Es noticia
Enganchados al móvil
  1. Motor
  2. Automaníacos
Carlos Cancela

Automaníacos

Por
Carlos Cancela

Enganchados al móvil

La conducción de un automóvil entraña un peligro, sea cual sea la utilización que se haga del mismo. Circular a 120 km/h por una autovía junto

La conducción de un automóvil entraña un peligro, sea cual sea la utilización que se haga del mismo. Circular a 120 km/h por una autovía junto a otros vehículos que van más o menos a la misma velocidad o que cambian de carril conlleva situaciones delicadas a las que uno debe enfrentarse en todo momento.

Pero es que a todos los peligros inherentes a la actividad de la conducción se ha venido a sumar uno muy importante y que viene a agravar la peligrosidad de la conducción: el uso del móvil.

Por supuesto hay gente que utiliza bien su móvil cuando se sienta al volante, es decir, que no lo usa, pero los hay que utilizan manos libres, que es legal, y hacen una conducción razonable. Los hay que usan el teléfono con el propio aparato en la mano y van hablando, que ya está mal, es peligroso y por supuesto es sancionable, pero lo utilizan solo para dar un recado.

Pero hay los que pasan de todo y utilizan el móvil como si tal cosa, van permanentemente hablando con su móvil en la mano, como si la conducción, y el peligro que supone hacia los otros conductores su actitud, no les importara nada.

Pues bien, ahora hay un nuevo tipo de usuario del móvil y es el que circula de manera casi permanente pasando mensajes, consultando su cuenta de Facebook o mandando tuits, sin el menor escrúpulo hacia lo que está haciendo.

Yo no pensaba, de verdad, que la gente fuera capaz de ser tan inconsciente, pero durante esta semana pasada he tenido unas cuantas situaciones de peligro en las que el otro conductor implicado iba mandando mensajes. Todo empezó el lunes por la mañana cuando a la hora punta de entrada en Madrid durante varios kilómetros de constantes paradas fui delante de un conductor que siempre iba mirando hacia abajo.

Solo después de tres o cuatro veces  de frenar y mirar a ver si el que me seguía iba a conseguir frenar o iba a chocar conmigo comprendí que el señor estaba pasando sus mensajes, o viendo su cuenta de Facebook o simplemente mirando sus correos electrónicos. Y la verdad es que me indigné, porque con su actitud lo único que hacía era poner en peligro mi vida. Y eso es lo lamentable, que el que va haciendo eso lo único que hace es arriesgar la vida de los demás tontamente.

Los fabricantes de automóviles y de componentes y equipos para el automóvil siempre están investigando para hacer la vida más fácil a su conductor. Cuando los conductores empezaron a usar el móvil al volante, de forma casi inmediata se pusieron en marcha sistemas manos libres y otros equipos para hacer las comunicaciones al volante más fáciles.

Ahora, que lo que está de moda es mirar los correos en el móvil, o entrar en las cuenta de Facebook o mandar tuits, los fabricantes ya se están poniendo las pilas para hacer que estas operaciones sean más sencillas.

Sin embargo, la única forma de desplazarse con seguridad cuando se conduce es no utilizar para nada el móvil, ni si quiera para hablar con un sistema manos libres. Más vale hacer un recorrido de media hora sin móvil, y luego hacer todas las llamadas seguidas que tardar un poco más en el recorrido, arriesgar mucho más, y llegar 40 minutos después al lugar de destino, y eso si tenemos suerte.

Cuando un fabricante lanza un equipo de radio con Bluetooth, con marcación por voz y demás, es para hacer más fácil esta operación a su conductor, pero el conductor tendrá que seguir dedicando una parte de su capacidad mental a pensar con quien quiere hablar, de que quiere hablar y a mantener la conversación, y eso significa que le dedicará menos atención a la conducción. Y ese es el peligro.

La conducción requiere el 100% de nuestra inteligencia y nuestra atención si queremos hacerlo de verdad bien, sin poner en peligro nuestra vida ni la de los otros conductores y todo lo que no sea hacerlo así es hacerlo mal, con deficiencias.

Llevo una semana fijándome en cómo conducen los demás y tratando de analizar quienes son los que conducen con el móvil en la mano y pasando mensajes, pero cada día hay más gente que lo hace. Y es que muchos ciudadanos, muchos jóvenes y otros no tan jóvenes se han enganchado al uso del móvil para todo…incluido cuando se conduce. Y ese es un peligro para todos.

Si tiene ocasión fíjese a su alrededor cuando esté conduciendo por una calle o una carretera. Si ve un coche que va de un lado a otro del carril no es, como ocurría antes, de un conductor borracho, si no que se trata de un conductor que es adicto al móvil, a las redes sociales, y que no es capaz de soltar el móvil ni para conducir.

El alcohol y la conducción es un tándem muy peligroso en la conducción pero no lo es menos el del móvil o las redes sociales y la conducción. Si está enganchado al móvil, cuando se siente al volante meta su móvil en el maletero. Todos los conductores se lo agradeceremos.

La conducción de un automóvil entraña un peligro, sea cual sea la utilización que se haga del mismo. Circular a 120 km/h por una autovía junto a otros vehículos que van más o menos a la misma velocidad o que cambian de carril conlleva situaciones delicadas a las que uno debe enfrentarse en todo momento.