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400.000 millones: coste del adiós de Grecia al euro
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Alberto Artero

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400.000 millones: coste del adiós de Grecia al euro

Se le puede criticar a ZeroHedge muchas cosas, pero si hay algo por lo que destaca el irreverente blog financiero estadounidense es por su capacidad de

Se le puede criticar a ZeroHedge muchas cosas, pero si hay algo por lo que destaca el irreverente blog financiero estadounidense es por su capacidad de conectar con los temas de actualidad desde ópticas, las más de las veces, diferenciales, muy alejadas del saturado carril por el que transitan la mayoría de los analistas y medios de comunicación.

En la última semana ha publicado tres piezas esenciales sobre Grecia. Dos de ellas son muy extensas, por lo que me limitaré a exponerles las generales de la ley, dejando que degusten privadamente los textos completos, desafortunadamente en inglés en el original, si así lo consideran oportuno. Con ellos les dejo hoy.

El primero, más breve, es una clase de historia y establece el paralelismo entre la entrada de Grecia en la Latin Monetary Union en 1868, de la que ya formaban parte Francia, Bélgica, Italia y Suiza, y su pertenencia actual a la Eurozona. De donde no hay, no se puede sacar, viene a decir. Una entrada sentimental pero extraordinariamente reveladora del caótico modo de proceder de los griegos en aquellos procesos de armonización monetaria en los que ha participado. Lo que está pasando ahora, por cierto, ya lo anticipamos de algún modo en estas premonitorias líneas (V.A., El nuevo Caballo de Troya griego y el saqueo de Europa, 02-11-2011).

El segundo de los post es más procesal, más cualitativo, se podría decir. Se basa en el análisis realizado por uno de los habituales en Valor Añadido, el economista jefe de Citigroup, Willem Buiter. Versa sobre una posible salida unilateral del país heleno del euro (para otras opciones ver esta interesante pieza del WSJ). El autor estructura su exposición en cuatro apartados, si bien la conclusión es doble: Grecia entraría en una severa depresión económica, el euro saldría fortalecido (un 'resumen' interesante sería esta Guía de la Salida de Grecia del Euro publicada ayer mismo también por WSJ, la coincidencia es prácticamente total y está estructurada en forma de preguntas y respuestas).

  1. Momento de la salida. Provocada por la falta de financiación y la simultánea fuga de capitales, algo que ya se está produciendo. En una semana, 700 millones de euros han salido de las cuentas corrientes de los griegos, mientras que la media desde 2009 está en 2.000 millones al mes (WSJAs bank withdrawals surge, Athens relies more on BCE, 15-05-2012). Rechazo a las obligaciones derivadas de todas las deudas contraídas como estado, salvo las que tengan como acreedor al FMI. Eso incluye al BCE o al Fondo Europeo de Estabilidad y, por supuesto, a los tenedores privados de sus bonos, sea bajo la ley inglesa o la griega.
  2. Efecto sobre la moneda. Creación de un nuevo dracma (ND), depreciación automática de, al menos, un 40% frente a la moneda única. Todos los activos y contratos interiores pasan a denominarse automáticamente en la recién creada divisa. Se toman medidas para evitar la fuga de capitales. El sistema bancario quiebra automáticamente y, con él, numerosas corporaciones no financieras. Sin reformas estructurales, las ganancias de competitividad por mor de la devaluación tienen una vida muy limitada.
  3. Desaparece automáticamente la financiación al país y a su banca. Los tipos de interés nominales se disparan y con ellos los reales ante la amenaza de que se den procesos inflacionistas como consecuencia del uso del euro como reserva de valor y unidad de cambio. La falta de demanda por los títulos emitidos en NDs, el default soberano y la estrechez de su mercado mantendrán esta situación durante muchos trimestres. Se complica la monetización del déficit (JP Morgan, al que haremos referencia más adelante, añade la posibilidad de que la falta de dinero obligue a la Administración a pagar salarios y facturas con pagarés, con las implicaciones sociales que eso tendría). De estas consecuencias sociales ya escribimos en su día (V.A.Grecia, cordero vociferante camino del matadero, 22-02-2012).
  4. Implicaciones para el resto de la UE. (El comienzo de esta parte, acerca de cómo entraron muchas naciones en el euro, es de lectura obligada. No cabe más acidez). La creación de un precedente implica el inicio de la búsqueda del siguiente en caer con la consecuente fuga de capitales de esos estados, ahondando en sus dificultades financieras. Sufrirá la banca local y la acreedora. Sin embargo, el euro saldrá reforzado del proceso. Una visión compartida, entre otros, por HSBC.

El tercero, por su parte, desarrolla más profusamente el último de los puntos de Buiter y aterriza en cifras concretas con base en los estudios llevados a cabo por los estrategas de J.P. Morgan, banco de inversión que, como saben, no ha tenido la mejor de sus semanas. Trata de identificar, de forma numérica y gráfica, costes, efectos directos e indirectos, referencias a monitorizar, soluciones y niveles críticos. Así:

  1. Hay un riesgo específico griego para el resto del mundo, fundamentalmente Europa, que podría alcanzar los 400.000 millones de euros. Su desglose es como sigue: 240.000 en manos de la Unión Europea y el FMI, 130.000 del Eurosistema a través del sistema Target-2 (del que escribimos en su día y cuyo desequilibrio sigue creciendo exponencialmente, Alemania se planta ante el BCE, en juego el 20% de su PIB, 07-03-2012), 25.000 de los balances de las contrapartidas bancarias comunitarias (cifra esta última que parece baja si nos atenemos a los últimos análisis publicados que la aplican solo a Francia y Alemania; FT AlphavilleYour handy one-table guide to the cost of Grexit, 15-05-2012). Unos números a los que también llega por su cuenta Der Spiegel, en una pieza -por lo solvente y por venir de donde viene, de imprescindible lectura;Time to admit defeat: Greece can no longer delay euro zone exit, 14-05-2012).
  2. En caso que el miedo se extienda a, por ejemplo, España e Italia, donde la fuga de inversores es más que una evidencia en los últimos nueve meses, el salto sería olímpico al incluir la deuda bancaria, la soberana y el posible impacto sobre los depósitos minoristas. Lo de Grecia sería un chiste comparado con los cientos de miles de millones de euros de los que estaríamos hablando, ya que habría que sumar al impacto financiero, el sufrido por la actividad productiva. Las sumas que se manejan son imperiales (por no marearles, las dejo para su consulta en el texto original). Sirva de muestra un botón, aún hay 800.000 millones de renta fija pública de los dos países en manos de extranjeros (FTGreek fire could singe resto of euro, 14-05-2012). De ahí que no interese la salida abrupta de Grecia del euro.
  3. Su propuesta pasa por una ocupación administrativa de la burocracia helena acompañada de un Plan Marshall que frene el deterioro económico y devuelva al país la esperanza. Eso sería, de facto, una cesión completa de soberanía. Si Grecia se niega, entonces el turno para plantearse si abandona el euro será de Alemania, principal acreedor de la región y la que menos tiene que perder. Claro que también hay despistaos, como Mohamed El-Erian de PIMCO, que habla de una nueva Unión alrededor de Alemania y Francia, hasta ahí de acuerdo, y que incluya a España e Italia (Bloomberg, PIMCO says 17-nation Euro Currency Union will not last, 15-05-2012). Al menos, nos siguen teniendo en el horizonte de inversión. Importante consuelo parece. En fin...
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