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Cómo dispararte en el pie cuando estás ganando el tiroteo
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Víctor Alvargonzález

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Cómo dispararte en el pie cuando estás ganando el tiroteo

Para un griego – empresa o particular - acumular euros es ahora mismo el mejor negocio del mundo: si hay devaluación, ganará como mínimo un 50% al cambiarlos posteriormente a dracmas

Foto: Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas
Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas

¡Cómo se nota que el Sr. Varoufakis viene del mundo académico y no del financiero!Pero hombre de Dios ¿cómo cree que va a funcionar un corralito antes de un referéndum en el que se decide si se mantienen en el euro? Para un griego – empresa o particular - acumular euros es ahora mismo el mejor negocio del mundo: si hay devaluación, ganará como mínimo un 50% al cambiarlos posteriormente a dracmas. Y si no lo hay, no pierde nada en los euros acumulados. El “unicornio” del especulador: gran potencial de beneficio, ningún riesgo de pérdida ¿Consecuencia? que el sistema financiero se “seca” - de euros - en días o, a lo sumo, en semanas.

Si los griegos habían acumulado euros por si acaso, ahora los acumularán por sentido común. Con el anuncio del referéndum saca sus sesenta euros toda la familia. Todos los días. Pero el problema no sólo es que acumule euros en casa el griego medio (y su abuela, su cuñada, sus hijos, el portero y uno que pasaba por ahí….) El problema, Sr. Varoufakis, es que los acumularán también las empresas. Y a esas no pueden limitarles a sesenta euros por empresa/día.

El empresario no sólo prudente sino avispado, acumulará todos los euros que pueda utilizando todos los trucos posibles ante la posibilidad de apuntarse un resultado por diferencia de cambio sin correr riesgo alguno. Y más con lo bien que deben de ir las empresas en Grecia. Ganar un dinerito extra especulando con la vuelta al dracma es casi una cuestión de supervivencia.

Si los griegos habían acumulado euros por si acaso, ahora los acumularán por sentido común

Y piense otra cosa, Sr. Varoufakis: en un país tan corrupto como el suyo – y ya se que el mío tampoco es para enorgullecerse, pero ese es otro tema - ¿cuánto tardará alguien con dinero que todavía no lo haya sacado todo fuera en ponerse de acuerdo con un banquero - del que es el principal cliente - para acumular euros? Y no precisamente sesenta. Ha puesto usteduna caja de caramelos a la puerta de un colegio. Y va a durar lo que yo le diga. Se ha cargado ustedtodo el tiempo que pensaba tener para volver a empezar a negociar desde cero, que era su intención al dejar de pagar al FMI. Tenían que haberse quedado en el órdago del impago, pero se han venido arriba con el del referéndum y los alemanes les han dicho, en términos de “mus”, que sí, que “lo ven”.

Hace poco un amigo me comentó que el peor de todos los pecados es la soberbia porque de él surgen el resto. Mira que lo estaban haciendo bien ustedes.¡Québien le habían cogido la medida a políticos y mercados!Habían creado la sensación de que si se iban se acababa no ya el euro, sino que era una crisis como la de Lehmann Brothers y las hipotecas “subprime” - eso lo he leído en más de un sitio –, una crisis que se llevaría por delante el sistema entero. Que suerte tenemos de que exista la locura colectiva porque ¿cómo sino íbamos a comprar barato en los mercados?

Comparado con lo que les esperaba en caso de salir del euro el acuerdo era un chollo

En fin, que tenían a todo el mundo asustado y ya era semioficial que Europa aceptaría una ampliación del plazo del pago de la deuda de quince a treinta años (que es como dejarla en perpetua y solo pagar intereses), los intereses iban a ser un regalo – el 0,5% anual - y, si bien los griegos acabarían jubilándose a los sesenta y siete años como el resto de los europeos, tendrían un plazo de más de cinco para “adaptarse” sin sufrir demasiado stress.

Comparado con lo que les esperaba en caso de salir del euro - al menos durante los primeros dos años – el acuerdo era un chollo. Pero llega la soberbia. “Están asustados”, pensaron, “es el momento del segundo órdago. Lanzamos lo del referéndum y ganamos definitivamente la partida” Y es cierto: estaban asustados. Pero Tsipras y Varoufakis han jugado sus cartas del miedo en exceso y pensando que los europeos juegan sin cartas. Tampoco han pensado que los mercados pueden cansarse, hacer números y decir: “oiga, que a lo mejor que se vaya Grecia no es el fin del mundo”. Eso si no piensan – con razón o sin ella - que a lo mejor el euro se quita un peso de encima. No hay que dejar demasiado tiempo a la gente para pensar. Pueden hacerlo.

Para empezar, el Eurogrupo tiene una carta que se llama BCE. La “pasta”, vaya. Y eso es importante en cualquier negociación. En la práctica quién está prestando dinero a los griegos para seguir jugando son los mismos contra quienes juegan. Pero aún así al BCE también lo tenían cogido, como al resto. El BCE estaba asustado pensado en que hacer si le pasan la patata caliente.

Curiosamente son los propios Tsipras y Varoufakis los que se han disparado en el pie. Justo cuando estaban a punto de ganar el duelo. Al lanzar el órdago del referéndum han lanzado a la vez a hordas de griegos asustados hacia los bancos, unos a pedir sus pensiones, otros a acumular todos los euros que pudieran porque si hay devaluación los que tengas en casa valdrán una pasta (en dracmas). Y luego hay otros griegos que no corren al banco, si no que quedan discretamente en una cafetería con su banquero y le dicen ”consígueme todos los euros que puedas”, seguido de: “sabes que soy uno de tus mejores clientes y espero no tener que dejar de serlo cuando pase todo esto”. Y el banquero los busca por todos los rincones – y cuentas – del banco.

Varoufakis hizo sus cálculos: tanto me da el BCE al día, tanto saca cada griego para el día a día, puedo aguantar un mes y volver tarumbas a los europeos y a los mercados, que acabarán firmando lo que haga falta. Pero se nota que Varoufakis no trabaja en los mercados, no vive el día a día de los negocios y no se ha dado cuenta que el hombre busca, además de la supervivencia, el beneficio. Se nota que no lee a menudo a Adam Smith. O sobre la especulación financiera. El mercado, el mundo de los negocios y “la calle” son distintos al aula. La teoría de los juegos es eso: teoría y juegos. Esto es la calle, Sr. Varoufakis. Y, peor todavía: el que al final ha demostrado tener “calle” ha sido un alemán muy poderoso, el Sr. Schäuble, que ha estado esperando con calma a que ustedcometa un error fatal. Y le ha regalado dos.

No cuente con ese mes extra para seguir su – admirable, hay que decirlo – táctica de “doy miedo, no tengo nada que perder y encima les cuento a los rusos todo lo que pase en la OTAN”. Se ha puesto ustedmismo el plazo durante el que puede negociar. Ahora lo marcan los euros que haya en el sistema. Sin euros hay que emitir otro tipo de moneda. Y deben quedar muy pocos. Pero las facturas hay que pagarlas. El petróleo no lo regalan. Y dentro del país hay gente que exigirá cobrar sus facturas y, si no, no hay transacción. Como decimos aquí, “tanto fue el cántaro a la fuente”…

No digo que no haya acuerdo... pero ahora el miedo ha cambiado de puerta

En fin: no digo que no haya acuerdo – la presión política, encabezada por EE.UU. es enorme, pero como dice un amigo mío, “ahora el miedo ha cambiado de puerta”.

Antes de acabar no querría dejar de hacer mención a la carta que ha escrito una joven griega y que se ha publicado en varios medios de comunicación. Reconozco que me gusta escribir con cierto sentido del humor – que aburridas serían si no las finanzas -, pero la verdad es que en esta ocasión me ha costado hacerlo. Tratamos este asunto desde fuera y hacemos comparaciones con el mus o el ajedrez, yo el primero, pero esto no es un juego.

Aquí hay víctimas de carne y hueso. La incompetencia y corrupción demostrada por los políticos griegos desde incluso antes de su entrada en el euro, así como la incompetencia de los europeos en el manejo de la crisis, tienen al final consecuencias terribles sobre los más indefensos. Indefenso no es todo el pueblo griego, que, para empezar allí había mucho “listo” tipo funcionario que trabaja también en una peluquería, no pagaba impuestos ni el tato y se jubilaban a los 57 años. Pero hay gente indefensa y totalmente inocente. En este caso es una joven estudiante que pierde toda esperanza en el futuro.

Nada de todo lo anterior debe sernos ajeno. Por humanidad y también por pragmatismo. Aquí todos sabemos la clase política que se ha generado en los últimos quince años. Y tenemos un 40% de paro juvenil. Esa gente joven está desesperada. Hasta para poder finalizar la carrera y conseguir unas prácticas tienen que pasar un calvario burocrático que da vergüenza, porque la Administración exige a las empresas toda una serie de trámites para contratar a alguien en prácticas cuando bastaría con que al chaval le dieran un certificado (la burocracia es una enfermedad mortal) Deberíamos no solo de mirar las barbas del vecino y rectificar mientras estamos a tiempo. Debería darnos también vergüenza que uno de cada dos jóvenes españoles esté en paro.

Si quieren leer la carta – se la recomiendo -,aquí tiene el enlace.

Que tenga un buen fin de semana.

¡Cómo se nota que el Sr. Varoufakis viene del mundo académico y no del financiero!Pero hombre de Dios ¿cómo cree que va a funcionar un corralito antes de un referéndum en el que se decide si se mantienen en el euro? Para un griego – empresa o particular - acumular euros es ahora mismo el mejor negocio del mundo: si hay devaluación, ganará como mínimo un 50% al cambiarlos posteriormente a dracmas. Y si no lo hay, no pierde nada en los euros acumulados. El “unicornio” del especulador: gran potencial de beneficio, ningún riesgo de pérdida ¿Consecuencia? que el sistema financiero se “seca” - de euros - en días o, a lo sumo, en semanas.

Banco Central Europeo (BCE)
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