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El referéndum de los mercados ha dado su veredicto: alcista
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Víctor Alvargonzález

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El referéndum de los mercados ha dado su veredicto: alcista

Los italianos han votado por el “vivan las caenas” en forma de no eliminar grasa del Estado y, de paso, han dado alas a los partidos que quieren salir del euro

Foto: El primer ministro italiano Matteo Renzi. (Reuters)
El primer ministro italiano Matteo Renzi. (Reuters)

Me habrán escuchado muchas veces decir que la primera regla para entender los mercados es comprender que los mercados tienen sus propias reglas. Y una de ellas es que los inversores tienen preferencias. Acertadas o no, pero las tienen. Y que si inviertes a corto o medio plazo hay que escucharlas, so pena de ir con el pie cambiado una buena temporada. En el largo plazo lo más importante es el análisis fundamental pero, desgraciadamente, ¿quién invierte a largo plazo?

En los últimos meses el mercado ha hablado muy claro: apuesta por la renta variable. Más por unos países que por otros, más por unos sectores que por otros, como es normal, pero lo que nos está diciendo es que apuesta por las acciones. Y escuchar al mercado es otro buen consejo a la hora de invertir.

Que el S&P 500 haya subido como la espuma tras la llegada de Donald Trump al poder es lógico. Su programa va de bajada de impuestos, estímulo económico y desregulación: parece la lista de los reyes magos de un empresario. Y en este caso podemos decir que ha funcionado el análisis económico frente a otras consideraciones, como el temor que inspira Trump dirigiendo los destinos del país más poderoso del planeta.

También ha subido la bolsa en el Reino Unido después del Brexit, y en ese caso las ventajas que ha visto el mercado son discutibles. Es muy posible que a largo plazo Inglaterra funcione mejor sin las ataduras que implica pertenecer a la Unión Europea, y que se lo puede permitir, pero a medio plazo no está tan claro. Ahora todo es de color de rosa porque, en la práctica, el Reino Unido sigue dentro de la Unión, sus empresas mantendrán durante una buena temporada el pasaporte europeo mientras que su divisa cae y hace híper competitivas sus exportaciones (y las compras de los europeos en el RU) Pero ya veremos qué pasa cuando el sector financiero y otras empresas con mucha actividad en la eurozona pierdan el pasaporte que les permite moverse por Europa como si fuera la propia Gran Bretaña. En cualquier caso, en el corto y medio plazo el veredicto del mercado sobre Brexit tiene su fundamento.

Pero lo que ha sido la “condición necesaria y suficiente” que diría un matemático, o la prueba definitiva para el científico, de que, pase lo que pase, a los inversores lo que les gusta es la renta variable, es la reacción de las bolsas europeas al resultado del referéndum italiano.

Es cierto, estaba tan descontado que perdería Renzi que era de esperar que el mercado tampoco se lo tomara muy mal. Tanto la derrota como la difícil situación de la banca italiana se llevaba notando desde hace tiempo en las bolsas. No en vano el FTMIB es el peor índice europeo y pierde un 18% en lo que va de año, mientras que en el mercado de deuda la prima de riesgo italiana superó hace tiempo -y con creces- a la española -. Pero de ahí a subir más del uno por ciento todos los índices de la Eurozona como primera respuesta al 'No' hay un paso. No olvidemos que no solo se vota contra un plan que eliminaba cosas como los puestos senatoriales vitalicios, muchas duplicidades de la Administración y que trataba de hacer Italia gobernable. También se daba la situación de que todos los partidos que apoyaban el no, toda la oposición, son partidos que quieren salir del euro. Desde Berlusconi hasta el populista Movimiento Cinco Estrellas, pasando por la independentista Liga Norte. Vamos, que los italianos han votado por el “vivan las caenas” en forma de no eliminar grasa del Estado y, de paso, han dado alas a los partidos que quieren salir del euro, que llegarán más fuertes a las elecciones anticipadas que tendremos como consecuencia de la derrota.

La conclusión es clara: visto lo visto, muy mal tendrían que darse las cosas para que, con altibajos, cambiara la opinión positiva del mercado hacia la renta variable

A mi tampoco me volvía loco Renzi, y entiendo el mosqueo de los italianos con sus políticos y con el “establishment”, pero el referéndum lo ha perdido un plan que, aunque discutible y de un político muy discutible, era un plan de cambio propuesto por el único partido europeísta del país. Su derrota no es una buena noticia para Europa. Y no sólo política. Tampoco económica.

Pero el veredicto de las bolsas ha sido claro: les importa un bledo. O bien le dan más importancia al PMI –índice de la actividad manufacturera europea– que salió ese día y marcaba máximos de once meses -aunque más bien modestos- es decir, a la recuperación económica de la eurozona, o a la sensación de que vamos a pasar del estímulo monetario al fiscal siguiendo la estela de los EEUU porque, si no lo hacemos, lo siguiente será que los populismos empiecen a llegar a los gobiernos de la eurozona. O al menos así es como interpreto la actitud positiva actual del mercado hacia la renta variable europea. La verdad es que Alemania no ha dicho en ningún sitio que vaya a seguir –o permitir que otros sigan– los pasos de Donald Trump, es decir, que se vaya a abandonar la política de austeridad, pero ciertamente el mercado podría tener razón anticipando que sólo a base del BCE y su estímulo monetario no se puede seguir, y que, o se anima el cotarro, o lo siguiente son populismos al poder. Pero desde luego el estímulo fiscal no está tan claro como en Norteamérica.

La conclusión es clara: visto lo visto, muy mal tendrían que darse las cosas para que, con sus altibajos, cambiara la opinión positiva del mercado hacia la renta variable. En EEUU sólo veo correcciones puntuales de la mano de las escaramuzas comerciales que pronto iniciará la administración Trump, y en Inglaterra el veredicto de los mercados –acertado o no– no ha podido ser más claro: Brexit “mola”. En Europa tendremos un test importante en las elecciones francesas –donde en segunda vuelta los obreros tendrán que votar al ultra liberal Fillon para frenar a Le Pen-, pero, hasta entonces, ancha es Europa.

Me habrán escuchado muchas veces decir que la primera regla para entender los mercados es comprender que los mercados tienen sus propias reglas. Y una de ellas es que los inversores tienen preferencias. Acertadas o no, pero las tienen. Y que si inviertes a corto o medio plazo hay que escucharlas, so pena de ir con el pie cambiado una buena temporada. En el largo plazo lo más importante es el análisis fundamental pero, desgraciadamente, ¿quién invierte a largo plazo?

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