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Peligro: muere la banca oficial, crece el ‘shadow banking’
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Alberto Artero

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Peligro: muere la banca oficial, crece el ‘shadow banking’

Ha publicado el Financial Stability Board un documento de imprescindible lectura para todos aquellos interesados en el sistema financiero en general y en la banca en

Ha publicado el Financial Stability Board un documento de imprescindible lectura para todos aquellos interesados en el sistema financiero en general y en la banca en particular. Se trata del Global Shadow Banking Monitoring Report 2012 en el que analiza la evolución de la llamada ‘banca en la sombra’. Es el análisis más detallado que se ha realizado sobre la misma, tanto en términos geográficos (comprende el 88% del PIB mundial), como de activos financieros objeto de estudio (el 90% del total agregado global).

Se trata de un paper imprescindible ya que buena parte de los agentes económicos que la integran participan de los riesgos sistémicos de la banca tradicional, con la que comparten actividad de originación e intermediación del crédito, pero quedan fuera de los controles y las disposiciones regulatorias que constriñen a las firmas tradicionales. Estamos hablando de fondos monetarios, otros fondos de inversión, ETFs, hedge funds, SPVs (Special Purpose Vehicles) y similares (ver cuadro de la página 16).

Su importancia es tanto mayor cuanto más recursos maneja. Los últimos datos prueban que estos suponen el 50% ya del balance del sistema bancario oficial y que el shadow banking intermedia una cuarta parte de las operaciones de financiación que se cierran alrededor del planeta. Su volumen se ha situado en máximos históricos de 2007, tras acumular 67 billones de dólares a cierre de 2011 frente a los 62 de entonces, cuando el estallido de la crisis de crédito internacional había mostrado únicamente una parte mínima de lo que vendría después.

Sin embargo, la evolución no ha sido ni mucho menos lineal. Así, mientras en Estados Unidos se ha producido una mitigación de su importancia desde 2005, al pasar su cuota del 44% al 35%, en Europa y Reino Unido ha ocurrido justamente lo contrario. Un hecho que pone de manifiesto que cuando el supervisor cierra una puerta, el dinero siempre encuentra una ventana para soslayar tal acción. Su actividad en Holanda es equivalente al 490% del PIB (un caso especial, sin duda, por su modelo de BVs) mientras que en las Islas alcanza el 370%, por poner solo dos ejemplos (ver cuadro de la página 10).

Tan importante como su tamaño absoluto es su nivel de interdependencia con el sistema bancario tradicional. Hay mercados en los que más de una cuarta parte de la financiación del shadow banking procede de instituciones oficiales, caso por ejemplo de Italia, con un 28%. Del mismo modo, hay naciones en las que una parte sustancial de la acción inversora de estas entidades se concentra en bancos y cajas locales, como ocurre en Brasil, Chile e Indonesia. De este modo, se completa un círculo que raras veces se ha demostrado virtuoso a lo largo de la historia (imprescindible ver en este sentido los charts de la página 22).

Sea como fuere, el papel a jugar por estas instituciones en el sistema financiero va a ir a más y no a menos, en la medida en que los nuevos requerimientos de cómputo y consumo de capital y la necesidad subsiguiente de desapalancamiento siga suponiendo un freno para la concesión de financiación por los cauces de toda la vida. Se da la paradoja de que lo que es una oportunidad para estos actores, e incluso una necesidad para el universo de las finanzas, puede convertirse en una amenaza desbocada si no se le pone límites en términos de acción y control. Ya lo vimos con la caída de Lehman.

El problema es que, a este gato, ¿quién le pone el cascabel?

Ha publicado el Financial Stability Board un documento de imprescindible lectura para todos aquellos interesados en el sistema financiero en general y en la banca en particular. Se trata del Global Shadow Banking Monitoring Report 2012 en el que analiza la evolución de la llamada ‘banca en la sombra’. Es el análisis más detallado que se ha realizado sobre la misma, tanto en términos geográficos (comprende el 88% del PIB mundial), como de activos financieros objeto de estudio (el 90% del total agregado global).