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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Carreteras nuevas

Poco a poco, y con el paso de los años, las carreteras se van haciendo mejores. El número de coches en constante aumento y el crecimiento

Poco a poco, y con el paso de los años, las carreteras se van haciendo mejores. El número de coches en constante aumento y el crecimiento de los desplazamientos así lo obliga. Se gasta mucho dinero en ellas, pero la realidad es que muchas veces el dinero no se gasta de la manera más adecuada.

La autovía A1 de Madrid hacia la frontera francesa pasando por Burgos es un ejemplo de ello. Hace más de 20 años que se lleva negociando la realización de una vía de circunvalación que evite el paso por la localidad de El Molar, en el kilómetro 45. Este pueblo está dividido en dos partes por una carretera general con todos los problemas que esto conlleva.

Ahora, por fin, se acaba de abrir la tan esperada circunvalación para beneplácito de todos los habitantes, pero las obras resultan difíciles de entender. En total, todo el tramo de carretera nueva, que se une a la entrada y a la salida con el trazado original, tiene algo más de siete kilómetros.

En sentido salida, en este tramo hay al principio dos kilómetros de calzada con dos carriles, a partir de un momento se abre un tercer carril que se mantiene durante más de tres kilómetros hasta que nuevamente vuelven a ser dos carriles en el momento de su incorporación a la antigua carretera.

El anterior trazado disponía de tres carriles en este sentido de salida a lo largo de todo el paso por la localidad madrileña. O lo que es lo mismo, que con respecto a lo que había antes, los usuarios salen perdiendo un carril. Y este no es un caso aislado, es sólo un ejemplo. Ustedes lectores, seguro, conocerán algunos más.  

Supongo que la diferencia entre que una autovía disponga de dos o tres carriles en una zona determinada es una cuestión teórica que viene marcada en un manual de ingeniería. Y que una de las causas a tener en cuenta es la mayor o menor pendiente de la carretera en dicho tramo.

Una solución que durante años ha estado muy bien. Las que se llamaban vías lentas eran importantes para poder adelantar a camiones circulando a 40 ó 50 km/h, pero hoy en día eso ya no existe. Los camiones de carretera son tan rápidos como los coches normales y a veces incluso más. Una vía lenta, como la podríamos seguir llamando, no crea más que problemas, porque al llegar al final  -casi siempre están hechas mal- no se acaban en el momento en el que ya empieza la bajada sino antes de terminar la subida cuando el vehículo lento es aún más lento.

Hoy en día con los vehículos que hay, estos carriles para vehículos lentos sólo sirven para crear aún más peligro y para organizar atascos, pero los que hacen nuestras carreteras no se han debido enterar. Bueno, seguro que sí se han enterado, porque en el tramo de dos carriles recién inaugurado que les comento, los puentes se han hecho para tres carriles, con lo que en unos meses otra empresa constructora conseguirá una nueva adjudicación…          

Poco a poco, y con el paso de los años, las carreteras se van haciendo mejores. El número de coches en constante aumento y el crecimiento de los desplazamientos así lo obliga. Se gasta mucho dinero en ellas, pero la realidad es que muchas veces el dinero no se gasta de la manera más adecuada.