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Como invertiría yo el premio gordo de la lotería
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Víctor Alvargonzález

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Como invertiría yo el premio gordo de la lotería

La experiencia me dice que esos premios de decenas de millones de euros les suelen caer a personas que, una vez pasada la euforia del momento, se ponen muy nerviosas ante su nueva situación

Foto: ¿Será así tu vida a partir del sorteo de la lotería?
¿Será así tu vida a partir del sorteo de la lotería?

Me temo que a mí nunca me va a tocar la lotería. La experiencia me dice que esos premios de decenas de millones de euros les suelen caer a personas que, una vez pasada la euforia del momento, se ponen muy nerviosas ante su nueva situación. No es fácil convertirse de repente en millonario. Tienes que plantearte qué hacer con ese “pastón”: como colocarlo – si no vas y te gastas todo en un par de años, que ocurre –, te asaltan ofreciéndote el oro y el moro por tu dinero, te asaltan para pedírtelo y te asalta Hacienda para llevarse su parte (aunque no haya jugado)

Por eso digo que yo no doy el perfil. No me crearía trauma ni nerviosismo alguno. Y no porque sea un superhombre – obviamente -, sino porque mi profesión es precisamente el mundo de las inversiones y, además, como consecuencia de lo primero, vivo de cerca el trabajo de los asesores fiscales. En otras palabras: no tendría ningún problema en colocar el dinero adecuadamente ni en establecer la estructura fiscal que me permitiera minimizar lo que se lleven los políticos para “sus cosas”, y así maximizar lo que daría a organizaciones realmente dedicadas a ayudar a los demás.

No entro en el arquetipo de la persona a la que le tocan un montón de millones, pero difícil no quiere decir imposible. Quiero tranquilizar a amigos y compañeros de trabajo que lleven los mismos números que yo. Una cosa es que no de el perfil y otra que sea gafe. De hecho la única vez que jugué a las quinielas me tocó (aunque no fueron los catorce y jugué poco). Es más: conocí el caso de un ministro que era rico de familia y encima le tocó dos veces la lotería (aunque el resto de personas que he conocido que ganaron el premio gordo entraba más en el arquetipo mencionado anteriormente).

El título del artículo es que haría “yo” si ganara el premio. No por egocentrismo ni por error gramatical. Cuando me pide asesoramiento un cliente mi misión como asesor es ponerme en sus zapatos. Y lo mismo cuando me pide opinión un periodista sobre qué debería hacer el ganador (aprovecho para darles las gracias a todos los que me lo han preguntado). Pero el caso es que durante una de esas llamadas pensé: ¿y qué haría yo, que me dedico a los mercados, sin considerar perfiles de inversión ni cualquier otro aspecto que no sea maximizar el resultado de la inversión de aquí a 10 años? Se me ocurrió que a lo mejor eso le interesa a algún lector. No porque vaya a seguir mi planteamiento al pie de la letra (no debería, su perfil de inversión puede ser muy distinto al mío), sino porque puede sacar alguna idea interesante.

Tienes que plantearte qué hacer con ese “pastón”: como colocarlo – si no te gastas todo en dos de años, que ocurre –, te asaltan ofreciéndote el oro y el moro

Mi estrategia se basaría en aprovechar las oportunidades. Y me refiero a las que ofrecen ahora mismo los mercados, no a diversificar sin ton ni son.

La primera es de libro (de hecho ya la puse en “mi” libro): pocas veces he visto una rentabilidad tan alta por dividendo como la que ofrece ahora la bolsa europea. Un 3,2% anual – de media – estando la inflación en Europa en el 0% es una rentabilidad real históricamente alta (un 4,2% en el caso del IBEX, pero ahí recomiendo ser selectivo, porque el dividendo de algunos bancos y alguna que otra empresa importante del índice lo veo difícil de mantener, al menos en el corto plazo)

De hecho la inflación en España es negativa, así que en realidad el poder adquisitivo de ese cupón del 3,2% es mayor. Cierto, la inflación volverá algún día, pero normalmente cuando eso ocurra será porque crece la economía, así que también crecerán los dividendos.

La inflación volverá algún día, pero normalmente cuando eso ocurra será porque crece la economía, así que también crecerán los dividendos

Cierto también que los dividendos pueden bajar. Pero son mucho más estables que las cotizaciones. Además, aprovecharía que me dedico a esto – por eso no me va a tocar, por listillo – y haría una buena selección de valores que históricamente no hayan bajado el dividendo y tengan perspectivas razonables de mantenerlo. De hecho, utilizaría fondos de inversión cuya filosofía fuera la de invertir en ese tipo de valores, dirigidos por gestores que lleven tiempo haciendo exactamente eso: asegurar el dividendo. Es más: un fondo así invierte en más de 50 o incluso 100 empresas. Habrá alguna que baje o elimine temporalmente el dividendo, pero la mayoría lo va a mantener o aumentar.

Una vez sentado a cobrar mi cupón del 3,2% anual buscaría una inversión atractiva por su potencial de revalorización a largo plazo y no tanto por el dividendo. Buscaría un mercado en el que nadie quisiera estar ahora pero en el que coticen empresas con futuro aunque ahora no estén de moda. Y no valen las que lo están, como muchas tecnológicas americanas, porque esas no cumplen lo que busco, que no es otra cosa que comprar calidad a buen precio.

Buscaría un mercado en el que nadie quisiera estar ahora pero en el que coticen empresas con futuro aunque ahora no estén de moda

El Hang Seng, el índice de la bolsa de Hong Kong, en el que cotizan no sólo empresas de primer nivel con actividad en China, sino en toda Asia, está a un PER de 8 veces. Yo creo que nunca ha estado tan barato. Y si hay una zona económica que volverá a tener un fuerte crecimiento económico de aquí a diez años es Asia, China incluida. Un buen fondo de inversión con posiciones en el Hang Seng y en el sector consumo en China interior. Ahí también iría parte de mi sustancioso premio.

También mantendría dinero en liquidez. En un fondo de baja volatilidad, de esos que sólo dan un poco más que un depósito pero son estables. Si algo he aprendido es que los mercados están muy locos y no hay nada como tener munición para aprovecharlo cuando les de la pájara.

Si hay una zona económica que volverá a tener un fuerte crecimiento económico de aquí a diez años es Asia, China incluida

A riesgo de repetirme, insisto en el “disclaimer”, similar a los que ponen en esos anuncios de coches que derrapan y atraviesan ríos a toda velocidad: “escenas rodadas por profesionales. No trate de repetirlas”. Su perfil, querido lector, no tiene que ser como el mío. Yo me dedico a esto desde hace 25 años. Mi capacidad de asumir riesgos ha ido madurando a lo largo de los años y para mi, para mis inversiones, no existe más volatilidad que la que yo quiera ver. Por ejemplo, si me siento a cobrar un cupón me da absolutamente igual lo que haga la cotización del valor. Pero para un cliente medio lo mejor es tener una cartera de fondos diversificada, con visión a medio plazo y sobre todo adaptada a su verdadera capacidad de asunción de riesgos (que siempre es menor de lo que piensa)

Ah, casi se me olvida: el ladrillo. Pues sí: me compraría un “casoplón”. Y varios inmuebles de calidad, esos que no suelen estar a la venta o si lo están es a un precio prohibitivo. Uno para vivir y los otros para ponerlos en alquiler y esperar a que se revaloricen. España es y seguirá siendo el país del ladrillo. Está en nuestros genes. Y en el de los extranjeros que saben que, pese a los intentos de los españoles por cargárnosla, costa como esta y con estas infraestructuras no hay otra en Europa. Venimos de una crisis como un piano. Las crisis inmobiliarias son muy duras, pero también poco frecuentes. Hay que aprovecharlas. Pero sin excesos, que el mercado inmobiliario es muy poco líquido y encima lleva IVA.

España es y seguirá siendo el país del ladrillo. Está en nuestros genes

Aunque me tocara la lotería seguiría trabajando. Para gestionar mi patrimonio y porque no dejaría en la estacada a los clientes que me han dado su confianza durante todos estos años. Y porque me gusta lo que hago. Eso sí: el próximo artículo a lo mejor lo escribo desde un “casoplón” en el campo cobrando un 3,2% anual en dividendos de mis acciones. Es más: espero que para entonces lean el artículo en circunstancias similares.

¡Que tengan mucha suerte!

Me temo que a mí nunca me va a tocar la lotería. La experiencia me dice que esos premios de decenas de millones de euros les suelen caer a personas que, una vez pasada la euforia del momento, se ponen muy nerviosas ante su nueva situación. No es fácil convertirse de repente en millonario. Tienes que plantearte qué hacer con ese “pastón”: como colocarlo – si no vas y te gastas todo en un par de años, que ocurre –, te asaltan ofreciéndote el oro y el moro por tu dinero, te asaltan para pedírtelo y te asalta Hacienda para llevarse su parte (aunque no haya jugado)

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