A por lo tres millones de coches

Es una apuesta muy fuerte la que han hecho los fabricantes españoles de automóviles al presentar el Plan 3 millones. Una forma de recuperar el terreno perdido este último año y que nos va a llevar, al término de 2012, a perder el segundo puesto en el ránking de fabricantes europeos a favor de Francia y al mismo tiempo bajar de la décima posición a nivel mundial que teníamos hasta ahora.

El plan consta de tres objetivos principales: recuperar una producción de tres millones de vehículos en España frente a los dos millones con los que se cerrará el año 2012, alcanzar un volumen de ventas de dos millones de unidades y exportar 2,5 millones de unidades cada año.

Según las estimaciones de ANFAC, la asociación que engloba a los fabricantes instalados en España, la consecución de estos objetivos permitiría crear 73.000 empleos, reducir en 10.000 millones de euros los costes logísticos e incrementar en un 4% las exportaciones españolas. Y en su conjunto permitiría hacer crecer el PIB español en un 1%.

Esta apuesta es arriesgada porque  llega en un momento muy complicado para la industria europea del automóvil. El pasado jueves se hacían públicas las ventas de coches nuevos en Europa en octubre, con una caída del 4%, mientras que en el acumulado del año el descenso es de un 7,8%. Y las cifras de los mercados español, francés e italiano son muy malas en lo que va de año.

Cuando se habla de exportar 2,5 millones de unidades fuera de nuestras fronteras, se trata de unidades que van de manera casi exclusiva a los mercados europeos de nuestro entorno. Y esos mercados con los que están sufriendo mucho en los últimos meses.

De hecho, los principales fabricantes instalados en España corresponden a marcas que caen más del 10% en lo que va de año en el mercado europeo. Peugeot, Renault, Citroën, Opel, Seat o Ford ven sus matriculaciones reducirse más de lo que baja el mercado. Hay otras marcas fabricantes que no bajan en la misma cuantía, como es el caso de Mercedes, o de Nissan o de Volkswagen, pero en cualquier caso el mercado está mal para todas las marcas.

Estos fabricantes empiezan a tomar cartas en el asunto para ajustar su producción al mercado real y para hacerlo están empezando a cerrar fábricas. Es algo que de momento no ha afectado a España y sin embargo sí lo hace en otros centros productivos instalados por Europa. En lo que sí ha afectado a España es en la reducción de la producción, ya que este año se cerrará con una cifra en torno a los dos millones de unidades, cuando en 2011 se fabricaron 2.353.000 vehículos.

Por ello, ese plan de hacer crecer la producción en un millón de unidades en los próximos años parece un objetivo difícil de cumplir, pero no porque no se puedan fabricar esos coches, sino más bien porque no haya clientes suficientes para comprar estos vehículos.

Por  muchas mejoras que se planteen en infraestructuras, por muchas ayudas que desde el Gobierno central o de los autonómicos se puedan dar, por mucha flexibilidad laboral que se consiga en España, parece en cualquier caso muy difícil conseguir aumentar en un 50% la producción cuando las ventas caen cerca de un 10%.   

Sin embargo, este año España ha tenido una respuesta muy favorable de las distintas multinacionales instaladas en el territorio español pese a la caída de sus ventas.  Las inversiones anunciadas en los últimos meses por valor de casi 2.000 millones de euros vienen a demostrar que España todavía es competitiva. Y lo es incluso frente a los países del Este de Europa, con mano de obra más barata.

El Presidente de ANFAC, José Manuel Machado comentó al presentar el plan que “juegan un papel importante la Administración, los propios fabricantes, donde es vital revisar la competitividad, flexibilidad, calidad e innovación. Pero también la industria de fabricación de componentes, empresas de servicios y los concesionarios son importantes.

Aunque es difícil, porque lo es realmente, si se consigue pasar a fabricar tres millones de coches cada año en España, el tejido industrial crecerá y España saldrá fortalecida como marca y también como país industrializado.

Según El propio Machado, “podemos hacerlo porque tenemos el conocimiento, tenemos la capacidad instalada, la calidad de fabricación es excelente y porque tenemos la voluntad de mejorar la productividad”.