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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

La industria española del automóvil

El sector del automóvil tiene para España dos vertientes muy importantes. Por un lado la fabricación de coches y por otro, y muy diferente, la comercialización

El sector del automóvil tiene para España dos vertientes muy importantes. Por un lado la fabricación de coches y por otro, y muy diferente, la comercialización de vehículos. Dos negocios muy distintos, con necesidades y problemas diferentes, pero en los dos casos relacionados con el automóvil.

El próximo jueves tendrá lugar en Madrid, y por primera vez desde su creación, la reunión anual de ACEA, la asociación europea de constructores de coches. Y van a asistir, también por primera vez, todos los presidentes de los principales grupos industriales a nivel mundial. Los de Volkswagen, General Motors, Ford, Mercedes, BMW, PSA o Hyundai van a estar en Madrid.

Y eso es importante porque algunos de ellos tienen fábricas instaladas en España y otros podrían instalarlas en un futuro más o menos próximo. Porque la industria automovilística española es bastante competitiva, y eso a pesar de la llegada de nuevos países emergentes en los que la mano de obra es mucho más barata. Pero España sigue siendo interesante para fabricar coches.

El problema con el que se enfrenta Europa es que hay una excesiva capacidad de producción, o dicho de otra forma, que sobran fábricas. El reciente acuerdo entre General Motors y el grupo francés PSA prevé en los próximos años reducción de plataformas, optimización de factorías y quizá el cierre de alguna planta. Lo malo es que tres de las fábricas instaladas en España pertenecen a estos dos grupos. Por un lado la de Citroën en Vigo y la de Peugeot en Madrid, y por otro la eficiente planta de Opel en Figueruelas.

Por ello, el Gobierno se debe implicar al máximo para proteger un sector industrial muy importante ya que representa el 6% del PIB y el 11% del total de empleo en España. Y es por ello la segunda industria más importante del país.

El año pasado España ha sido el segundo fabricante europeo de automóviles, solo por detrás de Alemania, pero superando a Francia pese a que tres de las marcas fabricantes instaladas en España son francesas (Peugeot, Citroën y Renault). Y se fabricaron más de dos millones de vehículos, de los que el 85% fue exportado.

En el primer trimestre del año, la producción ha bajado ya un 16% mientras que la exportación lo hizo un 20%. Salvo Alemania, que se mantiene con un ligero crecimiento de las ventas de coches, el conjunto de los principales mercados europeos, Francia, Italia y España, siguen bajando por lo que la demanda ha descendido mucho.

Las ventas de coches en España han sufrido en cinco años una reducción a la mitad. Las previsiones para este año hablan ya de 750.000 unidades, lejos del valor record de 1,6 millones del año 2006. Hace años que les llevo hablando en esta columna de la necesidad de un plan de ayudas para conseguir que se vendan más coches.

Y lo hago porque esa ayuda no es a fondo perdido como casi todas las que se hacen en España, que es un país subvencionado en casi todo. Si el Gobierno de España  ayuda con 500 euros la venta de coches y por cada coche que vende saca por ejemplo 5.000 euros de impuestos, creo que puede merecer la pena el negocio de la subvención. Sobre todo si además si tiene rodando un coche nuevo, muy seguro y poco contaminante, y a cambio se quita de la circulación uno viejo, peligroso y muy sucio

Se calcula que cada vez que se ha puesto en marcha un plan de ayudas, se han incrementado las cifras de ventas en 100.000 unidades en un año.    

Desde diferentes asociaciones del sector del automóvil se siguen pidiendo a gritos estas ayudas, pero creo que ya sirven para poco. Con el rescate europeo a España recién aprobado ni siquiera sé qué va a pasar cuando un usuario normal vaya al banco a pedir un crédito para comprarse un coche.

Por eso me parece cuanto menos curioso que Miguel Sebastián, el exministro de Industria con Zapatero, haya aparecido la semana pasada diciendo que hay que poner en marcha ya un plan de ayudas al automóvil.

Es curioso que el mismo que cuando todo el mundo le decía que pusiera un plan de ayudas decía que no sin pensarlo, incluso cuando todos los países de nuestro entorno lo hicieron, ahora que no le importa nada porque está fuera de su responsabilidad, estime que es el momento adecuado para hacerlo. Es el mismo que puso en marcha un plan de ayudas para la venta de 20.000 coches eléctricos, y se vendieron ese año 200 coches y el año siguiente otros 300.

Pero la expresión de “zapatero a tus zapatos” creo que no es en este caso la más adecuada.     

El sector del automóvil tiene para España dos vertientes muy importantes. Por un lado la fabricación de coches y por otro, y muy diferente, la comercialización de vehículos. Dos negocios muy distintos, con necesidades y problemas diferentes, pero en los dos casos relacionados con el automóvil.