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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Lucha por la competitividad

Las empresas españolas de automoción han pasado de tener un problema de futuro a representar una situación ejemplar para el resto de la Unión Europea en

Las empresas españolas de automoción han pasado de tener un problema de futuro a representar una situación ejemplar para el resto de la Unión Europea en el plazo de solo unos meses. La reforma laboral impulsada por el Gobierno y los acuerdos con los sindicatos para mejorar temas como la bolsa de horas de trabajo o los ajustes de sueldos ha llevado a que España esté creciendo en producción. Y en el horizonte está la cifra de los tres millones de vehículos que propugna ANFAC.

Otros países están tomando nota del ejemplo español. Y el mejor ejemplo es el francés. Hasta ahora, los costes laborales en el país vecino suponen un valor que es el  triple de los costes en España, siempre en referencia con el sector de automoción. Son incluso más altos que los alemanes, donde el nivel de vida es el más alto de Europa, sin descontamos los países nórdicos.

Francia ve como cada año que pasa pierde capacidad de producción, porque es inviable tener carga de trabajo con unos costes como los que tienen. Además, la poca flexibilidad de los sindicatos franceses ha hecho que incluso en la peor situación del mercado europeo y con las fábricas españolas en una situación complicada de producción Francia no haya podido hacerse con la segunda posición en el ranking de producción en Europa.

Ahora, los franceses empiezan a ponerse las pilas y a trabajar en la dirección correcta, como la que ha seguido España en los últimos meses para lograr recuperar su competitividad. Más flexibilidad laboral, más posibilidades de aumentar o reducir su producción en función del mercado. Y también unos sueldos más acordes con la situación actual.

Esa es la clave para que una fábrica de coches pueda ser rentable o no. Y es que en el fondo, si una gran multinacional tiene que fabricar coches, lo que hará será buscar aquella en la que sea más rentable. O dicho de otra forma, la que le dé menos problemas. Y eso, que lo han aprendido hace años ya las factorías españolas y sus trabajadores, es lo que ahora empiezan a comprender también  los franceses tras ver cómo fábricas francesas de marcas igualmente francesas, cierran sus puertas para trasladar la producción y el trabajo, a España.

El grupo Renault acaba de firmar un importante acuerdo con los sindicatos mayoritarios franceses que devolverá trabajo a las plantas francesas. El acuerdo, denominado de competitividad, prevé un aumento del 6,5 % del tiempo de trabajo y la congelación salarial este año.

Este importante acuerdo, llamado "contrato para una nueva dinámica de crecimiento y de desarrollo social" fue firmado por el presidente director general de Renault, Carlos Ghosn, y por las organizaciones sindicales CFDT, CFE-CGC y Fuerza Obrera (FO).

Según había propuesto la empresa en las últimas rondas de negociaciones, los obreros de la plantilla gala tendrán que pasar a 1.603 horas de trabajo anuales, lo que supone un incremento del 6,5 % respecto a la situación actual, que comenzará a aplicarse entre julio y septiembre de este mismo año.

En cuanto a los sueldos, estarán congelados en 2013, mientras que durante los dos años siguientes se evaluará la evolución en función de la situación de la empresa y del entorno económico.

Además, se plantea una reducción de plantilla de 7.500 personas hasta 2016 que se hará efectiva en forma de la no sustitución de las jubilaciones, para lo cual se amplía la posibilidad de retirarse a los que tengan 58 años.

En contrapartida, Renault se ha comprometido a no cerrar ninguna factoría en Francia al menos hasta 2016, a no poner en marcha planes sociales y a incrementar la producción de vehículos en el país, donde el año pasado fabricó cerca de 530.000 vehículos.

Este acuerdo no ha sido nada fácil de conseguir, ha llevado más de nueve meses de negociación, pero tras la firma, la compañía ha anunciado que se encuentra en condiciones de reforzar su base francesa y de desarrollarse a nivel internacional, para poder hacer frente a un mercado automovilístico europeo "en mutación".

Sin duda estamos en un momento en el que ganar en competitividad es garantizarse trabajo en el futuro y eso es clave en un momento como el que vive el sector de automoción con una gran sobrecapacidad de producción instalada en Europa y con un mercado que está en las cifras del año 1990. España lo ha puesto en marcha hace unos cuantos meses, y con gran éxito, y ahora los franceses se suben también a un carro ganador. 

Las empresas españolas de automoción han pasado de tener un problema de futuro a representar una situación ejemplar para el resto de la Unión Europea en el plazo de solo unos meses. La reforma laboral impulsada por el Gobierno y los acuerdos con los sindicatos para mejorar temas como la bolsa de horas de trabajo o los ajustes de sueldos ha llevado a que España esté creciendo en producción. Y en el horizonte está la cifra de los tres millones de vehículos que propugna ANFAC.