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Cosas veredes, China sigue (fiscalmente) los pasos de España
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Alberto Artero

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Cosas veredes, China sigue (fiscalmente) los pasos de España

Al implantar un IVA sobre los servicios, limita aún más la capacidad de financiación de municipios y regiones y condena sus finanzas a un futuro más que incierto

Foto: Una bandera de España ondea junto a la bandera nacional china delante de un retrato de Mao Zedong en la Plaza de Tiananmen. (Reuters)
Una bandera de España ondea junto a la bandera nacional china delante de un retrato de Mao Zedong en la Plaza de Tiananmen. (Reuters)

Ha publicado este lunes Marc Chandler un interesante 'post' sobre los últimos cambios fiscales aprobados en China. Aunque su 'background' es mucho más amplio, Marc se ha consolidado a lo largo del tiempo como un especialista en ese país, su economía y sus finanzas, por lo que sus opiniones sobre el mismo deben ser tenidas en cuenta por cualquier analista que pretenda estar bien informado.

Pues bien, el autor alerta de un cambio impositivo de enorme relevancia en el gigante asiático: la implantación de un IVA sobre los servicios que sustituirá al impuesto sobre la facturación bruta con que las empresas del sector terciario eran gravadas hasta ahora. En su opinión, se trata de una medida positiva, ya que, aunque el tipo de aplicación es mayor que el anterior (exactamente el doble: 11% vs. 5,5%), afecta a menos sujetos pasivos, toda vez que se ha restringido de inicio a firmas financieras, inmobiliarias y ligadas al consumo.

Desde ese punto de vista, para el economista, "facilitará la transición de la actividad de la industria a otros segmentos menos intensivos en capital", algo que el vasto Estado está pidiendo a gritos.

Sin embargo, reconoce, no todo es de color de rosa.

Algunos de los problemas estructurales de financiación de regiones y municipios se pueden ver exacerbados con esta iniciativa, alentando las peligrosas dinámicas que han presidido sus cuentas hasta este momento.

En efecto, ahora el tributo existente era ingresado en su totalidad por las autoridades locales y llegaba a suponer hasta un 40% del total de su recaudación. Por el contrario, los fondos procedentes del IVA, cuyo importe irá subiendo en la medida en que se vaya generalizando su aplicación, no solo serán menores sino que se repartirán entre aquellas y el Gobierno central en una proporción 25%-75% a favor de este último. El agujero presupuestario que les puede provocar es de aurora boreal.

¿Por qué es esto relevante (y aquí viene la analogía con lo sucedido en nuestro país)?

Porque la Administración regional y municipal asume el 85% del gasto público mientras que solo le llega el 45% de los impuestos. ¿Les suena? Esto ha provocado que en el pasado más reciente cubrieran ese diferencial, ¿adivinan cómo?, recurriendo a la especulación inmobiliaria (venta de suelo y desarrollos residenciales) y endeudándose, las más de las veces, a través de estructuras fuera de su balance, por medio de sociedades semipúblicas o 'trusts'.

Ambas son estrategias de corto recorrido. La primera está sujeta al ciclo de la vivienda sobre el que el país ha vivido no pocos sobresaltos en tiempos recientes. La segunda tiene como límite la demanda de ese endeudamiento por parte de banca y mercados, por una parte, y la necesidad de obtener liquidez para hacer frente a los vencimientos, por otra. Que se lo digan a los españolitos, que ven la tele, les guarde Dios, qué sucede cuando las casas dejan de venderse y el mundo no quiere ya financiarte.

Mal rollito… de primavera.

Alguno podrá argumentar que, en el fondo, da igual. Que al final lo que tenemos es una gran mentira, un cuento chino en definitiva, en la que el dinero recircula internamente entre Estado, bancos controlados por este, sociedades públicamente participadas, gobiernos locales y vuelta a empezar. Este cambio legislativo buscaría, de hecho, recentralizar todo.

Vale, puede.

Pero el problema es que cada vez más lo que sucede dentro de sus fronteras tiene enormes implicaciones fuera de ellas, como se ha comprobado con los sustos bursátiles de junio del año pasado y febrero del actual. Pasar la bolita de un vaso a otro no la hace desaparecer. Y el precedente de Japón sigue ahí. Miren dónde estaba y dónde está por un cambalache parecido entre autoridades, banca y empresa, procrastinación en estado puro que ha condenado su economía durante décadas. Y lo que te rondaré nipona. La mierda siempre termina aflorando. Antes o después.

No está el patio como para sorpresas en la economía de las grandes que más crece del mundo. Ni mucho menos. Y, si en lugar de resolver sus desequilibrios internos, el Partido Comunista los agrava, las probabilidades para un ‘hard landing’ indeseado crecen por momentos. Salvo que tengan un conejo en la chistera que a Chandler, servidor y el 'sursum corda' se nos escapa.

No creo.

En fin, no aprenderán.

Ha publicado este lunes Marc Chandler un interesante 'post' sobre los últimos cambios fiscales aprobados en China. Aunque su 'background' es mucho más amplio, Marc se ha consolidado a lo largo del tiempo como un especialista en ese país, su economía y sus finanzas, por lo que sus opiniones sobre el mismo deben ser tenidas en cuenta por cualquier analista que pretenda estar bien informado.

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