La fortaleza del sector del automóvil y el separatismo

Las ventas de coches nuevos en España siguen su tendencia alcista desde hace ya nueve meses, apoyadas principalmente en el Plan PIVE que está funcionando muy bien. Con ello, se ha conseguido que España sea el país que lidera la recuperación de todo el sector del automóvil europeo.

En lo que va de año, el mercado nacional acumula un crecimiento del 16,2% frente al primer cuatrimestre de 2013, mientras que esta cifra en el mercado europeo es de un crecimiento del 7,4%, menos de la mitad que el español.

Y sin duda una parte importante del éxito del mercado español se debe al Plan PIVE, a su buena operatividad. En este sentido contrasta con el plan 2000E que el Gobierno puso en marcha en el año 2009, que fue una chapuza. Se llamó 2000E porque se daba al comprador 2.000 euros, pero el Gobierno solo daba 500 euros, otros 1.000 los entregaba el concesionario y de manera opcional alguna comunidad autónoma podía dar los 500 restantes, hasta completar los 2.000 euros.

Por supuesto sirvió de ayuda, pero llegó muy tarde porque la inmensa mayoría de los países europeos ya daban ayudas más elevadas desde hacía muchos meses, justo cuando comenzó de verdad la crisis.

Ahora, el actual Plan de ayudas, el PIVE 5, ya afronta su recta final. Ya se ha gastado más del 80% del presupuesto asignado y tanto el secretario de estado de Comercio como el ministro de Industria han comentado que es muy probable que haya un nuevo PIVE. Pero la última palabra, como para casi todo, la tiene Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda.

Entre tanto, el sector industrial del automóvil está haciendo muy bien sus deberes. Ya los dos últimos años la producción y la exportación han crecido de forma sostenida en torno a un 10% cada año, y las previsiones para este 2014 son muy buenas.

Si se analiza el primer cuatrimestre del año, la producción en las plantas españolas ha crecido un 12.16% hasta totalizar 833.000 unidades. De seguir con este ritmo hasta final de año se podrían alcanzar los 2,5 millones de unidades, por encima de las previsiones oficiales. Y no sería extraño porque están llegando nuevos modelos a las fábricas españolas, como el Mercedes Clase V en Vitoria o el Nissan e_NV200. Pero lo más importante son los nuevos modelos que están a punto de llegar a “nuestras” factorías, el Opel Moka, el Nissan Pulsar o el Ford Mondeo.

Si la producción crece en España, también lo hace de manera destacable la exportación, un aspecto clave para la ansiada recuperación. En lo que va de año el crecimiento del número de unidades exportadas fue de un 8,3%, menor que el de producción por el mayor tirón del mercado doméstico. Pero no deja de ser importante que de los 833.000 vehículos fabricados en España en 2014 un total de 695.063 se hayan ido a la exportación.

El sector del automóvil español sigue creciendo y encara ese plan tres millones de vehículos de la asociación de fabricantes, ANFAC, con muy buenas perspectivas. Quizá el único problema que se puede presentar lo tenemos dentro de nosotros mismos. En un plazo de dos años España puede estar por encima de los tres millones de unidades fabricadas cada año, lo que nos situaría en el top10 mundial.

La semana pasada, cuando el Rey acudió a la inauguración de la producción del nuevo Clase V de Mercedes en la fábrica de Vitoria, un grupo de sindicalistas reivindicó que el País Vasco no es España, sino que esun país independiente.

Yo no voy a entrar en temas de independencia o de soberanía de cada país o Comunidad Autónoma, por supuesto. Pero las 70.000 unidades anuales que Mercedes va a fabricar del nuevo Clase V situarían al País Vasco en el furgón de cola de los países productores de vehículos, junto con Vietnam, o Egipto o Eslovenia. Y algo parecido ocurre, aunque a otra escala, con Cataluña, o con Galicia o con la Comunidad Valenciana.

En los últimos años el Gobierno Vasco ha apoyado dos proyectos dentro el sector, el equipo Epsilon de competición automovilística y el proyecto Hiriko de un coche eléctrico de pequeñas dimensiones. Los dos proyectos tenían buena pinta, pero los dos están en los juzgados porque sus directivos han derrochado hasta el último euro de las subvenciones del Gobierno Vasco y de la Comisión Europea. Y no queda nada de esos proyectos más que las deudas.

La fuerza que tiene España dentro el sector del automóvil a nivel internacional, que en estos momentos es mucha, viene de la unión de todas y cada una de las autonomías. Y si estas se separan, el sector industrial del automóvil tiene sus días contados.