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A 216 km/h en la M-40
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

A 216 km/h en la M-40

En los últimos días el nombre de Karim Benzema, el futbolista del Real Madrid, ha sonado mucho en los medios y en las redes sociales pero

En los últimos días el nombre de Karim Benzema, el futbolista del Real Madrid, ha sonado mucho en los medios y en las redes sociales pero no por un buen partido con su equipo sino por una infracción cometida con su automóvil en la M-40 por exceso de velocidad. En concreto, por circular a 216 km/h en una zona limitada a 100 km/h.

A mí me parece muy mal que se pueda dar una circunstancia como esta, porque Benzema no es más que cualquier otro ciudadano que circula por una calle o carretera de una ciudad y en ningún caso tiene derecho a poner en peligro la vida de los demás porque él pueda o quiera, o necesite ir más deprisa. Y eso aunque se lo pueda pagar, que por supuesto puede hacerlo, y aunque su coche permita rodar así de deprisa… en Alemania y solo en los tramos sin limitación.

Las normas están para cumplirlas y ese es el punto de partida incuestionable para que todos nos llevemos bien en las carreteras que, por suerte o por desgracia, tenemos que compartir cada día. Otra cosa muy distinta es que Benzema o cualquier otro futbolista, o torero, o cirujano quiera ir a un circuito para poner a prueba sus habilidades al volante.

Cuando se cometió la infracción era de noche con un tráfico casi nulo en esa zona, pero eso no quita para que pudiera haber otros vehículos circulando por la zona, que tendrían que ir a sus reglamentarios 100 km/h. Si un buen conductor circula por esa vía y tiene que hacer un adelantamiento comprobará en el retrovisor que no viene un coche para iniciar su maniobra pero nunca podrá esperar que venga un coche muy lejos y que en unos pocos segundos ya le tenga encima y casi chocando con él.

De todas formas yo creo que hay que cambiar un poco la percepción que se tiene sobre la velocidad y empezar a analizar las cosas de otra forma. La semana pasada he probado el Seat León, un vehículo que les contaba que era más familiar y menos deportivo que su antecesor, pero su velocímetro marca 260 km/h, aunque su velocidad máxima homologada es de 220 km/h. El caso del Seat es solo un ejemplo, porque todos, repito, todos los coches marcan velocidades similares.

Hay muchos coches en el mercado que en su marcador llegan hasta los 300 km/h y eso es una provocación cuando solo se puede ir a 120 km/h como máximo en España y salvo en algunos tramos de autopista en Alemania, en el resto de Europa el máximo es de 130 km/h, en Francia y otros países.

Y supone un esfuerzo adicional más para el conductor, que además de hacerlo bien al volante, de ser respetuoso con los demás, de controlar las señales, de ir pendiente de los semáforos, debe ir permanentemente pendiente de la velocidad que alcanza su coche para no pasarse en algún momento.

Los coches han evolucionado mucho en los últimos 30 años y eso es algo indudable. Son mucho  más seguros en todos los sentidos, tanto por su seguridad activa como en cuanto a la protección de los ocupantes una vez que se ha producido el accidente.

Pero además de evolucionar en ese sentido han evolucionado mucho al pasar de los 60 o 70 caballos de los coches de los años setenta o los ochenta a los 120, 150 o 200 caballos de los modelos normales. Y los 300 o 400 caballos o incluso los quinientos y pico de vehículos como el Audi de Benzema.

Ahora, con la crisis del sector ha llegado un poco de racionalidad y se han empezado a limitar las potencias y a buscar un poco más de consumos ajustados en lugar de prestaciones elevadas que no sirven para nada más que para contarlas en el bar charlando con los amigos, porque todos estamos con ese límite de 120 km/h que, por cierto, todos debemos cumplir.

Solo un detalle que no quería que se me olvidara contarles. El mismo día en el que empezó a conocerse la historia de la multa de Benzema, la directora general de Tráfico, María Seguí aprovechó para demostrar que la DGT vigila a todos los conductores por igual. Y me parece bien su postura y dar un ejemplo de que todo el que comete una infracción lo paga.

Pero me gustaría saber si de verdad los jueces, los ministros, los directores generales, los secretarios de estado, los policías cuando no van en una emergencia, también pagan sus sanciones o pasan al cajón de olvidar.      

En los últimos días el nombre de Karim Benzema, el futbolista del Real Madrid, ha sonado mucho en los medios y en las redes sociales pero no por un buen partido con su equipo sino por una infracción cometida con su automóvil en la M-40 por exceso de velocidad. En concreto, por circular a 216 km/h en una zona limitada a 100 km/h.