima.

¿Y qué hacer? Alquilarlos.

Por mi zona existen determinados colectivos que tienen dificultades de todo tipo para beneficiarse de la bajada de los pisos y del alquiler (ya que nadie se fía de ellos, no tienen acceso a préstamos, necesitan avales y no siempre gozan del reconocimiento del trabajo que realizan). Suelen conocerse entre ellos, formando una comunidad relativamente cerrada y a veces están agrupados alrededor de una parroquia donde todo se sabe. Pagan de alquiler una media de 500 euros al mes y son tan buenos cumplidores como los demás.

Mi idea es comprar uno, ofrecérselo a la parroquia, a Cáritas, o a la persona que nos ayuda en el cuidado de mi madre con una rebaja del 25% del alquiler que paga actualmente.

La modificación de la legislación favorece el alquiler -la creación de socimis-, así que si la banca privada está ofreciendo rentabilidades del 15% por compra de activos de primera calidad procedentes de la Sareb, en Madrid y Barcelona. ¿Por qué no nos podemos aprovechar los ciudadanos corrientes y molientes de estas ventajas?

En Alemania, las grandes empresas como Siemens, cuando hay dificultades crediticias, actúan de banqueros en comunión con sus clientes y proveedores. Desgraciadamente, en España no es así (ya tienen bastante con disminuir su apalancamiento), y lo máximo que logran las empresas de tamaño medio es crear filiales o colocar activos en el extranjero de forma que sirvan de garantía o aval para conseguir financiación más barata.

Mi opinión es que la forma y rapidez de salir de la crisis está en función del grado de bancarización de la economía (donde Europa, y particularmente España, se llevan la palma) y mientras los Gobiernos intentan adoptar medidas que sólo tienen efecto en el largo plazo (ahora se ha visto la necesidad de un Argentaria-Ico con oficinas) hay que sobrevivir y llegar a término. Cuando la intermediación y la financiación es más necesaria que nunca, la banca está en retirada física y social. ¡Qué diferencia con otros tiempos cuando esta fue un agente decisivo en la modernización e industrialización de España! No es que la banca deba adaptarse como narraba McCoy ayer, comentando el día en que FG sembró el terror en la banca mundial, sino que si queremos salir de la crisis no podemos llamar a los pirómanos para que actúen de bomberos, por mucho que intenten  adaptarse a los tiempos.

En nuestra mano está poner un grano, bien individualmente o a través de los proyectos colectivos que nacen diariamente y de los que es necesario informarse correctamente.