Fonditel, un fichaje fantasma y el terremoto que no llegó a ser

Conocimos la semana pasada que Invercaixa, la mayor gestora de España por volumen de activos, había decidido acometer una restructuración interna desu equipo de inversiones.

Así, y con motivo de la integración de Barclays, el responsable del área, Guillermo Hermida, anunció una serie de cambios entre los que se encontraba la asunción por parte de la hasta ahora responsable de renta fija, Carmen Lumbreras –extraordinaria profesional con la que servidor tuvo tiempo de trabajar codo con codo in illo témpore–, del poder decisorio en el departamento de renta variable en detrimento de Pedro Martínez.

En principio podría parecer un cambio menor entre otros muchos dentro de una reorganizaciónimpuesta por las circunstanciasen el brazo de gestión privada y patrimonial de CaixaBank.

Pero no.

La cosa tiene más enjundia de la que parece.

Según fuentes del mercado, la promoción –más allá de los méritos curriculares que la ex-BCH o Morgan Stanley acredita, que son muchos y abundantes–formaparte de la recompensa prometida por haberse quedado en la institución tras haber estado con un pie y medio en Fonditel, la gestora de pensiones de Telefónica,donde habría aterrizado, llegado el caso, como directora de inversiones. Un fichaje que desde la operadora daban por cerrado y que se encontró, a última hora, con la negativa de Lumbreras a dar el salto pese a haber mostrado su conformidad de inicio con las condiciones pactadas.

Esto explicaría parte de la sorpresa que ha causado su designación a propios y extraños, toda vez que la elegida apenas tiene experiencia en el mercado de equities, al haber desarrollado toda su carrera en el universo de la deuda, soberana o corporativa. Muchos de sus compañeros, tanto actuales como recién llegados desde Barclays, acumulan más veteranía que ella en este ámbito, si bien se trata de una carencia que tampoco causaba excesiva preocupación en la gestora de la compañía de telecomunicaciones al calor de la oferta que le planteó.

Por algo será.

Su llegada hubiera situado en una situación más que incómoda al actual responsable de la estrategia de inversión de Fonditel, Jaime Martínez, al tratarse de una incorporación en un puesto similar al suyo, si no por encima. Sin una razón clara de performance que lo justificara –sus distintos fondos de pensiones se sitúan en percentiles que van entre el 15% y el 30% de sus categorías, mientras que los planes de empleo superan con creces los objetivos de rentabilidad fijados, y a tres años el Albatros compara bien con los mejores de la categoría–su reemplazo o relegación tendría que responder a otros criterios.

Su designación causó sorpresa ya que la elegida apenas tiene experiencia en el mercado de equities, al haber desarrollado toda su carrera en la renta fija

Entre las explicaciones que circulan por los mentideros más ilustrados de ese pequeño reducto que es el universo gestor madrileño predomina el subjetivismo. Necesidad de un cambio de aires para evitar el excesivo acomodamiento del actual director y su equipo, de búsqueda de talento adicional que le refuerce, de liberarse de un estilo de gestión excesivamente encorsetado y/o mecanizado o de fomentar el grupo frente a la individualización en el proceso decisorio. Nada concreto y todo en general, como pueden ver.

Sea como fuere, las aguas han vuelto a su cauce en ambas instituciones.

Carmen Lumbreras inicia una nueva etapa de su brillante carrera profesional ampliando su ámbito de responsabilidad mientras que, de momento y que se sepa, Martínez –participante habitual del Round Table de Cotizalia–no sólo mantiene sus funciones en Fonditel, sino que ha sido ratificado por la vía de los hechos en el puesto que venía ocupando hasta ahora. La incertidumbre, como saben, es algo que se lleva mal con el ahorro más conservador y no se puede mantener una crisis abierta eternamente en el tiempo.

¿Qué habría pasado si se hubiera abierto la caja de los truenos?

Ya nunca lo sabremos… Este terremoto ya no va a ser.

¿De verdad?

To be continued.