Los trabajadores son los protagonistas

España sigue acelerando con fuerza, al menos dentro de lo que es la industria del automóvil. Y es que el anuncio de la producción del Opel Mokka en la planta de Figueruelas, un modelo que hasta ahora solo se fabricaba en Corea del Sur,  supone un nuevo acelerón en unos momentos en los que este país lo necesita más que nunca.

Llevamos meses de acuerdos y de anuncios de nuevas inversiones y de producción de nuevos modelos en las fábricas españolas por lo que la industria de automoción está creciendo con fuerza en unos momentos en los que otros países siguen bajando. Que la producción de coches en España suba casi un 10% cuando las ventas de coches en Europa, el principal destino exportador de las fábricas españolas, caen cerca de un 10%, es un dato más que destacable del buen hacer de la industria española.

El último anuncio ha sido el de Opel, que va a fabricar a partir de septiembre de 2014 el Mokka en la planta de Figueruelas, para lo que va a realizar una inversión inicial de 62 millones de euros a los que seguirán nuevas inyecciones de dinero. Pero lo mejor de todo es que la planta aragonesa se considera tan competitiva que opta a nuevos modelos, como anunció el el presidente consejero-delegado de GM Europa, Karl-Thomas Neumann al hacer este importante anuncio.

General Motors tiene preparado su plan para los próximos años, el "Drive 2022", que incluye inversiones de 4.000 millones de euros en las plantas europeas y 23 nuevos modelos. Y para ese plan la compañía cuenta con Figueruelas como una de sus plantas más productivas.

Lo mismo se puede hablar de Ford, que el próximo año comenzará la producción de los Mondeo y S-Max que antes se hacían en la planta belga de Genk, que se va a cerrar. Con respecto a los inicialmente previstos, se van a aumentar otros 500 empleos más.

También Renault, con el Captur, o el importante acuerdo de Nissan para producir a partir del próximo año más de 200.000 unidades anuales y tener una factoría preparada para nuevos retos. O Citroën creciendo en producción en Vigo, o la planta de PSA en Villaverde que el año que viene producirá un nuevo modelo. O Iveco aumentando sus inversiones en España. Y también Seat, que ha aumentado sus ventas en el primer semestre de este año un 11,5% gracias a su mejora en España y a su fuerte crecimiento en Alemania.

Sin duda el plan 3 millones que ANFAC, la asociación de fabricantes, puso en marcha hace un par de años para que España volviera a fabricar tres millones de coches cada año (en 2012 se hicieron aproximadamente dos millones) está dando sus frutos.

Pero todas estas mejoras de la productividad y de la competitividad de las factorías españolas hay que achacarlas en buena medida a los trabajadores, y a sus representantes sindicales que han comprendido que es un momento delicado y que más vale ceder un poco en algunos terrenos y asegurarse el futuro.

Los trabajadores españoles han sabido aceptar este reto y se están consiguiendo muy buenos resultados, pero básicamente por esta causa. Bueno, y también por la relación entre las empresas y los comités de empresa de cada fábrica, que tras unos años en los que había muchas tensiones, ahora se vive una relación mucho más fluida.

Los trabajadores han perdido quizá en algunos aspectos en su relación laboral, pero han conseguido mantener sus puestos de trabajo. El hecho de que en España se vaya a fabricar el nuevo Mokka, un coche que hasta ahora solo se hacía en Corea donde los salarios son muy inferiores demuestra que España es muy competitiva en este sector industrial del automóvil. Pero es cuestión de las empresas y de los trabajadores.

El Gobierno actual está mucho más receptivo a los problemas del sector del automóvil que el anterior, sin duda. Miguel Sebastián no quería ni oír hablar del automóvil y su única obsesión era el coche eléctrico que hace unos años era una utopía, pero José Manual Soria es mucho más receptivo con el automóvil.

Pero el Gobierno tampoco está haciendo demasiado por el sector, no ha hecho inversiones en infraestructuras que es la demanda principal del sector para mejorar aún más la competitividad de España como fabricante de automóviles. Y en cuanto al coste de la energía, vital en la producción de coches, tenemos probablemente la más cara de Europa.  El Gobierno de Rajoy tan solo ha puesto en marcha la Reforma Laboral, que supone una mayor garantía para las inversiones de las empresas, pero realmente ha hecho poco más.

Los operarios de la planta de Figueruelas hicieron una nota protestando por el hecho de que Rajoy basara la decisión de General Motors en las reformas que ha hecho su Gobierno. Los trabajadores creen que la llegada del Mokka a la factoría zaragozana es fruto "única y exclusivamente de los sacrificios de los trabajadores y no de los planes de reforma". Y estoy totalmente de acuerdo con ellos, los trabajadores son la clave de la buena competitividad española. Apuntarse tantos que son de otros no me parece una buena política.