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¿Y si el consenso vuelve a equivocarse?
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Víctor Alvargonzález

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¿Y si el consenso vuelve a equivocarse?

La mera posibilidad de ver a Pablo Iglesias en la presidencia del gobierno pone los pelos de punta al 100% de las sociedades de inversión internacionales, que son las que mueven el mercado

Foto: Pablo Iglesias, presidente de Podemos
Pablo Iglesias, presidente de Podemos

Vaya por delante que, vistos los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales, creo que hay sitios más tranquilos y seguramente más rentables que la bolsa española hasta que se celebren las elecciones generales. Recordemos a Warren Buffett. “Para un inversor la primera regla es no perder dinero”. ¿Y la segunda? - le preguntaron -. “La segunda es no olvidar nunca la primera”.

La mera posibilidad de ver a Pablo Iglesias en la presidencia del gobierno pone los pelos de punta al 100% de las sociedades de inversión internacionales, que son las que mueven nuestros mercados, tanto de bonos como de acciones. Y piensen que, además, tampoco están muy bien informados: más de uno cree que el otro partido nuevo – Ciudadanos – es un partido antisistema (literal).

Obviamente no hay ninguna regla que diga que los resultados de estas elecciones son extrapolables a las generales. Es más: es perfectamente posible que no vaya a ser así, como veremos más adelante. Pero un gestor prudente que siga la regla de Buffett no se mete en este “fregao”. Y más habiendo alternativas.

Vaya también por delante el disclaimer político”: esto no es un artículo sobre política, ni una opinión política. Es de estrategia de inversión. Pero, desgraciadamente, en este país cualquier estrategia de inversión tiene que pasar por tener una visión de que puede ocurrir políticamente hablando, porque es algo que va a condicionar lo que pase con la renta fija y variable durante los próximos meses. Ya me gustaría a mi que mi trabajo se limitara a temas más racionales y relativamente más fáciles de predecir como son las expectativas de beneficios empresariales o los datos macroeconómicos. Y he dicho antes “desgraciadamente” porque, como dijo alguien, hablar de política en España es llorar. Y eso que a mi me gusta la política. Pero lo que se hace aquí no es política. Esto es otra cosa que prefiero no calificar, porque mi misión es analizar, no opinar.

Aclarado esto, vayamos al meollo del asunto. ¿Qué pasa si el consenso – especialmente el internacional - se equivoca y la extrapolación Colau al ayuntamiento de BCN no equivale a Iglesias a la presidencia del gobierno español? Porque, si fuera así, según pase el tiempo y bajen los bonos y las acciones españolas, y viendo como evolucionan los acontecimientos, podríamos encontrarnos con una típica oportunidad de inversión. Insisto en que es mejor verlo estando en liquidez o con la parte de renta variable de la cartera invertida en otro país, pero España seguramente irá presentando cifras macroeconómicas mejores - esas que no percibe la gente porque tardan en notarse pero si que perciben los mercados – pero, en paralelo, va a estar estigmatizada por la política. Ahora bien, si finalmente el resultado no fuera una extrapolación de las municipales a las generales, entonces tenemos delante un mercado que está barato, que puede estarlo más – según vayan tomando “medidas” y haciendo declaraciones los nuevos regidores y presidentes autonómicos – y que luego podría – insisto en el condicional – no llegar la sangre al rio en las elecciones generales.

Es una apuesta sólo para inversores agresivos, porque esto va de todo o nada. Si hay extrapolación, aquí no va a poner dinero ni el Tato, como le gusta decir a Rajoy. Pero si no, la cosa cambia. Ya sabemos cuál puede ser la cruz - nunca mejor dicho – de la moneda para nuestra bolsa y nuestros bonos. Veamos cual podría ser la cara.

¿De verdad están dispuestos los españoles a poner a Pablo Iglesias en la presidencia del gobierno?

Sin duda hay muchos que sí, pero ¿el español medio? Que una cosa es votar a la señora Carmena como alcaldesa – lo de la señoraColau es como más llamativo – y otra muy distinta un presidente de gobierno de extrema izquierda/bolivariano. Ciertamente aquí somos dados a experimentos y a votar más una imagen, a que nos cuenten cosas bonitas, que a alguien con capacidad de gestión – véase el “experimento Zapatero” -, pero entre votar Zapatero, del PSOE “de toda la vida”, a votar Iglesias, de “Podemos”, no se… O yo me he alejado mucho de la calle y del español medio – que creo que no - o no lo veo tan claro.

¿Es posible que el PP no vaya a hacer absolutamente nada por recuperar a sus votantes naturales?

Y no digo ganar votantes, cosa harto difícil a estas alturas del partido, sino recuperar a los de siempre. Hay mucha gente que ha votado toda su vida al PP y no lo ha hecho esta vez. Y muchos tampoco es que hayan han votado a otro partido. Simplemente se han quedado en casa, hartos, hastiados y enfadados con la actuación de “su” partido. Y, aunque los medios pongan como principal motivo la corrupción, tenemos ejemplos tanto en el PP como en el PSOE de que, desgraciadamente, en España la corrupción no es determinante a la hora de votar. Es horrible decirlo, pero si alguien tiene que ser realista es un estratega de inversiones. Y esa es la realidad: yo creo que ha hecho más daño ver como te crujen a impuestos mientras el Estado sigue siendo el gordo glotón de siempre, o ver que el gobierno no hace frente - con lo que haga falta - a Bruselas en determinados temas jurídicos manifiestamente injustos, que la corrupción (que también, por supuesto).

La cuestión es que si el PP mantiene un poco de inteligencia electoral, llevará a cabo alguna – o varias - medidas para reconciliarse con sus electores, a esos que ha machacado a impuestos y frente a los que ha incumplido su programa electoral. Incluida una reforma para hacer una Administración más barata y eficiente (Plan “Soraya”) que ha pasado a mejor vida. Treinta y cinco mil millones iban a ahorrar. Eso sí que da para una buena bajada de impuestos y animar un poco la microeconomía (nada como dinero en el bolsillo de los consumidores) En fin, no es que - hagan lo que hagan - vayan a subir mucho en intención de voto. La “macro” tarda mucho en notarse en el mundo “micro”. Pero el anuncio, por ejemplo, de una bajada de impuestos verdadera y sin trucos se notaría en las encuestas realizadas entre los verdaderos votantes “naturales” del PP.

No infravaloremos la inteligencia política de Ciudadanos.

No pertenezco a ningún partido ni creo que vaya a pertenecer nunca. Todos se echan a perder en cuanto llegan al poder y no quiero ser cómplice de las cosas que se ven en la política española. Pero como aficionado al tema, me ha llamado la atención la inteligencia con la que ha evolucionado Ciudadanos. Desde situarse en el centro, que es donde al final se “parte el bacalao” político en España, hasta como aprovecharon la metedura de pata del PP con el tema de “naranjito” -demuestra capacidad de reacción, comunicación y empatía, algo muy importante en política -, pasando por la criba que han hecho para que no les cuelen listillos o corruptos en las candidaturas. O su programa económico que, de cumplirse, va claramente dirigido a adelgazar el estado y alimentar en su lugar a la empresa y al autónomo, músculo financiero del país. ¿Qué luego es todo mentira? Pues es muy posible, pero la esperanza es lo último que se pierde. En mi opinión, ahora que van a “tocar” poder van a tener medios para darse a conocer ante el español medio, y debería notarse. A mí me recuerdan al asesoramiento financiero independiente, que si no tiene más adeptos – aunque ya tiene muchos – es porque la mayoría de la gente no sabe que existe.

La fragmentación podría ser una bendición y no una desgracia.

¿Por qué hay corrupción? ¿Por qué los partidos se permiten incumplir de forma descarada sus programas? Pues porque pueden. Porque saben que, al final, en España se vota como si votaras a tu equipo de fútbol y que, pase lo que pase, los “tuyos” – en términos de propiedad – te van a votar. Pero que pasa si te das cuenta de que eso ya no vale? Y que vas a tener que trabajar con gente que te va a estar vigilando para pillarte cuando se paga una “mordida” porque denunciarla es su apalancamiento político.

Yo ya hice mi propuesta para mejorar el nivel de la clase política en “Doble paga, doble pena” (no basta criticar, hay que proponer), pero entre que no la habrá visto ningún político y que es un tanto novedosa, en mi modesta opinión a la democracia sólo le queda una vía de regeneración: desde dentro. Mucha gente daba el tema por perdido porque a ver quién regenera a “estos” partidos, pero lo que no habíamos pensado es que podrían salir otros que, nos gusten más o menos, si algo vienen es básicamente limpios. Los últimos avances en tratamiento del cáncer consisten en regenerar los tejidos con células que eliminan las células corrompidas del cuerpo – que me perdonen los médicos por explicarlo tan mal – y eso podría darse en política. Y no porque los nuevos sean hermanitas de la caridad - son políticos – sino porque su “marketing” se basa en vender honradez, al menos hasta que estén bien situados. La fragmentación podría ser el caos – como opina el consenso – pero ¿y si en lugar de caos es regeneración, tanto a izquierda como a derecha?

Dirán que soy optimista. No crean: si lo fuera recomendaría tener bolsa española en las carteras, y no es el caso (europea en general sí, pero no española en particular). Lo que soy es realista: es muy probable que, vista la capacidad de reacción de los partidos tradicionales, al tirar la moneda electoral salga cruz, pero en los mercados muchas veces se produce lo menos probable, y un asesor realista no debe perder de vista esa posibilidad. En otras palabras: yo seguiría de cerca la evolución de los puntos mencionados en este artículo no vaya a ser que el consenso vaya y se equivoque.

¡Que pasen un estupendo fin de semana!

PD.: El próximo día 15 estaremos en Valencia hablando de Estrategia de Inversión. Si les apetece pasarse, aquí les dejo un enlace donde encontrarán toda la información necesaria.

Vaya por delante que, vistos los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales, creo que hay sitios más tranquilos y seguramente más rentables que la bolsa española hasta que se celebren las elecciones generales. Recordemos a Warren Buffett. “Para un inversor la primera regla es no perder dinero”. ¿Y la segunda? - le preguntaron -. “La segunda es no olvidar nunca la primera”.

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