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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

¿Es seguro leer e-mails al volante?

El automóvil es uno de los sectores más tecnológicos de la industria mundial. Los fabricantes hacen fuertes inversiones para hacer vehículos cada día más eficientes, más

El automóvil es uno de los sectores más tecnológicos de la industria mundial. Los fabricantes hacen fuertes inversiones para hacer vehículos cada día más eficientes, más seguros, más ecológicos y también con más tecnología. Y en lo que más avanzan en estos momentos es en la conectividad con el mundo exterior.El objetivo es el de conseguir que el coche sea una ampliación del concepto del teléfono móvil, que ya marca nuestra vidas y nuestra la forma de actuar. La tecnología, en principio siempre debe ser bien recibida, pero en este caso yo tengo mis dudas.

Para conseguir una conducción segura el aspecto fundamental es la atención del conductor. Si la persona que va sentada al volante pone el 100% de su atención en la conducción hay pocas, pero de verdad muy pocas, posibilidades de que sufra un accidente. Si el conductor va pendiente de la calle, de los coches que lleva a su lado, del que va por detrás, del peatón que llega al paso de cebra sin mirar, es muy difícil que sufra un accidente.

Las estadísticas de la DGT hablan de la distracción como una de las causas recurrentes en un accidente de tráfico, como por ejemplo, usar el móvil, o manejar el navegador o gestionar la radio. Pero es que todas las demás causas de accidentes, en el fondo no son sino una distracción por una u otra causa. Si un coche choca con el de delante es porque no va suficientemente atento o no mantiene la distancia de seguridad adecuada, y eso en el fondo es falta de atención.

Si circulamos por una carretera de segundo orden y sufrimos una salida de la carretera en una curva por un exceso de velocidad, casi con toda seguridad es que no vamos suficientemente pendientes de la carretera, de ver la curva o de la señal de limitación, o porque vamos pensando en nuestras cosas, o discutiendo con nuestros hijos, por ejemplo.

Pues estas distracciones se van a multiplicar exponencialmente con los nuevos sistemas de comunicación de los vehículos. En todas y cada una de las presentaciones a las que he asistido en los últimos tres meses, uno de los aspectos fundamentales del coche nuevo es siempre su sistema de infoentretenimiento, como normalmente se denominan estos equipos.

Estos incluyen conexión a internet, radio digital, navegador, posibilidad de conocer el tiempo en nuestro destino, de hacer una reserva de hotel o para comer. Incluso permiten encontrar una plaza de aparcamiento en el sitio al que se va a llegar. Es el coche inteligente, pero lo malo es que el que controla ese coche inteligente es, en principio y de momento, el conductor. Y toda la atención que el conductor utilice para todos estos servicios no la utiliza para lo que de verdad importa, la conducción.

Lo peor es que estos sistemas ofrecen también la posibilidad de conectarse a las redes sociales, de enviar y recibir mensajes de correo electrónico y hacer casi de todo. Y eso, al menos desde mi punto de vista, es un peligro latente. Bien es verdad que los correos electrónicos nos los leerá el propio sistema, no tendremos que separar la vista de la carretera para ir escuchando cada mensaje. Todo el manejo se hace por voz e incluso la respuesta a los e-mails se hace mediante comandos de voz y dictando el texto. Pero tendremos que pensar lo que nos está diciendo nuestro jefe, o la novia o el abogado, y lo que nosotros queremos responderle.

Si los número uno a nivel mundial en cuestión de conducción, como por ejemplo Fernando Alonso o Carlos Sainz, ponen el 100% de su atención en la conducción es imposible que sufran un accidente. Un conductor normal medio puede tener en torno a un 10 o un 20% de la capacidad de estos genios del volante, pero si encima estos conductores normales pierden un 50% de su atención por ir revisando sus e-mails, entonces tenemos un problema de verdad.

Y este problema tiene una vertiente aún más grave. Hoy en día hay conductores peligrosos que utilizan su móvil para mantener una conversación o incluso para mandar un mensaje o un WhatsApp mientras circulan al volante. Pero al menos lo hacen incumpliendo la ley, por lo que pueden ser sancionados e incluso enjuiciados en algún caso concreto.

Con los nuevos sistemas de infoentretenimiento, es perfectamente legal y se permite que desde ahora un conductor pueda ir tranquilamente leyendo sus e-mails o actualizando su cuenta de Twitter sin que nadie le pueda sancionar, aunque ponga en peligro su vida y la de los demás por la falta de atención.

Creo que estamos ante un grave peligro, porque esta tecnología llega antes de lo que debería llegar. Los fabricantes de automóviles ya están casi preparados para poder comercializar coches con conducción autónoma, en los que la persona que se sienteal volante solo deberá dirigir hacia dónde va el coche, pero frenos, dirección o acelerador los manejará el propio coche. Cuando la conducción sea así, el automóvilsí puede ser nuestra oficina móvil o nuestro sillón de casa, pero mientras tanto creo, sinceramente, que es un peligro. La conducción requiere siempre la máxima atención y todo lo que sea restar algo de atención es muy peligroso.

El automóvil es uno de los sectores más tecnológicos de la industria mundial. Los fabricantes hacen fuertes inversiones para hacer vehículos cada día más eficientes, más seguros, más ecológicos y también con más tecnología. Y en lo que más avanzan en estos momentos es en la conectividad con el mundo exterior.El objetivo es el de conseguir que el coche sea una ampliación del concepto del teléfono móvil, que ya marca nuestra vidas y nuestra la forma de actuar. La tecnología, en principio siempre debe ser bien recibida, pero en este caso yo tengo mis dudas.