2013, un año de celebraciones

El año que ahora comienza viene cargado de celebraciones. Aston Martin cumple cien años de existencia, mientras que Lamborghini se queda con el primer medio siglo de vida. Exactamente los mismos años que Porsche celebrará de su modelo estrella, el 911, en el mes de septiembre. Ylo mismo ocurre con Maserati y con su modelo Quattroporte que creó un nuevo segmento de mercado allá por el año 1963.

Los actos de celebración acaban de comenzar con los de la marca británica Aston Martin, que allá por 1913 mostró un primer prototipo, que luego se convirtió en el A3. Durante los próximos meses habrá distintas celebraciones, con recorridos por distintas ciudades de Inglaterra, celebraciones en torno a James Bond, el famoso agente que con frecuencia utilizaba en sus aventuras modelos de  la marca, reuniones como la de Peeble Beach, en California y otras actividades.

Esta mítica marca acaba de anunciar sus resultados del año 2012, con un crecimiento en sus ventas de un 30% con respecto a las cifras de 2011, al lograr superar la barrera de los 2.000 coches, un valor sin duda destacado para una marca cuyo punto de partida es el espectacular Gallardo.

También Maserati celebrará por todo lo alto el medio siglo del Quattroporte, uno de sus iconos y que creó un segmento, el de las berlinas deportivas de cuatro puertas.  Además, le servirá de preparación para organizar en 2014 un amplio calendario de fiestas para celebrar el centenario de la compañía, que se celebrará ese año.

La guinda de este pastel de celebraciones la pondrá Porsche con la del 50 aniversario del 911. Precisamente este coche se mostró por primera vez en el Salón de Francfort de 1963 y para ese mismo evento se prepara una importante fiesta. Es sin duda uno de esos coches legendarios, que pese a estar en un segmento muy competido como el de los deportivos sigue tan vivo como el primer día.

Pero 2013 traerá muchas más cosas al mundo del automóvil, y al menos desde mi punto de vista la más destacable es la llegada de la conducción autónoma. Al menos los primeros pasos de esta conducción asistida.

Hasta la fecha los coches buenos llevaban algunos sistemas de ayuda a la conducción muy sofisticados, como aviso de cambio involuntario de carril, aviso de ángulo muerto o control de crucero adaptativo que mantiene la velocidad deseada pero que al mismo tiempo ajusta la distancia al coche de delante. También los sistemas de frenado automático cuando el conductor se despista. Son ayudas que entran en funcionamiento si el conductor comete un error, pero lo que llega es mucho más interesante y activo.

Pero Mercedes será el primero en poner en funcionamiento en su Clase E un sistema de conducción autónoma en algunas situaciones concretas, aunque otros fabricantes como Volvo ya tienen preparado algo parecido. Se trata de la conducción autónoma en atasco. ¿Quién no se ha metido algún día en un atasco y se ha hartado de conducir durante media hora siguiendo al coche de delante, acelerando, frenando, tomando la curva de la carretera o la calle, pero a 30 o 40 km/h y no ha pensado, por qué no irá el coche sólo?. Pues eso podremos empezar a verlo en el año 2013.

Con este sistema se podrá apretar un botón y seguir automáticamente al coche de delante sin que su conductor tenga que hacer nada. Se hará de la forma más segura, más eficiente, utilizando cámaras y sensores situados por todo el vehículo, y permitiendo a su conductor, si no estuviera prohibido por la legislación vigente, hablar por teléfono, o leer el periódico o entrar en el Facebook y hacerlo con toda seguridad, y no como desgraciadamente se hace ahora.   

Por ello, el año 2013 será un año de celebraciones, de recordar la historia de algunas marcas y modelos legendarios de la automoción, pero también será un año de importantes cambios tecnológicos hacia el futuro.

Solo hace falta una cosa, que la economía española y europea vaya hacia delante, que mejore la confianza de los ciudadanos y que estos puedan adquirir nuevos modelos de coches, mucho más seguros, más eficientes en términos de consumo y mejor equipados. Con ello, los fabricantes podrán invertir más dinero en hacer el coche del futuro.