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Objetivo cero accidentes en carretera
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Objetivo cero accidentes en carretera

El año 2014 ha empezado con varias noticias positivas que permiten cierto optimismo aunque sin olvidar que las cosas están, todavía, muy mal. El paro bajó

El año 2014 ha empezado con varias noticias positivas que permiten cierto optimismo aunque sin olvidar que las cosas están, todavía, muy mal. El paro bajó y las afiliaciones a la Seguridad Social crecieron. En lo que al sector del automóvil se refiere, las ventas de coches crecieron un 18% en el mes de diciembre con lo que en el acumulado del año han subido un 3,3%. Y la producción, a falta del dato definitivo, ha aumentado igualmente, en este caso en casi un 10% con respecto al año anterior, que en este caso ya fue bueno.

Hay otro dato muy bueno y muy importante para todos los españoles, las cifras de la siniestralidad en las carreteras también han mejorado mucho. De hecho, el número de víctimas mortales en carretera se ha situado como un nuevo récord histórico: nunca antes, desde que se tienen estadísticas en el año 1960, habían muerto menos personas como consecuencia de los accidentes en la carretera.

Un total de 1.128 personas han perdido la vida en las carreteras españolas en el año que acaba de terminar. Es un registro muy bueno porque a principios de los años noventa estábamos en más de cinco mil muertos cada año, y eso con menos coches, menos conductores y también menos desplazamientos por carretera.

Pero al mismo tiempo es una cifra inaceptable porque detrás de cada muerte en la carretera hay una tragedia en una familia, en una empresa o en un grupo de buenos amigos. Y es que cada accidente se produce por un error humano, una imprudencia, un fallo en la señalización de la carretera o en lo que sea. Pero algo ha fallado para que se haya producido un accidente con víctimas, y todos podemos y debemos hacer lo necesario para evitar que esto ocurra.

Cuando uno se pone a analizar el informe estadístico sobre accidentes se lleva muchas sorpresas, por los tipos de accidentes, por las causas, por las circunstancias que rodearon a cada siniestro. La DGT no ha elaborado todavía el informe de 2014, lógicamente, pero casi siempre son las mismas.

No son unas cifras exactas, por ello, pero un 40% de los conductores fallecidos en un accidente habían ingerido alcohol o drogas, un 30% superaba la velocidad máxima establecida y más de un 20% no llevaba el cinturón de seguridad puesto. Además, en un cierto porcentaje iban hablando por el móvil…

Vamos, que las posibilidades de que un conductor muera cuando circulaba a una velocidad legal, sin beber alcohol, con el cinturón de seguridad puesto y sin usar el móvil, son realmente muy pocas. Y si a esto añadimos un par de factores más, como por ejemplo que fuera bien descansado, que mantuviera una buena distancia de seguridad con respecto al coche de delante, si tenía su coche bien revisado y con la ITV al día, entonces las posibilidades serían prácticamente cero.

Y todo eso está en nuestras manos, en las del conductor responsable, que cumple las normas, que no arriesga su vida y, lo más importante, que no pone en peligro tontamente la vida de los demás porque le apetezca llegar antes o hacer una gracia. Esa es nuestra obligación.

Recuerdan el famoso slogan de la campaña electoral de Barack Obama, el “Yes we can”. Pues los conductores podemos perfectamente poner cada uno nuestro granito de arena para poder conseguir el cero accidentes en las carreteras con el que todos saldríamos ganando.

Pero no solo los conductores. También la Administración podría hacer mucho de su parte, que es muy importante. Los niños deberían ser educados desde muy pocos años en estos conceptos de respeto a los demás conductores, de respeto a la vida y de la necesidad de cumplir las normas, que están para eso. La Administración podría sacar dinero de otros conceptos, en muchos casos superfluos como se demuestra cada día, para poder mejorar las carreteras, la señalización…

La DGT, por ejemplo, tiene muchos medios para poder controlar el comportamiento de los conductores. El helicóptero Pegasus podría ser un arma ideal para quitar de la carretera conductores indeseables que van arriesgando la vida de los demás, que los hay. Pero es mucho más lucrativo poner ese helicóptero en una zona con un límite poco razonable e ir sumando de 100 en 100 euros a todos los que circulan con la máxima seguridad, pero ligeramente más deprisa.

Es tarea de todos lograr el cero accidentes, pero cuando la DGT tiene cada año un presupuesto de más de 400 millones de euros en multas que cubrir, o el ayuntamiento de Madrid más de 100 millones de euros previsto en sanciones de tráfico, es que algo está mal organizado. El consistorio madrileño va a “sacar” más dinero de las multas de tráfico que del servicio de regulación de aparcamiento este año. Y eso es recaudar, cuando lo que hay que hacer es juntar fuerzas para que cada año la cifra de 1.128 se reduzca drásticamente.

El año 2014 ha empezado con varias noticias positivas que permiten cierto optimismo aunque sin olvidar que las cosas están, todavía, muy mal. El paro bajó y las afiliaciones a la Seguridad Social crecieron. En lo que al sector del automóvil se refiere, las ventas de coches crecieron un 18% en el mes de diciembre con lo que en el acumulado del año han subido un 3,3%. Y la producción, a falta del dato definitivo, ha aumentado igualmente, en este caso en casi un 10% con respecto al año anterior, que en este caso ya fue bueno.