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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Tiempo de acuerdos

Los fabricantes de automóviles buscan permanentemente acuerdos con otras empresas para poder reducir sus costes de desarrollo y producción. Así ha sido durante años y va

Los fabricantes de automóviles buscan permanentemente acuerdos con otras empresas para poder reducir sus costes de desarrollo y producción. Así ha sido durante años y va a seguir ocurriendo. En estos momentos de crisis que vivimos, cuando el mercado europeo comienza un nuevo declive, la situación se convierte en algo urgente para algunas marcas.

Las empresas que en los últimos años han conseguido acuerdos estratégicos ahora están mucho más tranquilos y encaran el futuro con más optimismo. Tal es el caso de las marcas británicas Land Rover y Jaguar que integradas en el potente consorcio Tata pueden seguir adelante con sus nuevos proyectos.

El grupo Fiat también hizo bien sus deberes cuando se hizo con el tercer fabricante norteamericano, el grupo Chrysler. Ahora comienzan a dar sus frutos los primeros proyectos, el recién presentado Dodge Dart en Estados Unidos, un coche de diseño americano, pero con tecnología europea. Y pronto irán llegando muchos nuevos modelos para un grupo importante en Europa y en Estados Unidos. 

Esta combinación puede aportar a los americanos una tecnología europea puntera y a los europeos unos productos de origen americano pero más acordes con las necesidades de los usuarios del Viejo Continente. 

Otro grupo muy bien posicionado es Renault. Pese a su descenso en las ventas europeas ha sabido diversificar su oferta por un lado con Nissan, lo que le permite reducir mucho sus costes de producción, pero al mismo tiempo con la marca Dacia, de bajo coste, y con la coreana Samsung. Además, ha hecho una apuesta muy fuerte por el coche eléctrico de cara a un futuro más o menos próximo.

Pero Renault no se ha conformado con todos estos interesantes acuerdos y el pasado año firmó un compromiso con Mercedes. Un acuerdo de colaboración mutuo que ya produce sus primeros resultados. Ya ruedan las primeras unidades de pruebas de lo que será la nueva generación del Renault Twingo y del Smart For Two. Un desarrollo conjunto entre ambas compañías. Y también se han visto en internet algunas imágenes espía de una nueva berlina de Renault en la que  Mercedes ha tenido mucho que ver.

Por el contrario, hay otras compañías que no están atravesando un buen momento y que buscan cualquier tipo de alianza o acuerdo para salir de la situación complicada que atraviesan. Uno de ellos es el grupo francés PSA que integra a las marcas Citroën y Peugeot.

Fue la semana pasada cuando el ministro francés de Trabajo, Xavier Bertrand, anunció unas conversaciones entre General Motors y el grupo PSA. El objetivo sanear las cuentas de las marcas Peugeot y Citroën y, del lado de General Motors, las de Opel. Estas tres marcas están muy centradas en el mercado europeo.

Las ventas en el Viejo Continente no terminan de despegar y ya en el mes de enero han comenzado una nueva caída. Además, dentro de este mercado hay marcas que crecen mucho, como es el caso de Dacia, de Kia o de Hyundai, y también el grupo Volkswagen, lo que hace que el pastel a repartir entre las europeas sea cada vez menor.

Lo que negocian General Motors y PSA, en principio, son acuerdos de colaboración que permitan reducir sus costes, hacer desarrollos conjuntos, compartir tecnología y demás.

Las marcas Peugeot y Citroën tienen una gama cada vez más amplia de modelos, y por el contrario sus ventas son cada vez menores, lo que hace que la rentabilidad de cada uno de sus modelos sea cada vez menor.

Ambas marcas francesas tienen además acuerdos con Mitsubishi para la producción por parte del fabricante japonés del vehículo 100% eléctrico derivado del i-MIEV y también del todocamino basado en el Outlander al que desde ahora se va a sumar los modelos derivados del Mitsubishi ASX, el C4-Crosser y el Peugeot 4008.

Igualmente tienen acuerdos con Toyota para la producción del coche urbano basado en el Aygo e igualmente tienen acuerdos con el grupo BMW para el empleo de los motores de gasolina que emplea en varias de sus gamas. 

Citroën también puso en marcha en 2010 una nueva línea de productos diferenciada, la línea DS, de la que ya hay tres modelos, pero en la que se trabaja para hacer nuevas variantes.

Opel, Peugeot o Citroën no son los únicos en busca de acuerdos. También la japonesa Mazda busca otras empresas automovilísticas para llegar a acuerdos que le permitan reducir sus costes de producción.

Son tiempos de acuerdos, de desarrollar modelos conjuntamente para reducir costes y de optimizar los procesos productivos. Y son momentos en los que los fabricantes con dinero disponible en la caja pueden hacer buenos negocios. Por ejemplo el caso de Saab que está pendiente de salir de la quiebra. Varias empresas han realizado sus ofertas, pero parece que una de las interesadas es el Grupo BMW. Eso sería la salvación de la marca sueca y un importante paso adelante de la marca bávara. .

Los fabricantes de automóviles buscan permanentemente acuerdos con otras empresas para poder reducir sus costes de desarrollo y producción. Así ha sido durante años y va a seguir ocurriendo. En estos momentos de crisis que vivimos, cuando el mercado europeo comienza un nuevo declive, la situación se convierte en algo urgente para algunas marcas.