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Paul McCartney divierte al ‘private equity’
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Ignacio Sarría

Secretos del Private Equity

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Paul McCartney divierte al ‘private equity’

La primera página de la sección de finanzas del New York Times de la semana pasada describía con detalle cómo en un selecto ‘resort’ de Las

La primera página de la sección de finanzas del New York Times de la semana pasada describía con detalle cómo en un selecto ‘resort’ de Las Vegas se habían reunido más de 700 invitados para celebrar los setenta años que acababa de cumplir David Bonderman, fundador de TPG, una de las mayores gestoras de ‘private equity’ en Estados Unidos con más de 50.000 millones de dólares bajo gestión.

Entre los invitados a la fiesta se encontraban los principales ejecutivos del sector, que tuvieron la oportunidad de disfrutar coreando, entre otras, las canciones de los Beatles interpretadas por Paul McCartney durante más de dos horas de concierto.

La noticia no ha pasado desapercibida en los medios, que la relacionaban con la fiesta que tuvo lugar en Nueva York en mayo de 2007, justo antes de la irrupción de la crisis crediticia, para celebrar las sesenta primaveras de Stephen Schwarzman, fundador de Blackstone. Evento que contó con  Rod Stewart como artista invitado.

En verano de 2010, fue Leon Black, fundador de Apollo, quien decidió contar con Elton John para amenizar a los invitados a su sesenta cumpleaños en los Hamptons. Una fiesta que reunió a los principales ejecutivos del ‘private equity’.

Los efectos de la campaña publicitaria contra Mitt Romney por sus años en Bain Capital todavía colean, y este tipo de eventos no pasan desapercibidos en los medios americanos, que aprovechan cualquier excentricidad para poner en evidencia la riqueza generada por unos pocos en apenas dos décadas.  

El ‘private equity’, como su propio nombre sugiere, es un sector “privado” y que invierte en compañías para obtener plusvalías superiores a los mercados cotizados. A pesar del ruido mediático que le rodea, el volumen total captado por las gestoras de ‘private equity’ en todo el mundo en 2012 para invertir ha sido de 200.000 millones de dólares, lo que es una cifra insignificante si lo comparamos con el sector financiero en general, o incluso con los fondos de inversión tradicionales o el volumen gestionado por los ‘hedge funds’.

Como reconocía uno de los principales ejecutivos del sector, “una de las claves del éxito del desarrollo del ‘private equity’ a lo largo de las últimas dos décadas ha sido mantener un perfil bajo que beneficia tanto a los inversores como a los gestores, pero el sector ha alcanzado su mayoría de edad y cada vez es mas difícil pasar desapercibido”.

No le falta razón a David Bonderman cuando reconoce “que cada uno celebra sus aniversarios como quiere” y que fue pionero en este tipo de celebraciones disfrutando con los Rolling Stones para celebrar su sesenta aniversario hace una década.

Tampoco hay que ignorar las importantes donaciones que los principales ejecutivos del sector destinan a distintas causas de filantropía. Como quedó en evidencia con el análisis exhaustivo de las declaraciones fiscales de Mitt Rommney, nos iría a todos mucho mejor si los principales ejecutivos de las grandes corporaciones fueran tan generosos como los gestores de ‘private equity’.

       

La primera página de la sección de finanzas del New York Times de la semana pasada describía con detalle cómo en un selecto ‘resort’ de Las Vegas se habían reunido más de 700 invitados para celebrar los setenta años que acababa de cumplir David Bonderman, fundador de TPG, una de las mayores gestoras de ‘private equity’ en Estados Unidos con más de 50.000 millones de dólares bajo gestión.